Existen dos temas que en esta oportunidad mencionaré. A casi 7 meses de ocupar el cargo, 9 de los 19 diputados con que disponía el PRD en el Congreso Federal han renunciado a ese partido, sus argumentos fundamentalmente fueron la falta de democracia al interior de ese instituto político, uno de ellos, el coordinador del grupo de su ex partido se unió al grupo legislativo de Morena.
En el impronto colectivo pareciera ser que Morena se fortalece y que el PRD se debilita o tiende casi a desaparecer, en números fríos es así ya que con estos diputados la coalición integrada por (Morena – PT – PES) incorporan a sus filas a uno más y 8 se hacen llamar independientes; con ello, hoy en día en la cámara de los diputados la coalición “Juntos Haremos Historia” no necesidad de buscar acuerdos con diputados de oposición.
Pareciera que con lo sucedido se les facilitará negociar futuras votaciones, ya que con los 8 diputados llamados independientes Morena obtendrá con relativa facilidad la mayoría calificada que se requiere para lograr las Reformas Constitucionales en el pleno del congreso.
Ahora bien, existe la percepción ciudadana que en todos los niveles del PRD se cuenta mayoritariamente con personas de dudosa procedencia, en estos momentos a muchos de ellos les están abriendo las puertas en las filas de Morena, fundamentalmente por el cargo que ostentan y, por otro lado se dice que con ese solo hecho ya dejan de ser personas de dudosa procedencia y se limpian de todo pecado; sin embargo, como dijo en aquel discurso memorable ante los integrantes de la cámara de los diputados -Andrés Manuel López Obrador-, “habrá que esperar el juicio de la historia”.
Es un buen momento para que al interior de los institutos políticos se realice un análisis y debatan probables modificaciones a sus documentos básicos, a efecto de que una persona ungida en algún cargo de elección popular, no pueda renunciar al partido que lo llevó al poder por lo menos hasta no haber concluirlo el encargo que ostenta.
Evidentemente esta o estas personas no son propiedad del partido en cuestión, como tampoco ellos del partido que los abanderó, solo se debe considerar que los votos mayoritarios que obtuvo por parte de la ciudadanía los emitieron por el partido o coalición que abanderó a esta persona, respaldando muchas veces sus propuestas de gobierno o legislativa.
Esto pudiera ser modificado o incluido estatutariamente o en la propia Ley de partidos políticos, lo planteo en virtud de que cuando se llevan a cabo las firmas de las alianzas o coaliciones desaparecen los documento básicos que dieron origen al partidos político en cuestión, redactándose un documento nuevo que suple los documentos básicos de los partidos que se pretenden unir por el de la alianza o coalición, documento que debe cumplir las formalidades legales y que obedezca a los propósitos de esa alianza o coalición, ahí tenemos las alianzas o coaliciones entre los llamados partidos de derecha con la izquierda o los llamados de centro – izquierda con la derecha, el centro o con la izquierda, en fin tantas y tantas combinaciones que se pueden lograr.
No basta incluir en este documento los gobiernos de coalición, ya que cuando terminan las campañas electorales cada instituto político debe, por ley, adoptar los documentos básicos que les permitió alcanzar el nivel de Partido Político y los que llegaron al poder ejecutivo o legislativo adoptan estos documentos básicos. Por ello será determinante que de realizarse alguna modificación sobre las alianzas o coaliciones electorales, que estas solo se puedan llevar a cabo entre iguales ideológicamente. En el caso de las candidaturas independientes esta figura no afecta al sistema de partidos políticos.
Lamentablemente existen personas que ya instalados en el poder, las políticas públicas que adoptan ante la ciudadanía distan mucho de lo que ofrecieron en campaña, en gran medida son de acuerdo a sus intereses personales, en algunos casos a su ideología y mínimos al partido que los nominó. ¿Usted qué Opina?
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