Por si algo le faltaba a esta humanidad enferma y lógicamente decadente, que va de manera sistemática en contra de las Leyes de La Madre Naturaleza, es la frecuencia con que naciones enteras están aceptando las “Leyes Trans”, o sea, el degenere...
Llegando a extremos tan ridículos, como el recibir una multa equivalente a 10 mil dólares, si a un hombre que, según él, se convirtió en mujer ¿? -a base de cirugías y hormonas- con papeles oficiales, actas, licencias, tarjetas, pasaportes, etc. se dirigen a él como hombre...
Y lo mejor del caso, es que si al año ya no le gustó su identidad -ya se cansó de su jotería, como dirían los peladitos de galocha, puede volver a cambiar de género; porque según esas leyes, ya no hay solo dos sexos, sino muchos “géneros” ...
Es alarmantemente frecuente que, en el deporte, hombres trans -jotos vaya- hasta con barba, lo que ya es una burla al género humano y una ofensa a las mujeres, compitan en equipos de mujeres, obteniendo una clara ventaja...
En Europa, las mujeres son de alguna manera discriminadas por sostener que ser mujer es una realidad biológica, no un disfraz que se puedan poner al gusto. En Alemania, pionera en el degenere sexual desde hace rato, ya no hay sexo, es identidad de género...
Argentina, Suecia y España, son líderes en la lista de estos pervertidos países; donde ya es de escándalo lo que sucede. En las actas de nacimiento, ya no hay si es hombre o mujer, lo dejan en blanco para que el interesado -degenerado también cabría- decida qué es lo que quiere ser...
Y desde antes del nacimiento, los padres pueden elegir lo que va a ser. Si es niño, lo pueden registrar como niña, o viceversa; ya todo es legal...
Por el contrario, Rusia, Corea del Sur y Polonia, ocupan los últimos lugares en apoyos a las personas transgénero...
No deja de ser digno de análisis, que los adolescentes, las mujeres, las personas con mayores niveles de educación y de ingresos, son las que más aprueban los derechos de los trans...
Pero lo único cierto, es que, en La Naturaleza, solo hay hembras, machos y en algunas especies hermafroditas. Y no es que se les desee algo negativo a los trans. Ya tienen bastante con el infierno interno que viven. Ahí está el caso de Bruce Reimer y su hermano gemelo. Sin omitir que, al afortunadamente no reproducirse, están condenados a la extinción.
Tal parece que ya está harta de nosotros. Lo sucedido en Valencia, bien puede ser una muestra de ello. Y cuánta razón tiene. La humanidad; supuestamente hecha a imagen y semejanza de algún dios, es en realidad una plaga peligrosamente dañina, de la que debe de deshacerse
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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