*por Mario Ulises Pereyra Esquivel
De acuerdo con diversos tratadistas Justicia es un conjunto de valores esenciales, sobre los cuales deben basarse la Sociedad y el Estado; estos valores son: Respeto, Equidad, Igualdad y Libertad.
Las circunstancias político sociales de nuestro tiempo, nos señalan la necesidad del establecimiento de una ruta, desde la administración de Justicia, dirigida a construir en cierto modo una inmanencia entre la sociedad y sus jueces; el papel de los jueces y el sentido de lo que llamamos justicia está ligado a lo que esperamos de ellos las personas. No es excepcional que las normas jurídicas y las decisiones judiciales sean percibidas por la sociedad como lejanas a su propia realidad o se consideren que están dirigidas a grupos concretos y excluyentes.
Guy Canivet, ex Primer Presidente de la Corte de Casación, de Paris expresaba “Que la Justicia debe ser adaptada a la sociedad que la recibe, que ella refleje sus valores, sus aspiraciones, su devenir, sus preocupaciones, que tenga en cuenta la opinión común, es decir los equilibrios sociales, las creencias, los hábitos, la forma de vida, las maneras de pensar.
La administración de justicia debe aspirar a que las partes queden satisfechas con la decisión del Juez, en cuanto perciban la transparencia, el juicio adecuado, la probidad y la celeridad de la decisión. Se debe partir de la base de que la decisión judicial es el resultado del esfuerzo por lograr un equilibrio entre las características personales del juez y su obligación de someterse a reglas objetivas y universales.
Dados los obstáculos que encontramos en la participación en los diversos procesos políticos y en general en todo tipo de decisiones estatales que afectan a los ciudadanos, estos encuentran en los jueces la posibilidad de solución a problemas que en múltiples ocasiones deberían ser afrontados por otras autoridades, es debido a lo anterior que debemos aceptar que la justicia debe profundizar su comprensión de las demandas y expectativas sociales teniendo en cuenta la evolución social y cultural del Estado.
El momento actual nos Indica el advenimiento, cada vez con mayor celeridad de nuevos modelos de vida, de formas de interactuar, de mutación de instituciones públicas y privadas, de nuevas formas de organizar el mundo productivo, de estudiar la ciencia y de procurar justicia, en donde la rapidez del cambio que nos impone la sociedad del conocimiento y de la información, que apenas si nos permite comprender el cúmulo de rupturas de paradigmas que por siglos acompañaron la construcción de instituciones que han orientado a nuestro pueblo y que ahora el actual Gobierno se ha dedicado a desaparecer.
El concepto mismo de sistema de jurídico ha sufrido cambios profundos, al haber permitido la evolución de las ciencias sociales; uno de estos logros es la publicidad de las decisiones judiciales cuando menos hasta este momento a nivel federal, pues es indudable que nuevos paradigmas emergen cuando el sistema jurídico prevé y el aparato de justicia provee los mecanismos que permiten que los juicios sean orales, públicos, concentrados, los ciudadanos podemos observar la gestión y actuación de los impartidores de justicia, es decir, como deciden, como materializan el
ordenamiento jurídico, como protegen los derechos y garantías ciudadanas. Un proceso oral y unas decisiones que se comuniquen eficazmente a la sociedad, son las mejores garantías de la independencia y la autonomía de los jueces, para lo cual el sistema jurídico debe ajustarse a las iniciativas legislativas y los aparatos de justicia a partir la labor articuladora de los órganos de autogobierno de la justicia sin la perniciosa intervención del poder Ejecutivo o Legislativo como ha venido sucediendo en los últimos días en el actual momento con las imposiciones que se han hecho en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, con la designación de nuevos Magistrados.
Desafortunadamente en nuestro Estado estamos viviendo momentos de incertidumbre en cuanto hace a la administración de justicia, las medidas tomadas por la Sra. Presidenta del Tribunal de que los juzgados, permanezcan cerrados desde el mes de marzo, no únicamente ha perjudicado la economía familiar de los Abogados, sino que ha detenido infinidad de resoluciones, que tienen que ver, con problemas de pago o suspensiones de pensiones alimenticias, desocupación o entrega de inmuebles, embargos y tantos otros asuntos de interés para la ciudadanía, que se encuentran en suspenso.
Si a eso le sumamos el desorden que se ha suscitado con motivo de los amparos promovidos y obtenidos por los Magistrados que fueron suspendidos en sus funciones por haber llegado a la de edad de 70 años, y la descarada intervención del poder legislativo en decisiones que solo competen al Consejo de la Judicatura, lo único que podemos manifestar es en donde está la autonomía del poder judicial, que es una de las características que le da sustento a la división de poderes que señala nuestra Constitución Política, desde tiempos inmemorables Veracruz era considerado a nivel nacional e internacional como un Estado que contaba con Juristas de alto nivel conocedores del Derecho y muchos de ellos eran los integrantes del Poder Judicial, nunca había estado el Poder Judicial en manos de personas de tan bajo perfil e inexperiencia como son la mayo ría de los Magistrados que han ingresado en la actual administración. Los resultados de estas improvisaciones saltan a la vista.
Por todo lo anterior, podremos decir que en Veracruz, tenemos esa serie de valores que componen la justicia, observamos que contamos con Respeto, Equidad, Igualdad y Libertad, y que estamos satisfechos con la justicia que nos están impartiendo, ustedes tienen la respuesta.
Xalapa, Ez., Septiembre 13 de 2020
*Vicepresidente de Colegiados del Derecho en Defensa de la República A.C. “Todo el Esfuerzo por México” Sugerencias: 1942mapes@gmail.com mario.ulises.p@hotmail.co |
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