Chiapas sin Gobierno. Rutilio Escandón en manos del crimen organizado. No puede hacer a un lado su responsabilidad como Gobernador del Estado. Pero, qué se puede hacer, si llegan a un negocio -grande o chico- le enseñan al dueño fotos del frente de su casa y de su familia; y le dicen que van a pasar x día por la cuota, que, de no tenerla, le van a quemar el negocio...
“Copelas o cuello”, como le dijeron a Zhenli Ye Gon, “El chino de Las Lomas”. Y como les dicen a todos, con esas u otras palabras, pero significan lo mismo. No les queda alternativa, o cierran el negocio, o pagan...
Porque, en el mejor de los casos, el Estado no tiene manera de defenderlos. Y en el peor, es parte de la delincuencia. Cómo romper ese entramado. Antes se podía haber resquebrajado al legalizar las drogas; pero ahora no son solo los cárteles el problema, sino también los delincuentes organizados. Desde que se inició el proceso para las elecciones, van decenas de candidatos y funcionarios asesinados...
Por lo que ahora, hasta los periodistas, líderes de opinión, tienen que resguardarse con vehículos blindados y gente armada, porque sus vidas están en peligro. Estamos viviendo una auténtica pillocracia...
Difíciles tiempos para gobernar...
Le reclaman al Gobernador veracruzano Cuitláhuac García, el que no se haya apersonado en los lugares donde el fuego está haciendo estragos. Reclaman su presencia, le dijo una reportera...
Pero como que le cargan la mano. Me ha tocado estar en varios desastres y, la verdad, nadie reclama la presencia de nadie. El Ejército se hace cargo de todo. Y lo hace tan bien, que si no fuera por ellos, los casos serían mucho más graves...
Son los políticos quienes por regla general se apersonan en los desastres, y cargan bultos, palean lodo, acarrean agua, ayudan a cargar camillas con heridos. En las inundaciones, es clásico que se metan con el agua hasta la cintura. Y todo pa la foto...
Pero la verdad, es que cuando avisan que va a llegar el Gobernador o el Presidente, todo se trastoca. Hay que dejar de atender cosas de urgencia, por atender la visita de los que ahí no sirven para nada. Solo estorban...
Porque luego hasta dan indicaciones de cómo hacer las cosas -porque no van solos, llevan a su gente. Y fotógrafos- cuando no tienen ni idea de lo que están diciendo. Hasta que por fin se van y lo dejan a uno trabajar...
Estuve en el entonces DF cuando el temblor. En Guadalajara, cuando estalló el drenaje. En Colima también por el temblor -ahí tiembla con frecuencia- que tiró un hotel en Manzanillo; y en Veracruz, cuando hubo una fuerte inundación...
Bien contestó el entonces Gobernador Miguel Alemán Velazco, cuando le preguntaron por qué no había ido cuando el incendio del famoso Mercado Hidalgo, allá en el Puerto: “No soy bombero”...
Y así deberían de actuar todos, pues, repito, solo van a estorbar y a hacerse publicidad. “Hay que contener el agua mientras se trabaja allá abajo”, escuché decir a un gobernador; que debe de haber leído como fue que Ciro El Grande logró penetrar la muralla de Babilonia; o debe de haber fumado de la buena.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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