Veracruz, al día de hoy, cuenta con una descomposición terrible de su tejido social y a Cuitláhuac García Jiménez, eso parece importarle muy poco y con ello, demuestra que, los veracruzanos, le importamos un carajo. Tuvo 2 años 6 meses para, rodeándose de gente capaz y competente, crear un plan para combatir la contingencia por la que estamos atravesando, resultado de varias administraciones desastrosas, principalmente, las de los últimos 14 años. Pero el hoy gobernador sólo se preocupa porque llegue el sábado. No pone atención en las serias necesidades de la sociedad de su entidad. Quizá, el que fuera el payaso más querido por López Obrador durante su anterior campaña, pensó que, con la llegada a la presidencia de su mesías, las cosas se resolverían como por arte de magia, gracias sus ocurrentes declaraciones. Para que un Estado funcione bien, debe atenderse profundamente, basándose en cuatro ejes principales: Economía, Salud, Educación y Seguridad Pública.
El desempleo en nuestra entidad, ya no es un fantasma, sino la maldición que padecen miles de veracruzanos quienes, al no encontrar fuentes de trabajo, tendrán, por necesidad, que pasar a engrosar las filas de la delincuencia, organizada o no. Al disminuir el número de asalariados, muchos lugares se ven en la necesidad de cerrar sus puertas, esa situación genera, obviamente, más desempleo y al no haber recursos, aumenta la necesidad, al aumentar la necesidad, se hace necesario buscar la manera de proveer y en esa búsqueda, se van perdiendo miles de oportunidades de desarrollo social sustentable, propiciadas por un gobierno ávido de venganza con claros tonos de ineptitud, generando un círculo vicioso del que no se ve la forma de salir, sobre todo, cuando es el gobierno el que propicia el despido masivo de empleados.
En la secretaría de salud, las cosas apestan, es un cadáver en franca descomposición; hay un claro enfrentamiento entre los empleados heredados por la pasada administración yunista y los de nuevo ingreso de la administración morenista. Los empleados anteriores, saben hacer negocios y bien, tanto lícitos como ilícitos e incluso, se dan el lujo de “silenciar” a los medios de comunicación, gracias a las generosas aportaciones que les hacen, léase: “embutes”. Resultó una canallada dejar como titular, a un médico de “reconocido prestigio”, pero que coloca a sus familiares a diestra y siniestra dentro de la dependencia. Peor cuando, hay voces al interior de la misma, que señalan a empleados que, por ejemplo, poseen talleres o negocios en los que, se repara o auto repara a vehículos de esa secretaría y cuyo costo, se carga o cargaba a la tesorería de la misma. Otro ejemplo: TODA la papelería oficial, tiene la imagen de la administración pasada, a sabiendas de que, este gobierno, no la utiliza. Es obvio que esto lo supieron el anterior secretario de salud y el propio Yunes; esta papelería, sin duda, se va a ir a la basura, aquí, lo interesante radica en saber ¿Quién se está beneficiando con la impresión de la enorme cantidad de papel que requiere la multicitada secretaría? Sin duda, una de las constantes que se encontrarán ahí, si se audita como debe ser, radica en las adjudicaciones directas, que, podría decirse, se hacen con el fin de agilizar la administración pública, pero sin duda, las que se están haciendo para los bienes y servicios adquiridos, fueron ofertadas a precios exorbitantes, en beneficio de aquellos que, de alguna manera, siguen teniendo el control de la dependencia, ante la ineficacia, ineptitud y desconocimiento en el manejo de la misma, de los de nuevo ingreso. Sin duda, hay gente que llegó con ímpetu y todas las ganas de trabajar, pero, entre los funcionarios que aún quedan del pasado y los de nuevo ingreso, no hay acuerdo para hacer las cosas y, ni trabajan, ni dejan trabajar, pero ambos bandos se sienten protegidos por sus respectivos “patrones”. Tal pareciera que, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, sigue “cuidando” a funcionarios que están incrustados en la susodicha secretaría mientras que, los de nuevo ingreso, se sienten “influyentes” y protegidos por funcionarios del actual gobierno estatal y que, sabemos, son gente muy cercana al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, por eso es que, los nuevos, se sienten intocables y hacen lo que se les antoja su regalada gana; el colmo de los colmos de todo esto, es que el problema radica en los riesgos que se siguen dando, los nuevos, llegan para hacer buenos negocios mientras que, los anteriores, están más que dolidos, por haberse quedado sin los jugos que dejan estos mientras que, por ningún lado podemos ver, una estrategia para hacer más eficiente el área de salud.
