Por Mario Ulises Pereyra Esquivel
La inequitativa distribución de la riqueza en nuestro País, y el aumento del empobrecimiento de las familias y la falta de oportunidades tienen como consecuencia, la falta de desarrollo de un importante sector de la población, con un alto costo social. Las comunidades marginadas son, sin duda, los lugares en donde, el desempleo está presente día a día; en donde el refugio en el alcoholismo es parte de una forma de vida, en donde la calidad de vida ni se conoce, en donde vivir de manera precaria es muy normal, en donde se ignoran sucesos y acontecimientos importantes que ocurren en el País, en donde, dadas las circunstancias sus habitantes son limitados a realizar actividades informales, como la única alternativa para poder conseguir precariamente la satisfacción de sus necesidades básicas; y al no contar con ingresos seguros, caen por necesidad y desesperación en actos ilícitos, así como en la drogadicción, prostitución, hasta llegar a la desintegración familiar, ésta situación presente en una gran parte del Territorio nacional, aunado a la corrupción galopante de los últimos gobiernos, llevó en el 2018 a que millones de mexicanos votáramos por un cambio, conscientes de que las cosas deberían de cambiar en forma positiva y cambiaron; desafortunadamente no fue el cambio esperado, en ese cambio fue mucha la expectativa , pero hoy es enorme la desilusión.
Nunca como ahora la división del pueblo mexicano había sido tan marcada, siendo lo más grave que ésta es propiciada, por quien debe de conducir al País por la vía pacífica, sin confrontaciones estériles, respetando los derechos humanos e impulsando políticas públicas que beneficien realmente a las clases marginadas, pues, repartir el dinero público entre jóvenes como se dice coloquialmente sin oficio ni beneficio o “ninis”, como se le ha denominado, a lo único que lleva es, a fomentar el ocio y la vagancia, dando como resultado un aumento en la comisión de delitos, por parte de ésos jóvenes que en lugar de que se les fomenten los principios de solidaridad, esfuerzo propio y ayuda mutua, para labrarse un futuro mejor para ellos y sus descendientes, en un ambiente de libertad a fin de poderse dedicar a la actividad lícita,
se les propicia su participación en actividades fuera del orden común que a muchos de ellos acabará por llevarlos, a un hospital, a un Centro de Readaptación Social o lo que es peor a la muerte.
Ante éste panorama tan desolador para un pueblo, de un País tan rico como el nuestro, tenemos como sociedad, que buscar alternativas que sin violentar la Paz y tranquilidad social, se le resten poderes y fuerza a la actual camarilla de delincuentes que se apoderó del Poder Legislativo Federal, y que se ha convertido en una dependencia más del Poder Ejecutivo, dejando de lado la División de Poderes que señala nuestra Constitución Política; que la Cámara de Diputados que se renovará el próximo año, se integre por personas surgidas de la Sociedad Civil, que desafortunadamente tendrán que ser postulados por los diversos Partidos Políticos con registro, pero que cuyo perfil sea en principio con conocimientos de la ciencia política, y si se puede, con experiencia legislativa, basta ya de improvisar Diputados y Senadores a través de tómbolas, sorteos o prevendas, o pagar facturas políticas o hacer diputada a la novia de turno; no señores se requieren caras nuevas , sin compromisos, sin “cola” que les pisen, basta ya de los “napitos”, de las Elba Esther, de la “Jesusas” de los Noroña y de tantos delincuentes que hoy se ostentan como Senadores o Diputados.
Los dirigentes de los diversos partidos tienen la obligación y la responsabilidad de ser selectivos, postular ahora si, sin posturas, mentiras o demagogia, a los mejores hombres y mujeres que sepan a qué van a la Cámara, que entiendan que conforman uno de los tres Poderes Independientes, que no son empleados del Ejecutivo, que fueron postulados por un partido, pero que los eligió el pueblo al cual se deben y representan; hay por fortuna muchas personas con extraordinario currículum académico, perfil social, vocación de servicio, inteligencia, preparación, honestidad a toda prueba, sin necesidad de andarla pregonando, que lo ha demostrado en sus desempeño profesional. Diputados como ésos, son los que se requieren para que en el Congreso se logren los equilibrios necesarios y alcanzar los consensos que se requieran y no seguir sacando Leyes o Decretos contrarios a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Por su parte la Sociedad Civil, tendrá que promover que se acuda a depositar su voto en las urnas, pero antes de depositarlo, analizar acuciosamente, a que
candidato le va otorgar su voto, su confianza y su esperanza de lograr un México mejor para las futuras generaciones, ésa es la responsabilidad de la Sociedad Civil: crear conciencia de que el cambio debe de llegar en forma de beneficios para la población.
Xalapa, Ver. Junio 23 de 2020
· Vicepresidente Sur de Colegiados del Derecho
· En Defensa de la República A.C.
· “Todo el Esfuerzo por México” · Sugerencias, Comentarios y opiniones: 1942mapes@gmail.com
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