Van a tener que pasar varias semanas, meses o años quizá para que la oposición de derecha y ultraderecha logre asimilar, interpetar y comprender el significado de la marcha de éste domingo 27 de noviembre; Avenidas Reforma, Júarez, Madero, 5 de Mayo, Bellas Artes, el Hemiciclo a Juarez, la Estela de Luz, la glorieta de La Palma, El Caballito en fin, todas cubiertas al tope de ciudadanos marchando, celebrando, cantando, una verdadera manifestación expontánea de gusto por la marcha, aproximadamente de 1.5 a dos millones de personas solo en la CDMX.
Más de cinco horas tardó el presidente en marchar de el Ángel de la Independencia al zocalo, entre empellones, sin equipo especial de seguridad, sin protocolos de logística; a diferencia de sus opositores, empresarios o expresidentes que no pueden asistir a un lugar público sin ser rechazados por cualquier ciudadano.
Si la anterior marcha llamada “El INE no de toca” se convirtió en una marcha de odio hacia el presidente, hoy en ésta marcha del 27N la marcha de López Obrador es una marcha de cariño, solidaridad y amor del pueblo hacia el presidente.
Como siempre –sin guión, script o planificación, Andrés Manuel se fundió con el pueblo paseante, zigzagueando, saludando, contestando preguntas a gritos, fiel a su estilo. Varias cosas van a cambiar sin duda. Por un lado el ridículo de la oposición que, -aun contando con los medios nacionales tradicionales de radio, televisión y prensa impresa y millones de pesos de presupuesto para pago de conciencias a fines, empresarios reaccionarios- no puede permear, no prende, carece de figuras importantes y trata de captar algunos disponibles a la venta. Difícilmente va a enteder y cambiar. Si algo ha demostrado es su falta de análisis dialéctico del presente a partir de la historia nacional.
Mientras eso ocurre a una derecha sin ideología, sin principios y con un pasado de traiciones, López Obrador –que si entiende todo esto- habrá de reaccionar de alguna forma al ver que el movimiento que liderea, que él creo, se ha convertido en un verdadero movimiento de masas nacional, fuerte y con estricto conocimiento del papel que le ha tocado jugar. En la historia neacional quizá el movimiento de masas del cardenismo ayude a entender esto, sin embargo el movimiento de masas del obradorismo no es de un partido político, no es de una coalición de partidos, ni de corporaciones como el de Cárdenas, ni de una región en particular, es un legítimo movimiento de masas que cuenta con un líder auténtico fuerte, lo que demuestra que hay lopezobradorismo para rato, siempre y cuando cuente con buen liderazgo.
Un favor grande le hizo, le regaló la oposición bisoña a Obrador cuando desemboco su política pueril de odio en la marcha en defensa del INE, con falacias logró el enardecimiento de los ciudadanos para que ahora salgan y transformen el odio en amor por México; la desidia y el desinterés por los pobres y ancianos y por la información veráz, la transformen en apoyo a políticas de gobierno y estrategias de la Cuarta Transformación.
Hay LópezObradorismo para el futuro –sin duda- y eso es lo que ahora representa una gran responsabilidad para el líder y para el próximo presidente que nos gobierne. Hoy tenemos que entender que México y los mexicanos necesita más de AMLO. No puede terminar su período y aislarse en su finca de Palenque, Chiapas. Conozco a presidente y lo he seguido desde hace mas de 25 años y no me lo puedo imaginar aislado en una rictus de silencio perenne como monje budista, sin seguir los acontecimientos, sin informarse de los avances de México o por decirlo de otra manera, viendo como ambiciosos vulgares quieren regresar al pasado y conservar sus privilegios, incluso dentro de los poderes (legislativo, ejecutivo, judicial) Algunas cosas van a cambiar a aprtir de la marcha, incluyendo aquí la interpretación del presente en vísperas de un futuro a mediano plazo.
Quienes no quieran entender y se retroalimenten de mentras repetidas por medios tradicionales seguiran igual comprando monreales y perdiendo.
El lopezobradorismo en la marcha –con discurso de 98 minutos- fundó su ideario en lo que llamó Humanismo mexicano y que es síntesis de iniciativas, programas y plateamientos ideológicos de Andrés Manuel, ahora la pregunta es hasta donde es sustituible en el liderazgo y si existe el personaje.
@raulcaraveo
*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, ha sido analista de estudios económicos de PEMEX y Consejero electoral del IFE-INE de Quintana Roo de 2005 a 2015, ex asesor de la XIII legislatura de Quintana Roo, Corresponsal en México de La Prensa de Chicago, EEUU, escribe para Chicago, Illinois en www.laprensaus.com y www.vocesmigrantes.us y en México para www.insurgentepress.com.mx www.gobernantes.com www.quintanaroohoy.com www.revistadigitalqr.com.mx www.diarionoticias.mx www.sinlineamx.com
Por Raúl Caraveo Toledo @raulcaraveo
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