Si Carlos V – amo y señor del sacro imperio romano germánico- que incluía a la península ibérica, hoy España- pudo expresar que en sus dominio no se oponía el sol, bien se puede aplicar ahora, con el nuevo sistema político que nace en México, que no se volverá a repetir el saqueo y la forma de administrar la corrupción e impunidad que imperó en el gobierno recién fallecido de Peña nieto y su cauda de bandidos que lo acompañaron para incrustar al territorio nacional en la peor derrota de su historia, hecha excepción de la inferida por el conquistar Hernán Cortés.
Es ciento e innegable, que el conquistador no solo trajo una estampa de la virgen de su pueblo de Extremadura, - similar a la guadalupana nuestra- de donde era nativo, sino que, además, lo acompaño un recua de criminales y de enfermos contagiosos que mermaron la salud de un pueblo sano que, aunado a la corrupción impuesta , intrínseca en la tradición de los imperios en Europa, fácilmente permeó en los nuevos territorios, aprovechando la explotación e inconformidad que el impero azteca ejercía sobre los demás territorios.
Nadie discute que este México no es ni el asomo de lo que representaban los pueblos originarios, pero no existe duda que el exterminio se inicia con la llegada del puñado de filibusteros que se encargaron de saquear y someter, para beneficio de la corona, de todos los bienes que les fue posible y tan es así, que con la cruz y la espada impusieron una religión a sangre y fuego destruyendo los templos y sobre ellos, obligaron a los aborígenes que edificaran las nuevas iglesias, que si bien constituyen un patrimonio de la nación, nada le piden nuestras pirámides y el avance astronómico y arquitectónico de los distintos grupos aborígenes, que no eran ignorantes y que, más que nada fue el choque de dos culturas.
Pero si el saqueo y su hecatombe de entonces fue enorme, nada se puede presumir mejor que lo que hicieron quienes sirvieron a la corrupción e impunidad de los príistas y panistas durante cerca de treinta años y menos la obra genial de Peña Nieto que, con las dos empresas emblemáticas- PEMEX Y CFE- las estructuró de manera tal que, para que la dependencia de la nación fuera descomunal con los grandes intereses económicos internos e externos,- lo que se prueba con los organismos autónomos creados-, específicamente en esos casos, para que nada cambiara hasta que esas empresas llegaran a su quiebra total.
En la comisión reguladora de energía – monstro de la modernidad- se descargó toda la responsabilidad para que la corrupción e impunidad fuera imposible extirparla, de manera tal , que la secretaría encargada de esa área no tenía más funciones que aplaudir lo que fue sustancial en ese régimen de putrefacción y llevar a la nación entera a su plena desgracia, por eso, no debe extrañarse la actitud del PRI y el PAN, para impedir que se cambien a quienes fueron designados con antelación por siete años, sin embargo, tal parece que les ha llegado un poco de vergüenza a sus actuales integrantes quienes han filtrado en el periódico The Wall Street Journal, su intención de no continuar más en esas responsabilidades , habida cuenta que sobre sus espaldas pende que autorizaron contratos leoninos y que pueden llevarlos a los tribunales, pues así lo ha denunciado el presidente de la República en las muchas conferencias mañaneras.
Para tener una idea de la extrema desfachatez, la supuesta idea de que serían esas empresas de Estado productivas y competitivas en beneficio de la nación y sus habitantes, la comisión
reguladora de energía gozaba de autonomía técnica, operativa, de gestión y autosuficiencia financiera y se le trasmitía un poder transexenal de siete años , con atribuciones descomunales que llegaba hasta fijar el precio de los productos de energía y los beneficios generados irían a las manos de los empresarios del pacto contra México y, por supuesto, a los organismos que calificaban a esas dos empresas.
Si fue , lo sigue y seguirá siendo un genocidio la conquista de la península ibérica contra los aztecas sobre todos los excesos que se han condenado y se condenarán siempre, que si bien forman parte del pasado, jamás se olvidarán, aunque se pida perdón y este se otorgue, porque , palo dado ni Dios lo quita, pero de que jamás se olvida ni se olvidará es incuestionable, como creemos que quienes hoy viven en Cataluña, España, que buscan su independencia, jamás olvidarán las agresiones e infamias que a 5oo años de la conquista en México , se cometen con la libertad democrática que tienen de cambiar su forma de gobierno. limacobos@hotmail.com
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