Hablar del Estado de Derecho en nuestro País, es realmente complejo pues es una figura que se encuentra frecuentemente en constante movimiento tomando en consideración los diversos acontecimientos sociales y políticos que se presentan en la sociedad. Debido a ello tratar de estudiarlo requiere de constancia, persistencia y continuidad; ya que al intentarlo de inmediato surgen cuestionamientos como: ¿realmente existe el Estado de Derecho en México?; como podemos materializarlo; ¿cuál es su relación con la administración de justicia?; todos tenemos realmente acceso a la justicia de una manera pronta expedita y confiable, cuando sabemos que existen jueces y fiscales corruptos que por fortuna no son la mayoría.
Cuando hacemos referencia a estas y otras preguntas sobre el tema escuchamos las más diversas respuestas; expresando algunos que es la ley la que está mal hecha, y por ello no puede mejorar el país, o bien que es debido al aspecto económico, o bien por los medios masivos de comunicación, debido a la alta corrupción que permea en todo el gobierno, entre otras y muy variadas respuestas que lo único que logran es que el tema se disperse y se confunda la responsabilidad.
En tal sentido, este tema debe exponerse en base a una propuesta objetiva y no idealista, por ello, mientras todavía encontremos pobreza extrema, desnutrición, inseguridad, violencia a grupos plenamente identificados como son la mujeres, los niños, los grupos étnicos, los ancianos o adultos mayores, corrupción en todas la áreas del gobierno, entre otros múltiples problemas sociales no menos importantes, resultando por todo ello muy complicado afirmar que en nuestro País disfrutamos de los beneficios de un Estado de Derecho.
Es importante destacar haciendo referencia al Poder Judicial y su relevante influencia en le efectividad del Estado de Derecho, de igual forma tomar en cuenta la importancia de una correcta administración de la justicia, los peligros de su politización, así como algunos puntos sobre su acceso.
Todo lo anterior, tiene como objeto mostrar que la calidad de un Estado social y democrático de derecho se refleja en los diversos mecanismos que contempla para respetar las garantías de derechos y libertades fundamentales de los gobernados consagrados en la ley suprema la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Por todo lo expresado, resulta complejo expresar una definición del Estado de Derecho, debido a que este concepto cuenta con características técnicas e ideológicas, que van de acuerdo con la cultura de cada Estado. No obstante, como una generalidad el Estado de Derecho debe contar con la sujeción de toda la actividad de los diversos poderes de la ley, la cual debe respetar garantías y libertades fundamentales que involucran elementos del derecho interno y externo.
Lo anterior se traduce en el verdadero funcionamiento del Estado como protector de los gobernados, que incluye el respeto a las minorías, lo cual rechaza el imperio de las élites que concentran el poder.
Pensar que el concepto de Estado de Derecho es únicamente de naturaleza formal e independiente resulta insuficiente, este debe concebirse como una figura que si bien tiene sus cimientos en una Constitución, también tiene que reflejarse en la situación real de los gobernados, en el buen funcionamiento de la administración pública en sus tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial y en sus tres niveles de gobierno Federal Estatal y Municipal y principalmente en el respeto real de las garantías individual y sociales.
El soporte formal del Estado de Derecho lo encontramos en su Constitución, esta debe contar con los principios de unidad coherencia y fuerza integradora; todo esto no con fórmulas independientes, sino como categorías complementarias traduciéndose todo esto en la existencia real de un Estado de Derecho un Estado Democrático y un Estado social debidamente integrados.
Por lo que respecta al aspecto material del Estado de Derecho, este se refleja todos los días, en los actos de la administración pública, en los procesos jurisdiccionales, en el ejercicio de nuestras responsabilidades, en el verdadero respeto a los derechos y libertades fundamentales de los gobernados.
De este modo, la eficacia del Estado social y democrático de derecho mucho depende de los hombres y mujeres que encarnan la instituciones. Por ello, hay que tener cuidado y responsabilidad en nuestras respectivas funciones, ya que el Estado democrático y social de derecho es una figura susceptible de fortalecerse, pero también de debilitarse e incluso de desaparecer y transformarse en un Estado totalizador, absolutista y represor de los derechos y libertades fundamentales. Si nos detenemos cuidadosamente a observar los conceptos emitidos, considero que de inmediato surgen dos preguntas: ¿existe realmente el Estado de Derecho en México? En tal sentido, si tomamos en cuenta que la eficacia de un sistema jurídico se materializa en la verdadera existencia de un Estado Social y democrático, que sea capaz de satisfacer todas las necesidades de la población, ahora bien si tomamos en cuenta importantes cambios que en los últimos años se han dado en nuestro País, si nos damos cuenta que no todos los mexicanos tenemos las mismas oportunidades de empleo, de educación, alimentación, seguridad, salud, justicia, entre otras muchas necesidades básicas, es de considerarse que realmente no existe el tan deseado Estado de Derecho en el País.
Todo lo anterior es a nivel nacional pero si individualizamos en cada Entidad Federativa, vamos a encontrar que en muchos de ellos, este tema viene a ser una verdadera utopía, como sucede en nuestro querido Veracruz, en donde el Poder Judicial se encuentra totalmente sojuzgado por el Ejecutivo y el Legislativo, en donde contamos con una ley como la de Ultrajes a la Autoridad que únicamente se ha ocupado para perseguir a los adversarios políticos, y propiciar una serie de abusos como la única forma de someter a los que no están de acuerdo con las absurdas disposiciones del Gobierno.
Estas expresiones sociales y sus recursos fijan el pulso de una nación, estableciendo asimismo los grados de civilización donde el Derecho a lo largo de la historia, ha contribuido esencialmente para consolidar a la razón y a la civilización.
Los Abogados secularmente hemos sido diseñadores de los marcos jurídicos y de los valores sociales al protagonizar la defensa del ser humano protegiendo la vida, la libertad, la dignidad, el honor, el patrimonio y sobre todo mantener la lucha contra el abuso del poder, sea este público o privado. Esa tarea esencial del abogado se proyectó a la defensa de, los sistemas institucionales
democráticos y de soberanía popular para que a través del tiempo y de la memoria las instituciones crezcan y eviten que se puedan repetir actos reñidos con la propia condición humana, la razón y la civilización.
Es debido a todos estos aspectos aquí comentados que se hace necesaria la Colegiación Obligatoria de los Abogados en todo el territorio nacional pues solamente de esa manera podremos lograr la implementación de un verdadero Estado de Derecho. La unión hace la fuerza no hay que olvidarlo.
° Vice presiente de Colegiados del Derecho en Defensa de la Republica A.C.
“Todo el Esfuerzo por México. Sugerencias: 1942mapes@gmail.com Mario.ulise.p.@hotmail.com
Bibliografía: El Derecho que tenemos la justicia que esperamos autor Genaro David Góngora Pimentel .- Editora Laguna S.A. de C.V- 2006
Abogados: Pasado, Presente y Futuro Autor Carlos Alberto Andreucci.- impreso en VCR Editores—Chile 1435 Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Segunda Edición Mayo de 2014 |
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