A través de la Historia se han dicho muchas cosas sobre la muerte. Grandes pensadores han dado su punto de vista. Pero lo cierto, es que nadie sabe lo que es la muerte; y mucho menos lo que hay allá en su reino...
Tal vez por eso la gente le teme. El temor a lo desconocido es innato, creo que a todos los seres. Por lo que se podría calificar como un instinto. Solo quien tiene un espíritu aventurero puede emocionarse con la muerte...
Decía El Padre de la Historia, Heródoto (484 - 425) “La muerte es un refugio delicioso para los hombres cansados”.
Pero ¿cómo saber qué es la muerte; si ni siquiera se sabe qué es la vida? Mucho menos ¿cómo fue que se llegó? Y, el colmo, a pesar de que todos tenemos una misión en esta vida; la inmensa mayoría no sabe cuál es la suya...
Podría decirse que viven en manos del destino, de las circunstancias. Al garete, sin siquiera saber por qué y para qué vinieron...
En el entendido, que la creación de la especie humana, era innecesaria. No hacíamos falta absolutamente para nada -cuando menos aquí en este Planeta-. De hecho, salimos sobrando; y el problema es que ya somos muchos. Demasiados, sería más claro...
La vida de cada cual, es el personaje del juego que cada quien escoge. Se compite contra la vida; pues la vida también juega. Y la muerte es el límite de tiempo para poder lograr lo que se vino a hacer...
Porque, se remarca, todos venimos a triunfar en lo que previamente cada cual ha escogido. El pensar que “se nace a la buena de dios” y que él es quien decide el destino de cada uno; es ridículo, por no decir que terriblemente perverso. Pero ese dios no existe...
La vida es una lucha para lograr la meta que cada cual escogió. Pero nunca un sacrificio. El sacrificio es para los que no hacen lo que les gusta, lo que vinieron a hacer a esta vida. Por lo tanto, para quienes hacen lo que quieren, la vida es un reto y una enseñanza; no una derrota o un fracaso...
Además, de que quienes hacen lo que les gusta, no trabajan, es decir, no les cuesta trabajo llevar a cabo su cotidiana actividad...
Para aquellos valientes que tomaron la decisión de perseguir sus sueños, no hay días de descanso, ni vacaciones, o fin de año; para ellos todos los días son iguales...
Un ejemplo lo son quienes tienen vacas y ordeñan. Eso es una labor de todos los días. En la Cofradía de Suchitlán, en las faldas del Volcán de Colima, conocí a un hombre, ya en ese entonces mayor, que conocía a todas y cada una de sus vacas...
Podría decirse que se hablaba con ellas, pues todas entendían por su nombre y le demostraban su cariño. Pero para eso, pues hay que amar lo que se hace. Solo que...
“En nuestra triste condición, el único consuelo que tenemos, es la esperanza de otra vida; aquí abajo todo es incomprensible”. Martín Lutero (1483 - 1546)
Interesantes palabras del teólogo alemán reformador de la Igle$ia de Roma; que solo demuestran el desconocimiento que tenía de sí mismo. Porque cuando se sabe hacia dónde se va; todo el pasado cobra sentido: “Y las fuerzas de El Universo se confabulan para que lo logre”. Paulo Coelho...
En lo personal, creo que la gente que llora a sus muertos, es porque “algo” quedaron a deber. Cuando cada cual sabe que dio lo mejor en la relación, la muerte no se requiere para recordarla, ni la remembranza viene frente a una tumba...
“Una sonrisa dedicada a los vivos
Es mejor
Que una fuente de lágrimas sobre una tumba.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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