Antes de iniciar con nuestra columna, la cual ha estado apareciendo irregularmente, debo agradecer a todos los amigos que han estado al pendiente de mi salud y que se han preocupado por saber en qué situación me encuentro; al día de hoy, todavía no me han dado de alta de un padecimiento cardiaco, sin embargo, estoy haciendo un gran esfuerzo por mantenerme en la línea de lucha y seguir en la brega para que, la enfermedad cardiaca que me aqueja, aunque sé que no es nada sencillo, sea algo que me permita continuar entre tantos y tan buenos amigos como los son, todos ustedes. Muchas gracias por estar al pendiente de mi salud; no estoy bien, pero estoy esforzándome por mejorar.
Entrando en materia, durante un buen tiempo, desde que Hipólito Rodríguez Herrero tomó protesta en el ayuntamiento de Xalapa como presidente municipal, no hemos escuchado ni leído otra cosa que no sean los yerros del doctor –lo cual es una pena por el grado académico, ya que demuestra una total ineptitud- al frente de la administración municipal.
Desde aquella trágica frase de que no hay perfiles que cumplan los requisitos, hasta el momento en el que, el Doctor Hipólito le echa la culpa a un programa de computadora que, desde nuestro parecer, no se maneja solo, de una increíble diferencia de poco más de cien millones de pesos en el presupuesto municipal ¡Qué bueno que en Xalapa no había perfiles para ello!
Lo que tampoco se nos hace bueno, es la postura del Doctor frente a los acontecimientos de los últimos días, después de una protesta a modo que le organizara el regidor tercero, Rafael Pérez Sánchez, donde Hipólito, perdón, el Doctor Hipólito salió a hablar con los manifestantes y se vistió de héroe, sin darse cuenta de que esa fue su perdición política, hasta la aparición en donde, junto al gobernador de Veracruz, avala, como presidente municipal de la capital del Estado y emanado del partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, la entrega de despensas en época electoral, por parte del actual gobierno estatal.
Yerros más, yerros menos, lo cierto es que, a pesar de tener que estar al frente de la administración pública, lo que exige el cien por ciento de tiempo para los xalapeños, el Doctor Hipólito Rodríguez Herrero, presidente municipal de la capital de Veracruz, no pidió permiso, sin goce de sueldo, a su plaza como investigador en la Universidad Veracruzana, amparándose en la ley ¿Qué le parece? Junto con la sindica, Ivón Cisneros, también académica de la UV y que tampoco pidió permiso SIN GOCE de sueldo de su plaza en la Universidad.
Situación que varios regidores si hicieron patente desde la segunda reunión de cabildo, argumentando dos cosas sumamente importantes: Los xalapeños se merecen atención TODO el tiempo y COHERENCIA entre el pensar, decir y hacer; el Doctor Hipólito, con ese grado académico tan rimbombante, ha demostrado, al día de hoy, una completa ineficacia para hacer las cosas al frente de la administración pública municipal.
Por el contrario, lo que si ha demostrado, es que algo le está aprendiendo a su aliado el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares y es: Repartir Culpas para disfrazar la ineficacia; obviamente, lo que el Doctor Rodríguez Herrero no sabe y no sabrá si no se aplica, que cuatro años se pasan muy rápido y lo que tiene que hacer es, ponerse a trabajar, crear un plan municipal de desarrollo que sea eficaz y que brinde certeza a la ciudadanía xalapeña pero, sobre todo, tiene que demostrar que López Obrador no se equivocó al ponerlo como alcalde de la capital, pues no lo eligió la ciudadanía, y para quedar bien con su líder moral, debe poner manos a la obra inmediatamente, comenzar a entregar las recaudaciones que exige Morena (el predial, el agua, la basura, entre otros rubros) porque la elección que viene requiere de mucho dinero para que gane Andrés Manuel López Obrador y en el caso del Doctor Hipólito Rodríguez Herrero, no se ve acción por ningún lado y sí, todo lo contrario a lo que se predica en su partido.
Por fortuna, no todo en Morena es malo, creemos firmemente que Ricardo Ahued Bardahuil, quien va por la segunda fórmula para el senado, será un digno contendiente para cualquier otro candidato, del partido que sea; no hay que olvidar que, Ahued Bardahuil nunca estuvo afiliado al PRI y cuando fue diputado federal, votó en contra las reformas propuestas por Enrique Peña Nieto.
Ahora, la oportunidad de demostrar que Ahued sí, puede y sabe cómo, está a la vuelta de la esquina, vemos con muy buenos ojos esa postulación y creemos firmemente en el único diputado, el único hombre que, desde la máxima tribuna del Estado de Veracruz, condenó severamente la agresión sufrida por los jubilados y pensionados del Instituto de Pensiones del Estado, por las manos criminales de quienes hoy, por fortuna, están en la cárcel y esperamos que sea, por mucho rato.
Junto con él, vemos también que la diputada local Daniela Griego trae tablas y sabe cómo se hace la política, sabe mover los entre hilos de la legislación pero, sobre todo, sabe cómo hacer contrapeso a quienes, de pronto, se han convertido en un lastre, más que en un avance, para el partido que llegó, en un momento determinado, a simbolizar la esperanza de México. |
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