Por Mario Ulises Pereyra Esquivel
Tomo el título de esta extraordinaria canción interpretada magistralmente por la magnífica cantante de origen español Rocío Durcal, para relatar cómo ha sido mi vida en los últimos 50 años.
En el mes de febrero de 1971 radicaba en la ciudad de Orizaba y me desempeñaba como Oficial Mayor del Ayuntamiento de dicha ciudad presidido por el Maestro Humberto Gutiérrez Zamora e impartía las cátedras de Lógica en las Escuelas Secundarias y de Bachilleres diurna y Nocturna, y en estos días además de atender mis actividades oficiales y preparar mis clases, me daba tiempo para organizar todo lo relativo a mi matrimonio con Elena Lucila Castelán Crivelli evento que se realizó el sábado 20 de ese mes y año, siendo la ceremonia religiosa oficiada por el Presbítero Antolín Bernardi Castelán en la Iglesia de los “Dolores”, ahí acompañándonos estuvieron mis suegros Don Heriberto Castelán Tress y doña Refugio Crivelli Demuner, así como mis padres Don Mario Pereyra Bravo y doña Gregoria Esquivel Medina, además de innumerables amigas y amigos de ambos, el padre Antolín pese a su juventud realizó una extraordinaria ceremonia que fue del agrado de todos los asistentes; aquí quiero destacar la excelente participación que tuvo mi compañero de generación Jaime Cuevas Escobar quien hizo una magnífica interpretación del “Ave María” de Frak Schubert durante la ceremonia.
Concluido este acto nos trasladamos al casino de la Asociación Deportiva Orizabeña en donde se llevó a efecto el matrimonio Civil firmando como testigos entre otros el Lic. Othoniel Rodríguez Bazarte, quien había sido mi maestro en la Facultad de Derecho y que gentilmente aceptó trasladarse a Orizaba y estar presente.
Una vez que concluyó el acto protocolario se procedió a servir una magnífica cena, así como diversas bebidas como wiski, cogñag, tequila y brandis, todos ellos cortesía de mi suegro, una magnifica orquesta amenizó un baile que se prolongó hasta la madrugada, participando en forma entusiasta, compañeras de Elena como Josefina Hernández Uscanga, María de Lourdes Cid, entre otras
y por mi parte mis compañeros, Francisco Javier Flores, Ricardo Diz Herlindo, Miguel Reyes Paredes y María Diz Herlindo quienes también mas adelante contraerían nupcias, Octavio Andrés Téllez Martínez, Roberto Palacios Solís, entre otros muchos amigos de Xalapa, Veracruz y Coatzacoalcos, así como mi hermano Sergio, mi tía Flora, y mis cuñados que eran en ese momento unos jovencitos.
Después de la ceremonia emprendimos nuestro viaje de bodas a la ciudad de la entonces “eterna primavera” Cuernavaca Morelos, instalándonos en el Hotel Casino de la Selva en donde pasamos varios días extraordinarios, para después trasladarnos a la ciudad de México unos días más en donde tuvimos oportunidad de escuchar la magnífica cantante Estela Rabat que se acababa de separar de los “Cinco Latinos” en el bar “Capri” del hotel “Regis” desaparecido durante el temblor del 85 que afectó a la ciudad de México ,visitar la feria del hogar en el Auditorio Nacional y después retornar a instalar nuestro hogar en la ciudad de Orizaba y regresar a nuestras actividades cotidianas yo al Ayuntamiento y Elena a sus clases, para que el viernes 26 trasladarnos a Xalapa y presentara su examen profesional en la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”.
En Orizaba, vivimos los primeros tres años en ese lapso nació nuestra Hija Elena Elizabeth, al terminar la administración municipal nos trasladamos a vivir a Coatzacoalcos, en donde yo me dedique al ejercicio de mi profesión y a Elena pudimos ubicarla en la Escuela Primaria “Francisco Javier Mina”, tres años en Coatza y me invita el Lic. Carlos Brito Gómez, entonces Sub Secretario de Gobierno a incorporarme a la Dirección del Trabajo como Conciliador y me regreso a Xalapa, hasta que tiempo después Elena y nuestra hija se vienen también a Xalapa, en esta etapa tuve oportunidad de ser nombrado Delegado del Partido Revolucionario Institucional en diversos municipios como, Huatusco, Martínez de la Torre, Cordoba, Chinampa de Gorostiza, Boca del Río, Tierra Blanca, Veracruz, Poza Rica, entre otras ciudades.
En éstos cincuenta años de matrimonio con Elena, procreamos además de Elizabeth a Mario Ulises, Elena Alejandra y Elena Berenice, de ellos contamos con los nietos, Andrea Elena, Eduardo, José Miguel, Aldo Alejandro, Mario Alberto y Karla Valeria.
En lo profesional, además de lo relatado, me desempeñé como Coordinador de Transporte Público en el sur del Estado, Síndico del Ayuntamiento, Director y Sub Procurador de Asuntos Indígenas de la Procuraduría de Justicia del estado, Director Fundador del Instituto Veracruzano de Defensoría Pública, cargo que me permitió viajar a varios países como Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá Cartagena de Indias y Bogotá Colombia, Santiago de Chile, Lima Perú, Montevideo Uruguay, Buenos Aires Argentina, La Habana Cuba, participado en distintos eventos de carácter jurídicos, con ponencias, propuestas y conociendo personalidades como el ex Presidente de Costa Rica don Oscar Arias, o la Dra. Vilma Cecilia Morales Montalvan, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de Honduras, afianzar una amistad con el Dr. Sergio García Ramírez Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos entre otras muchas personalidades.
A nivel familiar hemos tenido oportunidad de viajar por varias partes de la República, así hemos visitado, Monterrey, Saltillo, San Luis Potosí, Querétaro, Pachuca, Morelia, Guadalajara, Puerto Vallarta, Guanajuato, León San Miguel Allende, Puebla, Oaxaca, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Tonalá, Huatulco, Villahermosa, Campeche, Mérida, Hermosillo, Acapulco, La Rivera Maya, en tanto que hemos podido estar en Mac Allen, San Antonio, Los Angeles, Disneylandia, admirar un partido de beisbol en grandes ligas, disfrutar de un buen vino una magnifica carne asada, y las excelentes cenas de navidad y año nuevo.
Todo lo relatado y muchísimas experiencias y vivencias más las pude tener gracias al apoyo comprensión y cariño de Elena que en mis múltiples salidas siempre atendió con diligencia y cuidado a nuestros hijos en todas las distintas etapas de sus vidas, haberla conocido y haber compartido con ella estos cincuenta años de vida matrimonial, con sus altas y sus bajas con sus carencias y sus ratos agradables, han sido fabulosos, por todo ello con lo único que puedo terminar estos bellos recuerdos es con otra canción la que dice gracias a la vida que me ha dado tanto de Violeta Parra.
Xalapa, Ez.,Ver. Febrero 17 de2021 |
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