Comenzamos el año mal y de malas para el principal ayuntamiento del Movimiento de Regeneración Nacional en Veracruz: Xalapa. La capital, presenta un subejercicio de más de 600 millones de pesos, resultado del pésimo trabajo del doctor Pedro Hipólito Rodríguez Herrero; es tal el yerro del presidente municipal, que ha ocasionado rumores acerca de su salida ya que, desde su llegada a la administración pública municipal, Rodríguez Herrero no ha hecho otra cosa que pelearse con los ediles de diferente extracción partidista, olvidando que él, primero fue candidato del Partido del Trabajo, antes que del Morena. Después, ha logrado echarse en contra a más de un sector social con sus medidas extremas para que “florezca Xalapa” y no ha hecho otra cosa que, dejar que las condiciones de infraestructura y obra pública de la capital, pasen de estar descompuestas y ahora sean inservibles, demostrando con ello que, como presidente municipal, definitivamente, no sirve. El diputado José Manuel Pozos Castro, presidente de la mesa directiva en el Congreso de la entidad, en conferencia de prensa señaló al respecto que, no se sabe si es uno o varios los ayuntamientos con subejercicio, pero la legislatura va a actuar en consecuencia, sin importar la filiación partidista y directamente en contra de los responsables de los malos manejos de los recursos de los veracruzanos. Pozos Castro señaló que se van a auditar las cuentas de los ayuntamientos veracruzanos, y se va a castigar a los responsables de los errores que aparezcan caiga quien caiga, sin importar la ideología a la que pertenezca. Y ya que hablamos de ayuntamientos e ideologías de partido, ayer mismo, Pozos Castro dio a conocer que 132 ayuntamientos votaron a favor de la remoción del Fiscal General del Estado Jorge Winckler Ortíz, lo interesante radica en que, 52 de esos votos a favor, son de ayuntamientos emanados de la coalición PAN-PRD, misma que llevara al triunfo a Miguel Ángel Yunes y también, la que no logró hacer que Yunes Márquez, fuera gobernador.
Por cierto, ayer en la sesión del Congreso, la diputada Gamboa fue el blanco de la crítica pues olvidó, en su afán protagónico y de defensa de lo indefendible, meter, junto con Sergio Hernández Hernández, un baño portátil al recinto legislativo con la intención de dañar la imagen de Morena, a quien acusó de tener los baños de damas en mal estado, cosa que muchos interpretaron como: “le dio flojera subir las escaleras”, desafortunadamente para la congresista, los documentos dicen que, el presupuesto de poco más de 7 millones de pesos para componer los baños de dicho poder, fueron ejercidos por Sergio Hernández Hernández, entonces titular de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), ante una convocatoria para licitación que hiciera Juan Nicolás Callejas Arroyo en la legislatura LXIII y que no logró cumplir por falta de tiempo; por ello, mostrando su protagonismo y total desconocimiento de la agenda legislativa, tanto la congresista Gamboa como Sergio Hernández Hernández que tuvieron “todo el poder” en la LXIV Legislatura, se vieron mal y fueron tratados peor en las redes sociales, como dice la canción ¿Y todo para qué?
No sabemos todavía que va a resultar del cierre de las válvulas de Pemex, lo que si estamos viendo es una gran solidaridad por parte de un sector de la sociedad y un descontento por parte de otro sector, con la medida tomada por López Obrador; la solidaridad debido a que, el presidente está combatiendo la corrupción y lo está haciendo de raíz “vamos por los huachicoleros”, incluso, de forma indirecta, afirma no tener cómo probarlo pero, el mismo Vicente Fox fue uno de los principales traficantes de combustible del país en su momento; el sector en desacuerdo es aquel que, no se acostumbra o no quiere aceptar la derrota de una era que, al parecer, está por terminar con la llegada de Andrés Manuel a la presidencia del país; lo que vemos preocupante es, sin duda, una terrible guerra que se avecina por el control de las tomas clandestinas de combustible, entre los diferentes grupos delincuenciales del país y que, a toda costa, van a luchar por capturar y retener dichas tomas, es una guerra que está incluyendo también al ejército que, como se está viendo, está involucrado en el huachicoleo, como lo demuestra la acusación en contra de Eduardo León Trawitz, General de División, Diplomado del Estado Mayor Presidencial, metido hasta el tuétano en el robo de hidrocarburos.
Nos resulta por demás indignante, saber que en Misantla, municipio gobernado por la coalición PAN-PRD y encabezada por Othón Hernández Candanedo, un yunista de hueso colorado, haya acontecido un hecho sin precedentes en el que participó la directora del DIF municipal de nombre Cecilia Zacarías García, quien llegó a la administración pública municipal, gracias al yerno del edil y de nombre Luis Fernando Rodríguez Pérez, mismo que está casado con María Graciela Hernández Íñiguez, actual diputada local en el Congreso de Veracruz y que, gracias a eso, cobra sueldo (poco más de 50 mil pesos) en el ayuntamiento de Misantla y otro sueldo (alrededor de otros 50 mil) en el Congreso veracruzano. ¿Cómo se da esta relación? Desde que Cecilia estuvo trabajando en la oficina de enlace del ex diputado local Heber Carballo Salazar, bajo las órdenes de Luis Fernando Rodríguez Pérez; más tarde, fue colocada en Hacienda del Estado, en el municipio de Yecuatla; al momento del altercado y gracias a la relación que tiene con Luis Fernando, estaba laborando en el DIF municipal de Misantla como directora y operadora política. Pero la cosa no para ahí, Cecilia Zacarías García, se presume que fue ayudada por la regidora Anuara Mileyka Boo Rodríguez, prima de Luis Fernando Rodríguez Pérez, quien ostenta las principales comisiones edilicias del ayuntamiento como como la de Obras Públicas y Educación, debido a su muy cercana relación con el presidente municipal Hernández Candanedo. Se dice que, tanto Mileyka como la directora de la telesecundaria Fernando Gutiérrez Barrios, sacaron a Cecilia Zacarías García por la puerta de atrás de la institución educativa, luego de que dejara brutalmente golpeada y ensangrentada a una maestra, sin que nadie interviniera para evitarlo porque, dijeron: “es la protegida de Othón, no sea que se nos arme también” y mientras esto sucede, Hernández Candanedo ¡Ni la cara da!
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