Por Raúl Caraveo Toledo @raulcaraveo
La desesperación los pone en evidencia, los encuera más de lo que ya estaban; Jorge Castañeda, Héctor Aguilar Camín, Leo Zuckermann, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret y continúe usted la lista; cada día la desesperación de ver que en los primeros 6 días de campaña la imagen y respuesta popular a Claudia Sheinbaum crece por donde pasa, mientras que las expresiones y actos de la candidata de estos “líderes de opinión” de la alianza PRI-PAN-PRD Xóchitl Gálvez simplemente no prende, va en decadencia con expresiones tan despreocupadas como absurdas, ridícula expresión de la risa de vergüenza que da la ignorancia, la estupidez, estulticia, en fin.
Xóchitl va en retroceso, de tontería en tontería, lejos de ganar puntos, pierde y este asunto es preocupante para sus impulsores originales, la cúpula de tres partidos corruptos (Alito moreno, Marko Cortes, Jesús Zambrano) dirigidos por Claudio X González están optando por envilecer y corromper de inicio el proceso electoral desde sus cimientos, ensuciar el proceso para luego descalificarlo; como opciones de inmediato están las campañas más sucias y difamatorias, provocar a las autoridades locales y al presidente López Obrador, promover la violencia, esto es utilizando sus medios de comunicación nacionales de radio y televisión.
Los resultados no son aún predecibles, ni hay la capacidad de blindar al cien por ciento el proceso electoral en cuanto a violencia y corrupción de medios, ni parece que los candidatos y estructuras de los candidatos de la alianza Morena-PVEM-PT en lo local tengan un proyecto para enfrentar esta variante. No parece que actúen coordinadamente –mientras que ellos los de la oposición si- entonces solo queda la paciencia e inteligencia del ciudadano común y corriente, como usted, como yo.
Hoy el proceso electoral es verdaderamente inédito, y no es una chiche, es la primera ocasión que un presidente de izquierda será sustituido por el voto –el voto ya es respetado uno por uno- el actual presidente jamás pactó ni con la delincuencia organizada, ni con los grupos de poder fáctico, como empresarios poderosos, consorcios nacionales vinculados con el exterior, o cárteles de drogas. Por el contrario en muchas ocasiones al retirarles privilegios el actual presidente AMLO ganó animadversión; el presidente no afectó concesiones como pudo haberlo hecho a cadenas de medios de comunicación. Sin embargo no alcanzó a reformar el poder judicial, ni el electoral y hoy estos se han convertido en madriguera de la oposición.
Envilecer el proceso electoral, descalificarlo e impugnarlo después es un gran riesgo y -por lo que yo en lo particular veo- es la ruta de desesperación muy peligrosa que incluso puede llevarnos a un magnicidio. Ni un solo mexicano de buena fe desea lo anterior, sin embargo los del bloque opositor están demostrando no saber perder, no saber reconocer su carencia de principios e inteligencia y estar dispuestos a todo.
Veo y escucho a “intelectuales”, “especialistas”, “líderes de opinión” de los medios nacionales concesionados por el Estado, y no alcanzo a comprender hasta donde llegan esas personas para tirar a la basura la poca dignidad y prestigio que alguna vez alcanzaron en muchos años de “trabajo”. Y Por otro lado su poco, muy poco amor por México.
Que engañados estábamos.
Gracias por su lectura y recomendación en redes sociales
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