Todos los Congresos de todos los países parlamentarios bajo regímenes democráticos tienen equilibrios y negociaciones internas bajo la premisa de obtener la mayoría y así definir liderazgos y aprobar iniciativas. Si en el caso actual del Congreso mexicano para que la fracción de Morena obtuviera cinco diputados más –provenientes del Partido Verde- y así la mayoría de 251 de 500, negociando el permiso del Senador-Gobernador Manuel Velasco para regresar al estado de Chiapas a terminar cuatro meses como gobernador y regresar a seguir siendo senador es un movimiento que incomoda, es absurdo.
Manuel Velasco es Gobernador electo constitucionalmente, el Congreso local de Chiapas discutió y autorizó los movimientos; el Congreso federal aprobó por mayoría. Entonces qué es lo que les tiene espantados. Dos votaciones; una negociación; mayoría determinante que evita coparticipación en la mesa directiva con el PAN; o que se haya hecho lo mismo que todos los congresos hacen y particularmente el mexicano –siempre hacía- pero en lo oscurito, sin la difusión y crítica grandilocuente de medios de comunicación.
Con lo anterior se viene abajo la Cuarta Transformación, tiene la culpa el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y lo afecta irremediablemente. ¡Sí, cómo no!
El diputado Gerardo Fernández Noroña, fiel a su carácter escandaloso y en busca siempre de cámaras y reflectores, intentó ingresar a el mensaje a la Nación del Presidente Enrique Peña Nieto, no lo dejaron entrar y para su mala suerte en ese momento llegaron Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres, éstos no lo metieron a la fuerza por la puerta; un evento privado de lucimiento personal de Peña Nieto, solo con valor publicitario, su festín de despedida.
Fernández Noroña irracional luego quiere discutir su desafortunada incursión en el Congreso, aun sabiendo que es increpando al líder de su bancada de mayoría; un segundo absurdo.
Más se desploma –otra vez- la Cuarta Transformación, AMLO igual tiene la culpa; o López Obrador no controló a Fernández Noroña o ya están peleados o Porfirio no le dio la palabra por instrucciones de López Obrador.
Que evento hará más daño a López Obrador; estoy seguro que ninguno, ambos se circunscriben en el ámbito de las facultades del poder legislativo federal y local de Chiapas; las actividades de Gerardo Fernández Noroña son muy a su particular estilo sin violentar la ley. La independencia de los poderes y el equilibrio que entre ellos se dé sobre el camino de la transparencia, así como la participación activa de los medios de comunicación también enriquecen.
Un incrédulo comentarista de noticias como Leo Zuckermann y José Cárdenas ahora con juiciosos análisis acomodados a su particular visión de nueva oposición desde el uno de julio, también abonan a favor de la Cuarta Transformación. Y ni cuenta se dan.
No olvidemos que del seno del viejo régimen está surgiendo lo que será el nuevo régimen, los políticos reciclados, los críticos reciclados algunos, los liderazgos de viejos partidos también participan. Lamentablemente no podríamos traer legisladores de Júpiter o Saturno, ni siquiera de Australia. Con éstos bueyes hay que arar.
Vendrán más cambios, más encontronazos, más diferendos; solo no olvidemos que asi como está, tal cual el país, así es como lo construimos nosotros mismos en los últimos cien años.
Gracias por su lectura y recomendación en twitter y facebook
@raulcaraveo
*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, ha sido analista de estudios económicos de PEMEX y Consejero electoral del IFE-INE de Quintana Roo de 2005 a 2015, ex asesor de la XIII legislatura de Quintana Roo, Conalep Quintana Roo, escribe para www.sdpnoticias.com www.insurgentepress.com.mx www.gobernantes.com www.revistadigitalqr.com.mx www.todoincluidolarevista.com www.noticaribe.com y en Chicago ce www.laprensaus.com y www.vocesmigrantes.us |
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