Los resultados del dos de junio nadie los esperaba, ninguno de los actores políticos, ciudadanos, dirigentes, ni el mismo presidente López Obrador; fue una sorpresa y golpe contundente a la oposición y a grupos simpatizantes de derecha.
El resultado los dejó sin aliento, si antes carecían de argumentos hoy están peor; la oposición se va desmoronando en una cruda realidad de sus falsas percepciones. La realidad les demostró que la ciudadanía está más avanzada ideológica y políticamente que ellos, sí, que todos los supuestos intelectuales, líderes de opinión, columnistas, comentaristas, locutores, gritones, en fin; todo aquel modelo rancio y apestoso que predominó fines del siglo pasado e inicios de éste ya está en el final de sus tiempos, baste escuchar y ver a Joaquín López Dóriga, Carlos Alazraky, Pedro Ferriz, Ciro, Chumel, en fin básicamente todos los personajes de la radio y televisión en cadena nacional mexicana son la misma nata maloliente.
Hoy tendríamos que agradecer a estos personajes, si a estos; de Grupo Fórmula, Imagen TV, Radio Centro, Televisa, Tv Azteca, Excélsior, El Universal, Reforma, en fin, usted los conoce muy bien y sabe de más de ellos, que durante seis años estuvieron defecando fuera de la bacinica y fermentaron un caldo de cultivo para ganarse el desprecio y desdén de los ciudadanos; su actuar las 24 horas de transmisiones por radio, tv y prensa escrita, incluso en redes sociales gano el rechazo puntual, pormenorizado, ciudadano por ciudadano, voto por voto, de la gran mayoría del pueblo.
Las campañas de mentiras y vulgaridades cosecho inversamente proporcional el efecto que pretendían. Hoy aún tienen rostro para seguir construyendo falacias.
La consolidación de un nuevo régimen que empezó en 2018 hoy es una realidad cada vez más consensuada en lo nacional, los cambios constitucionales serán una realidad porque fueron compromisos de campaña y antes fueron compromisos del gobierno saliente.
Nunca antes un cambio de gobierno había sido tan coordinado, sin sobresaltos, ni sorpresas; hoy el presidente saliente y la presidenta entrante recorren el país revalidando sus compromisos, y comprometiéndose más en base a realidades concretas. Los cambios definirán un nuevo modelo de justicia estructuralmente diferente al del viejo régimen. México está cambiando aunque aún se empeñen algunas minorías en denostarlo.
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