Los agoreros del tamal ya están contentos, el zacahuil preparado para Marlon Eduardo Ramírez Marín, está hecho y aunque digan que salió bien, no se dan cuenta del daño que le hicieron a lo que queda del Revolucionario Institucional en Veracruz; un padrón estimado en más de 160 mil militantes y del cual sólo votaron unos 12 mil, nos dice que, mientras los neo líderes del tricolor en Veracruz se sigan peleando por el cadáver que quedó, no le van a dejar ni las tripas, ya que lo que están provocando es otro cisma al interior de ese instituto político, gracias a la participación de gente que, ni siquiera es priista y está en busca de un objetivo personal. Ramírez Marín, en su conferencia de prensa, ni siquiera fue capaz de explicar cómo van a buscar la reconstrucción de un gigante muerto, por el contrario, dejó en claro que, lo que sigue es mayor división, renuncia de quienes fueron verdaderos líderes y hoy, gracias a jugadas como la que puso a Marlon en la dirigencia, un instituto político sin militancia y sin ganas de buscar una candidatura para lo que sea puesto que, en la elección que viene, si creen que van a obtener una curul por la vía uninominal, con esa votación de casi 12 mil gentes, a lo más que pueden aspirar es a una regiduría, aunque sea la once. El ex funcionario del fidelduartismo en Veracruz, se ha convertido en un empleado más de personas ajenas al PRI, la derrota de Héctor Yunes garantiza que, el PRI está acabado, la escasísima participación de la militancia, que ahora pasará a ser botín de unos cuantos, nos habla de que, en Veracruz, finalmente ha muerto el gigante, en medio de los más terribles estertores provocados por aquellos que, más que cualquier otra cosa, ansían el poder económico y son capaces de cualquier cosa para conseguirlo. Marlon Eduardo Ramírez Marín, regidor onceavo del ayuntamiento de la ciudad y puerto de Veracruz, encargado de las comisiones de Asentamientos Humanos, Fraccionamientos, Licencias y Regularización de la Tierra, representa un buen aliado político para aquellos que ven en el derrumbe del PRI, una posibilidad de volver al poder. La visión no es difícil de imaginar, Ramírez Marín quería llegar, pero no contaba con los medios para tal empresa, el capital político que posee, lo llevó a ocupar una regiduría pero no era suficiente para alcanzar la dirigencia pero dada la cercanía con ex funcionarios ajenos al PRI, no es difícil suponer lo que se dijo para que alcanzara la dirigencia de ese partido. Por eso es difícil para él explicar cómo va a conseguir revivir al gigante, cómo va a lograr la unidad al interior si, quienes todavía tienen puesta la camiseta, no van a trabajar para quien, de una u otra forma, es un empleado más de aquellos que ven en el hundimiento del PRItánic, la mejor oportunidad para regresar al poder, apoyado por aliados que ayudan a destruir aquello que, durante más de 80 años, se mantuvo vigente, hasta que comenzó a proliferar la gente que sólo busca el interés personal, por sobre el colectivo, aunque el ex funcionario Fidel-duartista lo niegue rotundamente.
Por otro lado, a casi cinco días del asesinato de la presidente municipal de Mixtla de Altamirano, los veracruzanos no dejamos de padecer la violencia y ahora también, el encono que hay entre el gobernador y el Fiscal pues, mientras el primero asegura que la fiscalía ya sabía “pelos y señales” de quiénes eran los responsables de las amenazas y posterior muerte de la presidenta municipal, el Fiscal no actuó en consecuencia. “Los asesinos de la alcaldesa saben que cuentan casi con un aliado en la Fiscalía, porque no hace nada, año cuatro meses, en un pueblo, no es posible que las autoridades no sepan quiénes están delinquiendo y sucede esto a pesar de que la alcaldesa denunció ante la Fiscalía con pelos y señales quiénes eran los que la estaban acosando, y la estaban presionando y amenazando de muerte”, dijo el mandatario veracruzano en entrevista radiofónica. Por su parte, el Fiscal, también en conferencia de prensa, le responde al titular del ejecutivo a través de los representantes de los medios de comunicación diciendo que, si el gobernador tiene información, que la comparta, sólo así se podrá dar más rápido con los victimarios. Y entre uno y otro, nos mantienen a los veracruzanos, crucificados entre la inseguridad y la mala implementación de la justicia.
Mientras tanto, la ciudad de Xalapa, la capital del Estado, comienza a ser, una vez más, el escenario de diversas manifestaciones de inconformidad o simplemente, para poner de manifiesto la ineptitud de las autoridades municipales y estatales pues, por un lado, en el ayuntamiento de Xalapa, no da una y continúan los yerros del doctor Hipólito regresando recursos a la federación, que no se aplicaron porque no sabían o simplemente, porque no supieron como llevárselos a la bolsa. Los constantes señalamientos de los regidores de oposición como Osbaldo Martínez Gámez, dan cuenta del pésimo desempeño de la administración pública municipal, en todas las áreas y la devolución de recursos, así como la nula infraestructura pública municipal, nos dicen que, el error de los ciudadanos nos está costando muy caro, aunque ahora se sepa que, quien está manejando al títere que está como presidente municipal de la capital, sea también, quien quiere imponer su autoridad por encima de la del gobernador y erigirse, para ello, en el súper poderoso delegado federal que controle (O al menos eso pretende) hasta los clips que se compren y donde. Mientras esto ocurre, ni la visita de López Obrador a Minatitlán, en medio del más fuerte operativo de seguridad de que se tenga historia, ha sido suficiente para levantar la imagen de un gobernador que está, más preocupado en sus asuntos personales, que en el bienestar de los veracruzanos y así lo demuestran sus actos y declaraciones, la más casual y variopinta, refiriéndose a que, no se puede arreglar lo que otros descompusieron, sin tomar en cuenta que, tuvo tiempo más que suficiente, para elaborar un verdadero plan de desarrollo para el Estado que, entre otros aspectos, considerara, la disminución del índice delictivo y el crecimiento económico. Pero entre poner amigos al frente de secretarías y colocar a familiares en puestos clave de la administración pública estatal, el primer mandatario de Veracruz, no se da cuenta del daño que le causa a sus gobernados que, conforme pasa el tiempo, más se van a seguir manifestando, por el enorme descontento que ocasiona el haber votado por quien no cuenta con la experiencia política suficiente para gobernar y que no es capaz de rodearse de gente que sepa hacer las cosas.
Y mientras todo esto ocurre, el circo que se armó en Minatitlán para silenciar voces en Veracruz, no fue más que una llamarada de petate pues, en cuanto se fue el presidente de la República, los supuestos encargados de meter orden en esa zona de la entidad, también se fueron, desaparecieron más rápido que como llegaron, la Guardia Nacional se ha convertido, ahora, en un motivo más para que, las manifestaciones de repudio, comiencen a crecer de forma real y en otras, siendo el pretexto ideal para terminar de desprestigiar a un gobierno que, a pesar de traer la bandera de la honestidad y el combate a la corrupción, siguen haciendo exactamente lo mismo que sus antecesores y peor aún porque, por lo menos, los antecesores, hacían que hacían, aunque en realidad no hicieran nada y los morenos, ni hacen ni permiten que otros lleguen a hacer.
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