JOSE LIMA COBOS*
El tiempo es el mejor aliado, así que, después de agresiones externas, dignas de gobiernos criminales y sátrapas, Venezuela, comienza a ver , en el túnel del oprobio, la luz que encontrará su pueblo para su reivindicación y salvaguarda de su soberanía, después de que cincuenta gobiernos extranjeros, aliados en un entramado de mafias , reconocieron a un impostor e indigno, un pillo, en toda la extensión se la palabra, que se autoproclamó presidente, sin tener el gobierno y menos poder alguno para cimentarse, pero que contrata mercenarios norteamericanos .
En el ridículo más extremo, han quedado esos gobiernos que cual serviles inmundos, se plegaron al capricho del imperio norteamericano para ahogar a un pueblo y su gobierno , si ayer lo hicieron con otras naciones y tuvieron resultados, ahora se han topado con la férrea voluntad de un nación que nada quiere de rodillas y menos migajas que lo lleven a la sumisión execrable, como algunos mexicanos que sucediera en este país, a fuer de apostarle a la derrota de un cambio profundo.
Si ayer se vivió con Chile, Argentina , Brasil, etcétera, el capricho del imperio,- Banco Mundial y otras instituciones bancarias y calificadoras del crecimiento- para ejercer su hegemonía de explotación y de dominio mediante el endeudamiento criminal , o bien para mantener las condiciones de miserias extremas, destruyendo lo poco construido después de tanta sangre derramada, lo resultados están a la vista y ante la pandemia que ha puesto al descubierto que un virus fue suficiente para poner de rodillas a quien se siente el policía y guardián del mundo, ante un sociópata y megalómano – como lo califica el escritor y analista político Chomsky- al presidente Trump, que se aferra a llevarnos a una nueva guerra fría al querer responsabilizar a China de su terquedad e inestabilidad emocial.
Si algo, o un poco tienen de dignidad y respeto a si mismos, los países que apoyan a Guaido, lo menos que pueden hacer, es pedir perdón o reconocer que se equivocaron , al auspiciar el estrangulamiento que quisieron aplicarle a Venezuela y que, en su aislamiento, pudo con la pandemia que tiene al mundo en un vilo de hundirse en su debilidad e impotencia, que han llegado al extremo de que tenga que importar gasolina de Irán, cuando es el país que tiene las reversas más grandes del mundo, pero la perversidad ominosa de Trump le congela todo, al no poderlo derrocar del gobierno.
Al quedar demostrado que el entramado de invasión se gestó en el gobierno de Trump, éste de inmediato se deslinda de esa frustración invasora y lo atribuyó a una campaña propagandista de Maduro, cuando las fuerzas de seguridad de Venezuela, habían detenido a Luke Denman y Airán Berry, ex soldados de las fuerzas especiales estadounidense, asociados con la firma de seguridad privada Silver Corp, con sede en Florida y el ex boina verde Jordan Goidrean, se adjudicó la responsabilidad de la operación Gedeón, donde se provocó la muerte de seis individuos y cinco detenidos. |
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