A 24 días que deje el cargo Miguel Ángel Yunes Linares, diputados federales de Morena piden que se revivan las denuncias que se presentaron en su contra una vez que dejó de ser director general del ISSSTE y otra que promovió el entonces gobernador Javier Duarte. Nadie duda que los de Morena van con todo, pareciera que están más interesados en la venganza que pensar en su famosa cuarta transformación. Por la forma en que están actuando más bien parecen impulsar una transformación de cuarta. En Xalapa, el abogado Jorge Reyes Peralta acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) para denunciar a Yunes Linares, a Jorge Winckler, Marcos Even Torres y hasta a Luis Eduardo Coronel Gamboa.
En el Congreso local, los diputados de Morena continúan deshojando la margarita para nombrar al coordinador y líder parlamentario. Se dice que Javier Gómez Cazarín tiene el respaldo de por lo menos 18 de los 29 legisladores de oposición, es decir, de los tres partidos que fueron en alianza: Morena, Encuentro Social y Partido del Trabajo. No parece suficiente y por lo menos ayer en la toma de protesta, se notaba el descontento de algunos legisladores pues algunos aceptan las sugerencia de sus dirigencias nacionales y otros no quieren despegarse del gobernador electo, Cuitláhuac García. Sea una cosa u otra, el inicio ha sido complicado, pues algunos pensaban que el líder de la bancada de izquierda sería José Manuel Pozos Castro.
Algo es cierto y es que la bancada del PAN está en una situación complicada. Podrían no ser siquiera la balanza en la toma de decisiones en el Congreso local. Parece que los diputados de Morena les aplican la misma fórmula que les hicieron a ellos. La fracción está dividida. Sergio Hernández, Bingen Rementería, Monserrat Ortega y Omar Miranda son gente de confianza de Pepe Mancha. Enrique Cambranis está codo a codo con Joaquín Guzmán Avilés y el resto no sabe qué dirección tomar. Existe el riesgo que si gana el famoso “Chapo” de Tantoyuca, se acerquen a Morena sin dejar de lado su militancia. La alianza sería convenenciera, únicamente.
Igor Rojí, presidente municipal de Orizaba está en problemas. Con todo y que ha sido parte de la gran transformación de esa demarcación, no las tiene todas consigo debido a que este jueves, para no variar, los diputados de Morena solicitarán juicio política y no sólo podría ser desaforado, sino que hasta iría a la cárcel, pues los morenos alegan que fue cómplice de Juan Ramón Herebia, a quien no despidió cuando se le señaló como el responsable del asesinato cometido contra dos maestros, quienes fueron ejecutados por policías municipales. El asunto ha ido en grande y ya es nota nacional. Con Morena en el poder, no se ve un futuro halagador para Rojí, quien es un hombre muy querido en ese lugar, muy al estilo de Ricardo Ahued, pero que carga con el lastre de haber llegado por el PRI. Ojala que Morena no se dedique a la cacería de brujas, pues parece que es su único objetivo.
Colaboradores del alcalde de Emiliano Zapata, Jorge Mier, quien llegó auspiciado por el partido Morena, denuncian que el edil se autorizó un salario mensual de 120 mil pesos y varios de sus directores apenas y ganan 10 mil pesos.
De ser cierto esto, se confirmaría que Mier actúa impunemente y con incongruencia ya que su salario no es precisamente austero y ello contraviene a lo que tanto ha pregonado su jefe, Andrés Manuel López obrador, quien se comprometió a combatir la corrupción y que todos quienes tuvieran un cargo vivirían con austeridad. Nada ha sido cierto, hasta ahora.
Las presiones de Antorcha Campesina y otros grupos de vendedores informales podrían ocasionar un enfrentamiento con elementos de la Fuerza Civil en Coatepec. En los últimos días, algunos vendedores se colocaron a la orilla del mercado “Miguel Rebolledo” y fueron quitados de allí. Los locatarios aseguran que hay una propuesta para que ellos salgan a colocar puestos y así evitar que los informales lleguen a establecerse. Parece un problema sin solución. Ojala y que reine la cordura pues la instalación de ambulantes a una cuadra de palacio municipal no da precisamente una buena imagen, sobre todo para un lugar que ha mantenido con las uñas su denominación de “Pueblo mágico”.
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