JOSE LIMA COBOS*
No existe la menor duda que es un gran desafío empoderar la democracia y sepultar la corrupción, y más cuando se tiene que repetir todos los días para que no se olvide, pues mientras por un lado se conoce y nos tiene que producir dolor , enojo y rabiar lo que se provocó con las industrias estratégicas del país, como es la comisión federal de electricidad por un lado y, por el otro petróleos mexicanos o bien con enterrar la falsa democracia que acuñó el sistema para quedar ,supuestamente bien con el pueblo-, cuando lo real son las infames alianzas que se concentran en los grupos de poder que ya no podrán robar.
Cuando se observa que un juez de distrito concede una suspensión contra de la ley eléctrica o petrolera para que prevalezcan los contratos leoninos o abusivos que se firmaron con la mal llamada reforma energética,- que nacieron en los sobornos de Odebrecht y demás trastupijes-, se deja la impresión que existe incapacidad o complicidad, porque atentar contra la nación no tiene nombre – sin embargo ocurre- y, no puede ver de otra manera por lo que representan para el bien social, la industria eléctrica y la petrolera , pues gracias a su existencia, se tiene al país en mejores condiciones que cuando operaban las empresas extranjeras, siendo el contubernio actual inocultable, de ahí la intensa campaña para que nada cambie.
Si el presidente Cárdenas expropió la industria petrolera que estaba en manos de extranjeros constituyó la odisea más grande de la historia, porque es un desafío de grandeza y trascendencia inusitada , ha prodigado que esa industria sea el sostén de la nación, sin embargo, cuando se quiere que las cosas retornen al pasado, las sospechas se hacen profundas y solo se conciben en personas que son enemigas del bienestar de la nación y no pueden ser de otra manera, porque los aplausos de las minorías y la algarabía estalla con un furor cuando se va en busca de un emperador como Maximiliano o bien cuando los empresarios españoles se apoderan de la energía eléctrica y usan nuestros recursos para enriquecerse, porque no aportan nada, cuando no sea más miseria y necesidades sociales.
No se equivocó el presidente López Mateos cuando nacionalizó la industria eléctrica y dijo que en ella no cabrían “ni merinos ni ladrones” y calificó de traidores a quienes hicieran algo en contra de esas empresas, por ello, el gobierno de la república o más bien el estado mexicano, debe investigar con profundidad a quienes , amparados esas leyes que conceden protección a los empresarios, que ha convertido en socios al ex presidente Calderón y a la exsecretaria de energía en esas empresas mexicanas estratégicas que se ha forjado con recursos del pueblo mexicano.
La exposición amplia que se escuchó hoy del director de la petrolera, tiene que analizarse y calificarse como actos de traición a la patria, delito que no prescribe, y por ello., es necesario apurar a que se llegue la fecha en que se tenga que juzgar , con todo rigor, a quienes han metido al país en un embrollo de suyo criminal y, por cualquier lado que se le vea , como atentatorio de los bienes nacionales, donde son muchos los involucrados y que eso que hoy sabemos , es porque 30 millones de mexicanos refrendaron su confianza en el presidente López Obrador, cuya obra política y económica , será de la mayor trascendencia .
La oligarquía, que hasta ahora, ha saqueado y atracado a la nación , tiembla ante el proceso electoral que está en puerta, porque tienen miedo a que se continúe con un congreso, en los diputados mayoritariamente a favor de López Obrador, porque no se quiere que el presidente de la república siga siendo el guardián de la democracia , para que se respete el voto libre y secreto, sino que sea el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que cumpla esa función de la que jamás se han ocupado y está probado que ambos organismos han sido, en el pasado reciente, tapaderas de la corrupción electoral y que eso ha conducido a que los grupos de poder se amafien para seguir acumulando recursos mal habido y ofrecerlos como carnadas para comprar votos y ganar en la contienda, hecho que ha sido por demás elocuente con la elección de Peña Nieto, donde un banco, - Monex- entregó tarjetas para que ganara la gubernatura del estado de México y, en 2006, mediante los sobornos de la empresa brasileña se corrompieran a muchos para forzar y amarrar los contratos de Pemex que hoy se discuten.
La obra de cambio profundo estará consolidada en la nación, cuando veamos que no solo hay persecución contra los traficantes de drogas y de personas , sino de los que ha sido mas dañinos como los sujetos de cuello blanco y que vanaglorian de sus riquezas y que sus bienes no están en nuestro país sino en Europa o Estados Unidos.
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