Ya cuando alguien te dice que habla con Dios; el asunto es grave. Quien eso afirma ha perdido la facultad de razonar. Que fue el maravilloso don, que Don Jehovah les concedió a nuestros primeros padres, Adán y Eva; cuyo pecado todavía lo estamos pagando la humanidad entera...
Qué gachos; qué injusticia. Pero es más o menos como la deuda de México, que la estarán pagando las futuras generaciones. Y todo gracias a la inteligencia de los administradores, que nunca entendieron que no se debe de gastar más de lo que ingresa; y recurrieron al financiamiento de sus incapacidades, que van a pagar, hasta los que no han nacido...
Hay cosas en las que uno piensa haber visto todo; que ya no puede haber nada más allá. Pero el que la señora Rosario Piedra Ibarra, vergonzante titular de la CNDH, opine que la Comisión debe de desaparecer, es de no creerse...
Sin embargo, todo es perfectible y siempre hay algo más. El deporte ejemplifica lo que es ese paso más allá. Pero así es todo en la vida. Siempre se creé que no puede haber nada mejor; y siempre es superado...
Así pensaba la mayoría de los ciudadanos, cuando nadie creía que podía haber un Presidente peor, que el frívolo de Enrique Peña Nieto. Y ya ven la triste y cruda realidad que se vive...
Pero de nueva cuenta, el homo sapiens, el mismo que se tropieza hasta dos veces con la misma piedra, vuelve a la carga y repite una y otra vez el mismo esquema; obteniendo, lógicamente, el mismo resultado...
Y todo esto viene a cuento, porque hay quienes defienden la democracia -que no existe, cabe decirlo- y sí se llegó a pensar que no podría llegar algo peor que lo que tenemos como Presidente...
Que responsabiliza a los demás por lo que le sucede, haciendo ver que no ha no ha madurado. Culpar al pasado -y a Felipe Calderón, el villano favorito- del Estado Fallido que representa López Obrador y su cuadrilla de delincuentes 4 T, es estar ciego y no querer ver la realidad de lo que sucede y que todo el mundo ve...
Pues más o menos por la mismas de inmaduro anda el pastor religioso Eligio Regalado y su señora esposa Kaitlyn, que se dieron la gran vida viajando y gastando de dinero a manos llenas -más de 3 millones de dólares-...
Que allende la frontera Norte, les birlaron a unos incautos, a quienes les vendieron unas criptomonedas de réditos fabulosos. Con el cuento de que Dios les había prometido que quien invirtiera, se volvería rico. Hasta aquí, parece ser el pan nuestro de cada día...
Lo mejor del caso, es que a los muy pillos los denunciaron y éstos fueron a dar ante la Justicia; ahí Eligio declaró abiertamente que sí se había gastado ese dinero; pero que todo lo había hecho porque así se lo había pedido Dios que lo hiciera...
Y al ser cuestionado sobre los viajes y el dispendio, agregó que él emprendió el negocio porque así le dijo Dios; pero reconoció que tal vez no había entendido el mensaje divino; pero lo mismo y Dios aún no había terminado ese proyecto...
Moraleja: siempre hay un tarugo en la calle, el chiste es reconocerlo.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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