En la actualidad algunos ciudadanos, no partidistas, expresan su rechazo con lo que se está haciendo con diversas instituciones u órganos autónomos de acuerdo a lo que escuchan y ven todos los días, pondré algunos ejemplos: Los partidos políticos y sus dirigentes y/o dueños tanto nacionales como estatales, dicen, la gran mayoría de ciudadanos, son rémoras para el país, que los recursos que reciben del estado, proveniente de sus impuestos; por lo tanto, deberían desaparecer.
Lo que los ciudadanos deberían valorar, es qué los partidos o dueño de estos, de no recibir recursos que administra el estado, se los harán llegar ilegalmente, con una autoridad electoral y una auditoria deslegitimadas será más fácil burlar a la autoridad o hacer alianzas con el ejecutivo en turno; asimismo, de acuerdo a nuestro sistema político, los partidos son el único conducto para llegar al poder, ya que las candidaturas independientes o llamadas candidaturas ciudadanas tienen demasiadas desventajas o el piso no es parejo con relación a los partidos políticos legalmente constituidos.
Otras instituciones altamente desprestigiadas son, por mencionar algunas, las que prestan el sistema de salud pública llámese IMSS; ISSSTE o el hoy llamado ISABI antes Seguro Popular; o que decir de la institución como la de Seguridad Pública o el tema Económico donde el poder adquisitivo cada día es menor, o que decir de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la cual al día de hoy está totalmente gris, obscura o anulada.
Dentro de las instituciones que nos dan seguridad son las fuerzas armadas, quienes actualmente es una de las dependencias con la mayor credibilidad ciudadana, solo se debe tener cuidado ya que están poniendo en sus manos casi todo lo que el gobierno, por ley debe hacer, pasando a segundo plano el objetivo de la existencia de las fuerzas armadas que es la seguridad nacional.
Otra institución que para la mayoría del pueblo de México era creíble, lo fue la encargada de fiscalizar los recursos económicos que administra el gobierno y que proviene, vía los impuestos, del mismo pueblo.
Recordemos que la fiscalización tuvo su origen para cuidar los gastos evitando la discrecionalidad y desfalcos que pudieran existir en los 3 niveles de gobierno y otras dependencias que manejan recursos; sin embargo, en nuestro país las instituciones encargadas de fiscalizar los recursos del pueblo regularmente sus titulares, con honrosas excepciones, ha sido una institución que se encuentra sometida al poder en turno, llámese Auditoria Superior de la Federación (ASF) o en estados como Veracruz que se llama Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS).
Lamentablemente sus misiones, visiones y sus políticas integrales distan mucho de lo que se escribe, les diré cuál es mi fundamento: Los titulares de la ASF son designados por la mayoría simple de los integrantes del Congreso de la Unión (Diputados Federales y Senadores); por su parte, el ORFIS es designado por la mayoría simple de los diputados locales que integran la Cámara de los Diputados.
Cuando tuve el alto honor de ser diputado local en el congreso veracruzano por el partido Convergencia hoy Movimiento Ciudadano, observaba como lo diputados, que ostentaban la mayoría, por consigna del ejecutivo en turno, se ponían de acuerdo para decidir quién encabezaría esa responsabilidad, el requisito era que debía de ser una persona que además de que conociera el tema económico, buscaban a una persona que estuviera de acurdo a aceptar “sugerencias” tanto de ellos como de quién por consigna decidía quién debía ser.
En el ámbito federal, tuve el alto honor de conocer y ser amigo de quién en vida fuera diputado federal por el PRD y presidir la Comisión de Vigilancia en la Cámara de los Diputados, diputado que conocía al entonces auditor general Juan Manuel Portal Martínez; diputado que me dijo que por más observaciones que se hacían, era imposible lograr que los legisladores que ostentaban la mayoría hicieran caso a sus reiteradas observaciones en esa materia (recordemos temas como el de la casa blanca, la estafa maestra y en lo estatal a los entonces gobernadores de Veracruz y Chihuahua, entre muchos otros casos), que el ejecutivo era el que marcaba la línea a seguir por conducto de los diputados y senadores y que el auditor debía obedecer a ciegas, de hacerlo de otra manera así le iría.
Cuando fue relevado Juan Manuel Portal de su cargo en la ASF por David Rogelio Colmenares, que por cierto este último fue electo con los votos de legisladores de Morena y del PRI, auditor que intentó dar a conocer al pueblo bueno y sabio como se estaban ejerciendo los dineros que administra el ejecutivo federal; sin embargo, cuando sale a la luz pública las cifras que señala la auditoria, el ejecutivo federal dice que fue un error los números manejados por la auditoria, lamentablemente con lo expresado por el auditor al decir que el ejecutivo tiene razón, todo lo que se diga actualmente en materia económica ya no es creíble; por lo tanto, nos debemos preguntar ¿qué sucederá con otras dependencias, que por ley son auditables, como los 3 niveles de gobierno o personas que ostentan cargos donde manejan recursos públicos o personas que se están procesando actualmente por supuestos desvíos de recursos, bastará con que se deslegitimen las auditorias aplicadas para quedar impunes?. ¿Usted qué Opina?
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