Como preámbulo al debate que el próximo jueves tendrán en Atlanta los candidatos a la Presidencia de los EE.UU. Por los demócratas, va el actual Presidente Joe Biden de 81 años, quien busca reelegirse por cuatro años más al frente de la Casa Blanca...
Pero tiene en su contra el visible deterioro de su salud. Y tendrá una dura prueba en el debate que durará 90 minutos. Y en hora y media puede darle lo que pareciera ser una ausencia, que la medicina califica como Mal Menor...
De no suceder, tendrá muchas posibilidades de reelegirse. Pero si por el estrés de las preguntas que le harán, su actitud ante las cámaras, refleja una ausencia. Difícil sería pensar que el electorado se volcara hacia su reelección...
Por los republicanos, va Donald Trump de 78 años, bastante más vivaracho -podría decirse que se pasa- quien va por la revancha contra el propio Biden, a quien le acaba de lanzar un misil de grueso calibre, al responsabilizarlo de haber iniciado la guerra en Ucrania, por las promesas que le hizo a Zelensky de que entraría a la OTAN. Lo que en este mismo espacio se supuso que así había sido...
Pero parece, que cegado por la emoción de que podía pelear contra Rusia y ¡derrotarla! con el apoyo de la OTAN, lo que lo convertiría en un héroe internacional, dio el paso del que algún día se arrepentirá, cuando entienda que, en la guerra, el engaño es una virtud...
Digamos que lo chamaquearon; y como las cosas no salieron como las tenían previstas; pues ahora lo dejan solo y le avientan unos cuantos miles de millones de billetes, de esos que todavía están calientitos, como consolación para que se lo repartan, porque tendrá que dejar la Presidencia tarde o temprano...
Y más ahora, que gracias a que la Casa Blanca le autorizó usar sus armas, acaba de bombardear dos ciudades rusas, matando civiles y menores de edad. Lo que ha indignado al Kremlin, que prometió que cobraría caro el atentado...
Es de esperarse que, tratándose de Putin, un caballero hasta en la guerra, la represalia no sea en contra de civiles -por aquello del ojo por ojo- sino a posiciones estratégicas del Ejército ucraniano.
Cambiando de tema...
Ya se sabía. Siempre sucede. Y no nada más en La Meca, donde las dimensiones del fanatismo religioso son incomprensibles para el sano juicio. Casi dos millones de personas desfilaron cumpliendo el mandato religioso de visitar el lugar donde nació Mahoma (570 - 632)...
Y se contabilizan hasta el momento que 1300 fallecieron debido al sofocante calor de 49º grados; y la imposibilidad de salirse de la marea humana para recibir ayuda médica...
Cabe hacer notar, que algunas personas se desmayaron cuando participaban en un ritual en el que simbólicamente lapidaban al Diablo. Por lo que mejor cancelaron el ritual, toda vez que podían establecer comparaciones y no les convenía...
Sin embargo, no deja de ser desconcertante, que esas tragedias suceden en las festividades de seres todo-poderosos que se supone podrían evitarlas. Dando a pensar que no existen; o que no se meten para nada. por lo que son inútiles todos los rituales...
Pero, por otro lado, en la Unión Americana, en Luisiana, gobernada por el republicano Jeff Landry, quien, mediante algunos arreglos, logró que se convirtiera en Ley, lo que ya en otros Estados se había propuesto...
Que en las escuelas, desde el kínder, se pongan en las aulas con letras grandes y claras, los 10 mandamientos. Mismos que ya conocían los egipcios mil años antes de que al legendario Moisés se las entregara el mismísimo Don Jehová, pero disfrazado de zarza ardiente y con lentes oscuros para que no lo reconociera...
Pero esa Ley, que seguramente será impugnada y echada abajo por no ser válidos sus mandatos para todas las creencias. Debiera ser sustituida por una norma universal, es decir, que sea válida para todos: “No hagas lo que no quieras que te hagan”.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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