Por Raúl Caraveo Toledo @raulcaraveo
Enrique Quintana no es cualquier periodista; de 60 años, Enrique Gerardo Quintana López es Director General Editorial de EL Financiero, antes lo mismo en Grupo Reforma; Grupo Radio Centro; de Entorno en Stereo Rey y Enfoque en Stereo 10. Considerado el número 232 de los 300 líderes de opinión de México.
Aunque lo suyo –por formación- es la economía, obviamente su participación política es determinante en su medio donde dirige la orquesta compuesta por Pablo Hiriart, Jorge Berry, Darío Celis, Raymundo Riva Palacio, Salvador Camarena, Macario Schettino, Juan I. Zavala, y otros animosos “profesionales”.
Enrique Quintana quizá sea el menos indicado para:
i) Pedir al Presidente Andrés Manuel López Obrador que no polarice;
ii) Considerar que en los últimos meses el discurso del Presidente ha sido polarizante;
iii) Considerar a título personal que “El tono de la exigencia presidencial de definiciones es peligrosa pues deja en calidad de adversario, o incluso enemigo, a quien no sea incondicional.” https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/enrique-quintana/no-a-la-polarizacion-que-pide-amlo
Quintana coordina un grupo –que no el principal- de adversarios sistemáticos al Presidente López Obrador o a cualquiera de sus colaboradores y naturalmente a sus medidas, iniciativas y programas; absolutamente todos los días mediante El Financiero no vacila ni descansa, llegan al insulto (Quintana es el más inteligente y educado, pero es el jefe) Nunca la sección editorial y de opinión ha dado la mínima duda razonable o beneficio de la duda; jamás. El Financiero y Enrique Quintana están asqueados de su propio veneno proveniente de Hiriart y Riva Palacio, contaminados –casi estado de coma- y ahora quieren responsabilizar al objetivo de su denostaciones.
He leído El Financiero desde hace muchos años y en los últimos tres años ha sido particularmente nefasto pues tomó partido y ahora es un pasquín ideológico al servicio de sus clientes, anunciantes y relaciones de poder que ya se quedaron sin poder.
El Presidente López Obrador ejerce su derecho de réplica, solo que como Presidente tiene todas las mañanas de lunes a viernes; hoy sus secretarios de despacho cuentan con todas las tardes, Luisa Alcalde, Víctor Manuel Toledo, Graciela Márquez, Irma Eréndira Sandoval, Víctor Villalobos, María Luisa Albores, Jorge Alcocer, Hugo López-Gatell, y un largo etcétera; para informar, aclarar y responder. Como nunca antes había fluido la información del Gobierno al ciudadano. Por cierto en medios públicos del Sistema Público de Radio y Televisión es decir sin ocupar medios privados, o sea sin darles pago o contratos de publicidad extra inflados por millones de pesos, se les acabó esa bolsa.
Lamentablemente la kakistocracia de los medios tradicionales se quedó fuera, se eclipso, acostumbrada a los poderes que daban las “relaciones” cercanas al poder o a los “trascendidos” por tener ligas con algún funcionario, todo bajo pago de millones de pesos. No estaban acostumbradas a las respuestas, ni al debate.
Eso se acabó hoy y lo sentimos mucho, pero eso precisamente hizo un gran daño a la prensa, la prostituyó por completo, dejó a un lado la ética, el profesionalismo, la moral, la honestidad y en eso se llevó de calle la pretendida o buscada objetividad.
Estimado Enrique Quintana, no soy economista, soy politólogo y cuento con 40 años de colaborar en medios libremente –sin pago de por medio- es decir soy por 40 años un articulista aún amateur, a mucha honra y varios años he sido profesor de periodismo de la Universidad Veracruzana.
Me tomo el tiempo –con todo respeto- de aseverar que su artículo publicado hoy es una aberración para el periodismo de investigación, para el periodismo profesional; es fiel sin embargo a la trayectoria de noticias falsas y notas tendenciosas que acercan su periodismo a Chumel, Cayo de Hacha, Brozo, etc.
El affaire Jalisco-EnriqueAlfaro-GiovanniLópez que hoy destaca como un producto marginal las relaciones de Enrique Alfaro con Enrique Krauze y los millones pagados por “declarar bien del Gobernador de Jalisco” muestra de cuerpo entero su periodismo en vías de extinción.
El mundo ya cambió. El Presidente hoy no es un monigote guapo, tampoco es un alto-vacío, bienvenida la crítica y la réplica, el debate, incluso sin argumentos y razonamientos lógicos, bienvenidos todos; al final las definiciones pondrán en su lugar a cada uno y a cada medio.
EL 2018 fue una lección democrática, pero muchos no la entendieron, no pasa nada vendrán más lecciones, y más definiciones.
En el fondo de todo no se trata solo de definirse a favor o en contra del Presidente o de la 4T, se trata de definirse por principios, valores, proyecto de nación, proyectos de vida, crear una nueva realidad a partir de la que contamos.
Si alguien ha polarizado y mentido en medios nacionales son ustedes periodistas corruptos.
Gracias por su lectura
@raulcaraveo
*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, ha sido analista de estudios económicos de PEMEX y Consejero electoral del IFE-INE de Quintana Roo de 2005 a 2015, ex asesor de la XIII legislatura de Quintana Roo, Conalep Quintana Roo, escribe para www.sdpnoticias.com www.sinlineamx.com www.gobernantes.com www.revistadigitalqr.com.mx www.todoincluidolarevista.com www.noticaribe.com www.insurgentepress.com.mx y en Chicago, Illinois en www.laprensaus.com y www.vocesmigrantes.us |
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