El país vive el peor momento de su gran tragedia acumulada por los cinco sexenios más corruptos de que se tenga memoria: Salinas de Gortari, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, pertenecientes a los partidos, Revolucionario Institucional y Acción Nacional, maldición que tiene hundida en la miseria y desesperación más escalofriante y amenazante a más de sesenta millones de mexicanos .
México ha sido un botín para auténticos piratas que, aliados sempiternos de la corrupción- son treinta o un poco más los empresarios- que, apoderándose de la riqueza nacional, no han aportado más que miseria, pues la creación de los empleos de los que se presumen orgullosos, son de los más miserables del mundo, lo que impide que la nación prospere. No han aportado nada, que no sea más miseria, porque de ciencia o tecnología como bienes nacionales sin para hablar, como teléfonos de México, Comisión Federal de electricidad, minería, agricultura, pesca, etcétera, todo ha sido mera simulación pero si acumulación de sus riquezas.
No en vano , en este país, con un nivel de pobreza que zahiere , existe los grandes millonarios como Carlos Slim que, con su grupo Carso, - y a efecto eludir el pago de impuestos, o bien deducirlos en su provecho- creo las siguientes empresas América Móvil ,Telcom, Telmex y Telmex internacional, además de contratista de Pemex y el gobierno en general , acumulada una riqueza que es pavorosa y que, al igual como el candidato panista Ricardo Anaya, no podrá acreditar su procedencia lícita, así como políticos, así como también ,Lorenzo Zambrano ,Germán Larrea ,Alberto Bailleres – este donó a la esposa de Calderón cinco millones de pesos- y otros más.
A ciencia y paciencia de los gobernantes señalados, la corrupción, de esos grandes millonarios se consolidan en su ambición y asimismo, aflora más pobreza y miseria para la sociedad irredenta que reclama un cambio profundo y no llega, sencillamente, porque la colusión es superior a toda democracia que, condenando algo así como el famoso “populismo”,se quiere más corrupción y jamás el reparto justo de la riqueza nacional.
No es casual lo que acontece en el país ante la existencia de una delincuencia descomunal y despiadada que, en su desesperación por competir con los empresarios voraces, y aparecer en la lista de Forbes, compiten desde la clandestinidad sin mayor rubor y todo esto , apoyándose en un Estado fallido, pues al ser complaciente con aquellos, no hacen más que secundarlos, trastocándose el orden jurídico, es decir, si existe el bienestar para unos cuantos, los más, que se anidan en la delincuencia, desde su perspectiva, hacen propio, pues , o hay tranquilidad para todos o no hay tranquilidad para nadie.
Como la crisis que se vive no tiene solución en el corto plazo, sin duda, quien logre el triunfo electoral el 1 de julio , se habrá sacado la rifa del tigre, con el que tendrá que lidiar no por poco tiempo porque las condiciones en se desenvuelve el país no son nada halagüeñas, pues el empleo mediocre de esos grandes empresarios , que nadie los quiere, no se considera que los haga reflexionar a profundidad, pese a que la condición esencial para la firma del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, es que se iguale el salario de aquellos.
La única esperanza es que quien hoy está en los Pinos se maneje con prudencia y mediana responsabilidad, pues ha sido él, nadie más que él, quien solo se dedicó a administrar y fomentar la corrupción en todos los niveles, el que provoca que despierte al México bronco que anunció algún día Reyes Heroles. Los días están contados y el tiempo apremia serenar al país y no encolerizarlo más de lo que está. limacobos@hotmail.com
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