En el poder judicial de la federación- jueces , magistrados y ministros- es muy socorrido el amparo para efectos, que el único sentido ese reponer el procedimiento y con libertad de jurisdicción dictar otro, es decir, el clásico propósito de embarazar a los tribunales y retrasar la impartición de la justicia, violando la constitución y sus leyes, con el propósito de que exista el rezago y cada año se les aumente el presupuesto que es el campo libre para las maniobras de sus privilegios y gritar, voz en cuello, que se justifican los grandes edificios con que cuentan , en tanto el pueblo- que genera los recursos públicos- se debate en la miseria, abriendo el espacio de fideicomisos donde se nutre la corrupción, violando la ley de contabilidad y responsabilidad hacendaria que dispone que lo no utilizado en el presupuesto autorizado por la cámara de diputados, que es donde reside la soberanía nacional, debe devolverse a la federación.
Vista así las cosas , es normal que esa cauda de juristas no quieren dejar la pitanza que viene de los recursos de la nación y gritan que existe autoritarismo, cuando n deberían informar a la ciudadanía que es lo que pasa con la justicia, que obviamente no les interesa, pero si lloran cuando se le aprietan un poco las turcas, como es la reforma al poder judicial que estaba intocable., sin embargo, ahora quieren ir a los tribunales internacionales para que se respete la constitución que ellos violan a cada minuto de su respiración como queda demostrado con el cinismo, de suyo elocuente y, hablan de la gran dignidad que tienen, como el ministro Vázquez del Mercado, que renunció al presidente Portes Gil porque no se respetaban los amparos otorgados contra la expulsión del país, como el caso de Luis Cabrera, donde apuntada ese ministro que lo hacia por dignidad, lo que fue autorizado por el senado de la república, cambiando la palabra de dignidad, por indigno, porque así lo pidió el presidente de la república, lo que ahora no se ha visto, cuando no sea la cachaza con los paristas enarbolan una bandera que nunca han abrazado,
Ese hecho está en la historia de la suprema Corte y se ha difundido, desde hace treinta o más, para que sirva de ejemplo, sin embargo, se ha demostrado que no ha calado en quienes ahora visten la toga y el birrete, pues desde que López Obrador denuncio, casi con clara impotencia de no poder hacer nada, cuando dijo que ese poder judicial estaba podrido y nadie de sus integrantes , juez, magistrado o ministro, saco la cabeza apara protestar por dignidad, incluso ni siquiera a los el nombro y solo los califico de traidores a su proyecto- González Carranca y Rios Farjat- que vemos esperanzados en recibir su compensación, que es holgada, al ser expulsados de manera descarnada, que solo responde a la conducta asumida y, aunque se merecen un castigo ejemplar, quedarán en la ominosa historia de este siglo, no como víctimas, sino enemigos de la democracia y de la transformación en la impartición de justicia, más bien, como sus mercadres.
Si los tratados internacionales que México tiene firmados y que forman parte de la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos , el Estado Mexicano cumpliera las sentencias ocasionadas por la irresponsabilidad de los ministros, su gran mayoría estarían inhabilitados para ocupar cargos o bien en cárcel, pues cuando un ciudadano acude a esa instancias es, incuestionablemente porque aquí se violan los derechos humanos y los casos elocuentes están a la vista; el caso Rosendo Radilla o bien el de Atenco, que siguen en la impunidad, sin embargo, ahora que quiere que si se viva en un estado d derecho y no de chueco, los jueces y magistrados, están prestos a invocar esa instancia internacional cuando, si se actuara en rigor en el país deberían ser presa de una autentica justicia, que desafortunadamente no está bien reglamenta bien para aplicar a esos servidores públicos, pero que ya urge que se observe para que no repita jamás, esa osadía de irresponsabilidad cuando, sin demanda de por medio, paran actividades en un claro conflicto de intereses que debería de investigarse y como escarmiento, no de venganza que se diría , se dejara constancia que nadie puede desafiar la constitución y sus leyes, más cuando estas es producto de la voluntad soberana que está garantizada en el artículo 39,que no puede ser solo florero como lo han sido el 127, 1º,14,15,16,17 ,105 demás de la constitución
Una farsa más de los jueces y magistrados, e incluso los ministros de la corte , es el alarde de que el amparo se extingue y que se hunden los derechos humanos porque la Corte no puede actuar en acciones de constitucionales o controversias cuando siempre ha existido en la ley de Amparo que no es procedentes el mismo contra las reformas y adiciones a la constitución y ahora, para blindar a la ley amparo se traslada también a la constitución, pues hay bandidos de siete zuelas , como lo que acontece con el 105 constitucional y su ley reglamentaria – artículo 10- que no procede la suspensión de una ley, en tanto no se analice el fondo del problema, pues es criminal que con un amparo se detenga una obra que es de beneficio social o público ante un recurso de esa naturaleza que afecta gravemente a su economía nacional y su estructura ´política, ante los intereses de una minoría privilegiada como se vió con la energía eléctrica o bien en las obras del tren maya que fue la lluvia de amparos jamás visto en la historia de México.
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