La percepción ciudadana que se genera en cualquier nivel de gobierno es fundamental. Dicen varios dichos, por ejemplo, uno que dice: “Difama que algo queda” o el que dice: “una mentira dicha mil veces se convierte en verdad” o aquel que dice: “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”, podría citar muchos más, pero considero que el tema no es de dichos, pretendo que solo sean referentes.
Este espacio que semana a semana expresa un servidor, pretendo que sea un espacio de reflexiones políticas, coincidentes o no con su forma de pensar y actuar, pero que buscan su opinión; por lo tanto, vale la pena que se exprese al respecto.
En el caminar de mi vida he observado que si maltratas e inclusive si matas a un animal, en particular a un perro, se te generan el mote y te llaman “mata perros”, si cometes cualquier otro error de igual manera se te estigmatiza, afirmando que eres así, tocante al tema de cualquier nivel de gobierno, si en el primer año o máximo en el segundo de administración se puede percibir como mal o buen gobierno, tocante a un mal gobierno se puede percibe cómo insensible o más aún como corrupto, esos motes regularmente acompañara por el resto de la administración y, a la persona física se le afecta por el resto de su vida impactando muchas veces a su familia, pasando a la historia como lo peor que lo pudo haber sucedido a la administración de que se trate.
Se pueden hacer muchas cosas en la administración pública a favor de los ciudadanos y aún más si se es gobierno; sin embargo, si ya existe una percepción de sus habitantes a favor que bueno, pero si es en contra, más temprano que tarde traerá consecuencias.
En los dos casos es muy difícil revertir esa idea; por lo tanto, si fuese en contra y se toman medidas a destiempo, regularmente será demasiado tarde para revertir esa idea, ya que la percepción ciudadana sobre la institución, dependencia y/o persona física que la dirige ya permeo en la mayoría del pueblo, quisiera poner 3 ejemplos sobre la percepción actual: 1.- Que si la polarización que se está propiciando actualmente entre ricos y pobres o entre fifís y chairos en nuestro país, se le está etiquetando al gobierno federal; 2.- Que si el gobierno estatal veracruzano está siendo dirigido por una persona incapaz; 3.- O que si el gobierno municipal de Córdoba, que ha mi gusto ha sido eficaz en sus últimos años, al existir tantas denostaciones a la persona y a su gobierno, se ha tenido que recurrir a denunciar al dueño de un medio de comunicación.
O que se dirá de los otros dos poderes: tanto el legislativo, ya sean diputados locales - federales o senadores, se percibe que existen dos tipos, los que están a favor de la 4T y los que están en su contra. O el judicial, donde a los jueces se les percibe por no ser imparciales y a la extensión de dos años del Presidente Magistrado de Tribunal Superior de Justicia Federal y de la Judicatura se percibe la violación artera a nuestra Constitución.
Lo cierto es que la percepción que se hace la ciudadanía sobre la institución, el gobierno o su titular, en cualquier poder o nivel de gobierno, hace que se fortalezca o debilite tanto la institución como a la persona, ahí está lo sucedido recientemente con el instituto nacional electoral (INE), de manera particular el consejero presidente Córdova y el consejero Murayama, antes de las elecciones pasadas, eran percibidos como los peores, afortunadamente para ellos en algunos años termina su periodo para el cual fueron electos y la institución seguirá; sin embargo la institución, ósea el INE, en ese momento pareciera que era lo de menos como se dirigía, ojalá no se regrese cuando era el titular de la Secretaría de Gobernación quién organizaba y calificaba las elecciones.
Por todo lo anterior, al inicio de algún periodo de gobierno, la percepción ciudadana es determinante para que el titular de cualquier poder o nivel de gobierno, sea percibido si está haciendo bien o mal las cosas.
¿Usted qué Opina?
alfredotress@hotmail.com |
|