La secretaría de educación, por otra parte, se encuentra hecha un caos, debido a la ineptitud de su titular, Zenyazen Escobar García, un personaje al que, desde Córdoba, ligan con extrema cercanía, al gobernador Cuitláhuac García; Escobar García, al fungir como vocero del MMPV de esa demarcación, estuvo patrocinado por quien hoy ocupa el cargo de Directora de Recursos Humanos, además, el titular de dicha dependencia, colocó a Adrián Mota Montoya en la Dirección de Delegaciones Regionales quien, fiel a la vieja usanza priista, no dudó en colocar a familiares en la delegación Coatzacoalcos, situaciones que, desde la semana pasada, ya le están pesando al novel titular de una de las más importantes secretarías del gobierno de Veracruz pues, maestros del SNTE y el Movimiento Magisterial Popular Veracruzano (MMPV), ya le han tomado las instalaciones y existe la amenaza y riesgo de que, esta semana, se la vuelvan a tomar, debido a diversos factores que van, desde las imposiciones, hasta el desconocimiento de la operatividad del área, todo, gracias a que, Zenyazen, llegó a esa área, gracias a que promovió al hoy gobernador entre los maestros disidentes del MMPV que hoy, le buscan cobrar la factura ¿Así, cómo va a avanzar la educación en Veracruz?
En Seguridad Pública, Veracruz ha sido el foco de atención a nivel internacional, gracias a que, grupos delictivos, atacaron en reiteradas ocasiones, los cuarteles de la policía estatal y la fuerza civil, además de realizar bloqueos a carreteras en diversos puntos del Estado y colocar mantas, también, en diversos municipios de nuestra entidad. Hugo Gutiérrez Maldonado, titular de dicha secretaría, está sin saber qué hacer ante tal situación ¡Y no es para menos! No contamos con gente capacitada para enfrentar este tipo de contingencias y mucho menos, con una estrategia que defina como se va a combatir a este tipo de delincuencia que está haciendo presa de las y los veracruzanos. Ahora resulta que, en un afán por protegernos de ellos, no podemos salir de nuestras casas y eso, nos hace prisioneros del miedo que están generando debido a la falta de una estrategia que combata eficazmente a quienes hoy, nos tienen dominados por el miedo; ya no podemos estar seguros ni en casa debido a las posibles llamadas de extorsión, los secuestros virtuales, los robos de identidad, de nuestro dinero en monederos electrónicos; miedo a salir a la calle y se desate una balacera, nos asalten violentamente, nos golpeen o peor, nos lleguen a matar porque tampoco traemos dinero y en eso, quienes se ocupan de proporcionarnos la seguridad pública, no han hecho nada para remediarlo. No podemos creer que, con la riqueza con la que cuenta el Estado de Veracruz, no alcance para pagar expertos que vengan a enseñar a nuestras policías en el combate a este tipo de delincuencia; no se puede creer que no haya dinero para que, quienes tienen la experiencia en estos casos, vengan a Veracruz para crear un plan estratégico e integral para hacer frente a las organizaciones criminales. Los veracruzanos no podemos seguir viviendo entre el miedo y la zozobra que provocan los grupos delincuenciales y mucho menos, podemos permanecer como espectadores o a la espera de la protección que tanto necesitamos porque, no hay gente capaz de hacer las cosas. No es posible que nos esté sucediendo todo esto a causa del miedo y la ineficiencia de nuestros cuerpos de seguridad pública y los responsables del área.
Y otro que no da una es, sin duda, el presidente municipal de Xalapa, Pedro Hipólito Rodríguez Herrero quien, mediante un documento oficial, ha mandado a cobrar, de manera inmediata, el servicio de agua al Heroico Cuerpo de Bomberos. El Doctor, centrado en los temas de Desarrollo Sustentable, Medio ambiente y otros temas afines, no sabe que, lo básico para apagar un incendio es ¡El agua! A poco más de un año de estar al frente de la administración pública municipal, no ha presentado, ni siquiera, un programa de reordenamiento urbano, un plan de protección civil, en caso de presentarse alguna catástrofe de incalculables dimensiones en la capital del Estado; Hipólito Rodríguez Herrero no ha sido capaz de no proveer del equipamiento adecuado, apoyo técnico, vehículos en buen estado, incluir en un programa integral de protección civil que contemple contingencias graves como sismos, incendios, fugas de gas o combustibles a los diversos cuerpos de emergencia que hay en Xalapa. No se ve que, el ayuntamiento, tenga un plan que coordine a los diversos hospitales, brigadas de auxilio, bomberos, rescatistas; un programa integral que, además, provea recursos materiales necesarios para enfrentar contingencias, equipo técnico, herramientas, vehículos en buen estado, capacitación constante para todos ellos, involucrando a los hospitales privados y a los pocos vehículos aéreos que puedan ser utilizados como ambulancias o cisternas. No podemos creer que, en la capital del Estado de Veracruz, la Protección Civil (PC) no sea un tema de vital importancia, a tal grado que, el ayuntamiento, en lo único que piensa es, en cobrar el agua a los bomberos, en lugar de proveer de lo necesario para que, tanto los bomberos como los demás cuerpos de rescate involucrados en el tema de PC, se encuentren suficientemente preparados y listos para enfrentar cualquier contingencia, de la magnitud que sea ¿No les parece?
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