“Ahí les dejo mi reputación para que la hagan pedazos”, solía decir el recordado yucateco Humberto G. Tamayo (1903 - 1971) al cierre de su: “Programa de un solo hombre”. Hoy, el que ya se va, y se va, y se va. Y que afortunadamente no se ha ido; para que vea la culminación de su obra...
Pero López Obrador bien podía parodiar a don Humberto y decir al cierre de su última mañanera: “Ahí les dejo mi cochinero, para que lo acaben de hacer pedazos”. Como si ignorara que el cochinero se lo está dejando a su “·consentida” -que si no lo fuera-...
Por cierto, que a su paso por lo que fue Telesistema Mexicano, don Humberto dejó varios slogans clásicos. “Si es Bayer, es bueno”, lo continúa utilizando la empresa farmacéutica en todo el mundo...
“De Sonora a Yucatán, usan sombreros Tardán”...
“Leche tan fresca, que hace tres horas era pasto”. “Leche de vacas contentas”...
“Marisco tan frescos, que anoche durmieron en el mar”...
Pero regresemos con el México incendiado que deja López Obrador a su paso por la Presidencia, donde los mexicanos de Chiapas huyen con todo y sus familias hacia Guatemala; y en Sinaloa nomás no hay modo de detener los enfrentamientos ni con abrazos...
Cada 24 horas se cometen más de 80 homicidios dolosos en territorio mexicano; y matan o desaparecen a 46 jóvenes en el mismo lapso de tiempo. Y eso no puede ser un síntoma de que vamos bien...
El que López Obrador y su sucesora se echan mutuamente halagos como que el tabasqueño ha sido el mejor Presidente de México y como que lo mejor que le podía pasar a México se llama Claudia, es el más claro síntoma de que las cosas no van nada bien...
Y que lo que nos espera con estos demagogos que ya no pueden seguirle echando la culpa de todo lo que sucede a sus antecesores, será, no más de lo mismo; sino peor. La descomposición social es inédita y la división entre los ciudadanos es un peligro latente...
El que se haya publicado la Reforma al Poder Judicial, de manera tan desaseada, habiendo amparos que lo impedían, le ha clavado el rejón de muerte a la República. De aquí para adelante, todo puede suceder; pues aún no ha terminado el año.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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