Pelearse con la Prensa, es pelearse con toda la prensa. La libre y la que se compra -o se vende, según se quiera ver- Toda vez que cualquiera que no censure el hecho de hacer públicos los datos de una o un periodista, como lo es el sonado caso de Natalie Kitroeff, la Corresponsal del NYT, no puede decir que se dedica al oficio; y menos suponer que su opinión es confiable...
Debido al delirio de persecución que el Presidente López Obrador padece, pues cree que todos están en su contra. Si no fuera tan arrogante, con ofrecer una disculpa hubiera bastado. Pero no, todavía la remachó, diciendo que lo volvería a hacer con cualquier otro periodista que lo calumniara...
Pues eso; y de que su autoridad moral está por encima de la Ley. Sin olvidar que en medio de todo está lo de narco-presidente que le da la vuelta al mundo. Se puede deducir que, el Presidente no las trae todas consigo...
Todas las presiones que significan que en su cara le mienten la madre millones de personas en toda la República y en el extranjero, hacen que cometa este tipo de errores. Eso de que su autoridad moral está por encima de la Ley, está buena para su epitafio...
Inmerso en su prepotencia, no midió las consecuencias que iban a desencadenar sus declaraciones. Por lo pronto, cualquier cantidad de mensajes de todos los estratos, censuran sus actitudes; pero es tarde para rectificar, el hombre está cavando su propia tumba...
Por un lado, para él está muy bien que se publiquen los datos personales de una periodista; pero que hayan difundido el teléfono del “chulo” de su hijo, que vive como príncipe sin trabajar, eso le pareció una venganza...
En todo ello, subiéndose a la cresta de la ola; y para no desentonar con lo que dice quien la va a dejar sentada en un barril de pólvora, la corcho Clau; la misma de religión judía que fue a ver al Papa y le pidió le echara la bendición a una rosa de plata que posteriormente la llevó a la Basílica de Guadalupe; pues esa misma...
La que repite como loro todo lo que dice el Presidente, denunció que hicieron público su número telefónico y ha recibido acosos. Pero sin dar los números de dónde le han llamado, solo exponiendo la pantalla de su celular, declaró...
Ya en plan de “Y la palabra cantó”, que los números que deben de preocuparles, son los de las encuestas. Pero sin señalar quienes fueron los autores de semejante atentado. No obstante, se puede suponer que fueron los Amigos Guacamayos, pero a ciencia cierta no se sabe de dónde salió semejante atentado...
No es de dudarse que los autores de semejante hackeo, han de recibir oleadas de mensajes felicitándolos, por darle al Presidente una cucharada de su propia medicina; y rapidito. Pues, finalmente, como dicen por ahí, el que se lleva, se aguanta.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. |
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