Preparando el terreno para la triunfal reaparición del -19, prominente miembro de la distinguida familia de virus llamados covid, que antaño, por cierto, no hace mucho, casi paralizaron a las naciones del Planeta a un costo altísimo, tanto en vidas, como en dinero...
En vidas, porque, probado está, la medicina actual no sabe qué hacer en las epidemias. Los que más cerca estuvieron de actuar sensatamente, fueron los nórdicos, que dijeron que se mueran los que se tengan que morir...
Los enfermos crónicos, como los diabéticos, son los más propensos a contagiarse, a desarrollar complicaciones y a la muerte. Lo que, para los sanos, si se contagiaron, no pasó de un simple catarro o una simple gripe...
Razón por la cual México, con un alto índice de diabéticos, fue de los países que más mal manejó la pandemia. Y como siempre hay un culpable, bueno se les hizo responsabilizar al gobierno, especialmente a Hugo López-Gatell, de la cantidad de muertos, porque no hizo nada...
Pero es que tampoco podía hacer nada. Su preparación como médico alópata no da para más de lo que hizo. No habría sido igual si el encargado de la salud hubiera sido un homeópata, disciplina que tiene suficientes recursos para combatir las enfermedades virales...
Pero, aun así, la medicina, habiendo desviado el enfoque hacia el negocio, no aplica el más importante principio de la salud; porque lo que realmente cura, es el sistema inmunológico de cada cual. Y si éste no está bien, ni todas las medicinas del mundo lo van a sanar...
Para ello, La Naturaleza puso al alcance de todos y de manera gratuita -no podía ser de otra manera- la más maravillosa de las medicinas; toda vez que permite que el sistema inmunológico trabaje. Almacenó en ella la fuerza de la vida que proviene del Sol, y nos dio el agua...
El ayuno cura las enfermedades del cuerpo y de la mente. Hay quienes dicen que cura hasta las del alma. Pero eso no es cierto, el alma no se puede enfermar. No obstante, en la actualidad, la medicina desconoce el poder del ayuno...
Y actuando contra los principios naturales, recomienda que los enfermos coman bien para que tengan fuerza y se recuperen; a pesar de que todos los animales, cuando se enferman, dejan de comer.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida. |
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