Que a un niño de pecho se le engañe y lo acepte, es normal, sin embargo, para que una persona , como el doctor Jose Narro Robles, con supuesta militancia príista de cuarenta y seis años , crea que tenía la mínima posibilidad de haber sido postulado por el nefasto Peña Nieto a la presidencia de la república, fue lo más ridículo que observe, pero ahora resulta que se le introduce de nueva cuenta el dedo en la boca y se le hace creer , como una especie de simulación, que tenía el arreste y el prestigio para alcanzar la presidencia del Partido Revolucionario Institucional y de ahí erigirse en el salvador de una institución política que corrompió al país, para legarnos una nación en la penuria y miseria mas espantosa.
Ese precandidato presidencial fue el hazmerreir en su momento cuando se insinuó que podía ser el sustituto del exquisito Peña Nieto que, junto con su abultada familia vivió las mieles de la abundancia al recorrer el mundo, en un avión de primer mundo , que como burla o mofa se le imprimió el nombre de ese siervo de la nación como lo fue José María Morelos y Pavón – por aquello que había que moderar la opulencia y la indigencia- cuando había demostrado su incapacidad en el manejo de la secretaría de Salud que llevó al país – y para su orgullo- a una crisis de escasez de medicamentos y a los grandes atracos que aún no se resuelven del todo.
Causa una gran risa al escuchar los pronunciamientos de ese iluso ex rector de la UNAM – que nunca se confesó como integrante de ese partido político- y ahora nos sale, como por ensalmo, que merece ser su dirigente cuando siempre ha comido pescado desde la orilla, pues ocupar un cargo de esa magnitud, tiene que tener, entre otros factores, su congruencia social y de ello no existe constancia, pues jamás se vio en alguna concentración al lado de los campesinos, obreros o miembros de las clases populares, pues siempre vivió en la opulencia, como vive en la actualidad.
Su cinismo en su pronunciamiento llega a los extremos, como los pronunciamientos que ha tenido la Suprema corte de Justicia de la Nación en las grandes violaciones a los derechos humanos, porque han tenido que ser instancia internacionales los que nos digan que tener que hacer, como los casos de Ayotzinapa, Lydia Cacho, Radilla y cientos más que han condenado México por su irresponsabilidad.
Decir , como afirma Narro Robles, que el PRI está en crisis, es la ignorancia plena, porque esa agonía no es reciente y que su sostén, para que no muera, han sido los recursos de la nación para fortalecer la corrupción y la impunidad que durante tanto tiempo lubricaron el sistema político, solo que ahora, las cosas están en el cambio más profundo y eso molesta a los corruptos, pues está probado, que los bandidos jamás reconocerán que su enriquecimiento es producto de la tolerancia del gobierno., porque existiendo leyes robustas, como la que prevé la identificación de operaciones con recursos procedencia ilícita , era más que suficiente para rescatar los bienes de la nación que están en más de los rapaces y voraces políticos y empresarios que presumen sus riquezas más habidas.
Causó mucha hilaridad y burla, cuando el candidato panista a la presidencia de la república, de triste memoria, anunció que metería a la cárcel a Peña Nieto cuando, siendo él abogado, pues el artículo 108 de la constitución señala que solo puede ser acusado por delitos graves del fuero común y traición a la patria y que en tres años esos delitos prescriben, alharaca que no le sirvió de
nada, sin embargo, ahora queda la percepción que López Obrador, es un encubridor, de esas corruptelas que bien no ostensible en la práctica , no menos cierto es que han prescito y por ser de oficio esa observación, a nada llevaría el escandalo mediático.
Así , que como Narro Robles sabe y sabia que la democracia no está en el ADN de ese partido que pretendía dirigir, no puede llamarse ha robado, salvo que su ignorancia supina no le permita ver más allá de sus narices, e igualmente de quienes quieren ver las cárceles llenas de bandidos sin que se observa la presunción de inocencia y debido proceso, y un ejemplo claro es el caso del ministro de la Suprema corte Medina Mora a quien se le señala realizar transferencias financieras dudosas , por el que es investigado en Inglaterra y en Estados Unidos y que con un comunicado mañoso que hace difundir, nos quiere hacer creer que solo tiene cuatro millones de pesos, cuando es sabido que nada más de ministro de la Corte se embuchaca al año más de seis millones de pesos, es decir, más de lo que establece el artículo 127 constitucional que nadie debe ganar más que el presidente de la república.
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