No existe voluntad de actuar con austeridad republicana ni con prudencia, menos de observar el de vivir en la medianía que reditúa el servicio público,- como lo expresada el presidente Juárez- ,si solo se observa el espíritu de hincarle el diente al presupuesto de la nación , sin importarle la pandemia que abraza al país y menos las carencias que sufre el pueblo,- setenta millones de miserables- ante la falta de salud, educación de calidad , alimentación , infraestructura para el desarrollo, etc. cuando solo se acredita la imposición de sueldo descomunales que puede calificarse como la peor de las corrupciones, porque, amparados en la autonomía e independencia, el agandalle de atracar los bienes públicos no tiene limite.
Podría pensarse que no tiene ningún sentido ser el jefe del Estado mexicano y al mismo tiempo responsable, que no culpable de las felonías que comenten quienes integran los poderes legislativo y judicial, o bien los llamados organismos autónomos, si no tienen ante el mundo ninguna sanción, o culpa responsables por sus conductas, pues cuando se condenan por las violaciones a los derechos humanos, como desapariciones forzadas, todo se endilga a quien sufre el cargo de presidente, aunque siga siendo el menor pagado.
Así se está viendo, por ejemplo, en el caso de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, hoy purgando una condena por peculado o el uso de recursos de procedencia ilícita, solo por haber sido electo para ejercer las funciones de responsable del ejecutivo tendrá que responder por desaparición forzada e igualmente sucede con el presidente de la República, que al ser condenado en alguna instancia internacional, tiene que dar la carga y exhibirse como inútil gobernante, por los actos de los jueces, magistrados, ministros de la suprema Corte de justicia, consejeros del Instituto Nacional Elector y demás organismos autónomos que como hongos nacieron en nuestro país, pero que jamás se les señala como los auténticos responsables de las tropelías que sufren los cuidadnos de este país.
Para dar ejemplos, se tiene variedad de casos, pero los elocuentes son las sentencias dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos o la Organización de las Naciones Unidas- caso de Rosendo Radilla, Algodonero, Castañeada, Lydia Cacho y otros más- en que el Estado mexicano ha quedado en auténtico ridículo que prueba la incapacidad o complicidad de los impartidores de justicia, pero eso si, se dan el lujo de percibir sueldos y privilegios , que ellos mismos se imponen, para vivir en la opulencia más descarnada, con sueldos mayores a los que percibe el presidente y exhiben y presumen , con la mayor impunidad, una riqueza mal habida por ser producto del sacrifico del pueblo mexicano que se debate entre la pobreza y la miseria extrema, y lo peor , por el riesgo que implica el cargo - se está empotrado en cómodo edificio, se le cubre un pago de 639 mil pesos anuales.
En el régimen del fraude electoral del 2006- 2012- Calderón Hinojosa, se reformó el artículo 127 de la Constitución para que nadie percibiera un sueldo o canonjía mayor a la del presidente de la República, sin embargo, durante doce años, casi, no se logró la reforma porque los legisladores y los ministros de la Corte se despachaban con la cuchara grande y ahora en que se envía una ley que reglamenta las percepciones en base a esa reforma , los ministros de la segunda sala de la suprema
Corte de Justicia de la Nación,- donde fue defenestrado el ministro Medina Mora- en el proyecto de Pérez Dayan,- ante el cúmulo de amparos de los organismos autónomos- violando el artículo 64 de la ley que reglamenta las controversias y acciones de constitucionalidad que expresamente prohíbe se conceda la suspensión de una ley, -un ministro, se dice, tenía un sueldo de seiscientos mil pesos mensuales, cuarenta mil pesos de gasolina y treinta mil pesos mensuales, 639 mil pesos por riesgo , respectivamente, suspende la entrada en vigor, en consecuencia, se paraliza su entrada en vigor y que brille la impunidad.
Hecho lo anterior, ahora, en plena crisis económica y la pandemia, el presidente de la república que percibe un sueldo de l76 mil pesos mensuales, en tanto los ministros de la Suprema Corte de Justicia, los magistrados electorales, los consejeros de la judicatura federal, los consejeros del INE, así como los diversos- que son algunos organismos autónomos- se acogen a que se mantengan sus altos salarios, es decir, los ministros de la Suprema Corte de Justicia ganarán aproximadamente 5.5 millones de pesos al año y cantidades similares los demás, es decir, la ley de remuneraciones no pudo romper con la voracidad de esos servidores públicos, por más que se les ha solicitado que, voluntariamente ser apretaran , por esta vez, la tripa, sin embargo, hay que respetar el “haiga sido, como haiga sido ”y quedan inauditos.
Así las cosas, no se ve si la pandemia pueda acortarse y que se reflexione en la necesidad de cambiar, lo cierto es que el presidente, responsable de enviar el proyecto de presupuesto y de incrementar los ingresos del Estado y los diputados responsable de aprobarlo, podrán hacer algo para que se extirpen los privilegios de unos cuantos , pues de suerte no se sabe que es más peligroso si la delincuencia organizada que está fuera del gobierno o quienes se agandallan con los recursos públicos, pues está muy bien que arriba- el presidente de la república y sus secretarios actúen con honestidad y no sean corruptos- pero hay que hacer mucho para terminar con tanta ignominia.
El presidente de la republica que sufre y paga las consecuencias de quienes integran los otros poderes y en quien recaen todos los reclamos del país, tendrá que seguir bailando con la más fea y como el propósito es terminar con los fraudes electorales, ahora le tocará en convertirse un vigilante de la democracia en tanto el organismo electoral en su proceder antidemocrático, se dedicará a observar como que la virgen le habla. limacobos@hotmai.com
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