Ya completamente fuera de la realidad, el Presidente se engaña a sí mismo para justificar que no es un hombre en el que se puede confiar. Es un irredento demagogo casi mitómano, al que ya no se le puede creer nada; o cuando menos una buena parte...
Ya se sabía que las cifras oficiales de las marchas nunca son la realidad; pero decir que hubo máximo 100 mil personas en la marcha del domingo, es hacerse como el Tío Lolo, o creer que los demás son estúpidos; pues finalmente el león, dicen por ahí, cree que todos son de su condición...
Porque hasta un analfabeta, de esos que vergonzosamente todavía existen por miles en todo México -lo que es imperdonable, pero refleja los gobiernos que hemos tenido- se daría cuenta de que no es cierto, de que está mintiendo. Pero...
Falta la revancha, con la que el señor Presidente intentará superar la marcha. Pero aceptando, aun sin conceder, que estuviera en lo cierto, que fueron hasta 100 mil; pues fueron los suficientes para exhibirlo en su real dimensión de demagogo vulgar...
Que todavía advirtió: “vendrán más protestas de este tipo, ¡¡quieren seguir robando!! regresar por sus fueros, empobreciendo a los mexicanos”...
Cuando él es el que los ha empobrecido; y ahí están las estadísticas de su propio gobierno. En cuanto a seguir robando, no considero que sea él quien tiene la fuerza moral para decirlo; cuando su Pío-familia es ejemplo de corrupción...
Pero el hombre ya desvaría. Vive su propio mundo fantasioso de ser un gran líder, y no quedarse en una gran decepción. Y cree que tiene derecho a opinar sobre lo que sea; como ahora sobre lo que sucede en Perú; pero le molesta que los senadores norteamericanos externen la suya con relación a México...
No se da cuenta de lo que la gente realmente piensa sobre su forma de gobernar. No se da cuenta de que su farsa se ha caído. Ya le mientan la madre donde va; ya se bajan del avión donde viaja...
Se ha echado encima muchos enemigos, demasiados; y de los amigos que tiene, si es que tiene, en cuanto termine su Mandato se dará cuenta de la realidad. De lo engañado que estaba...
Siempre sucede, el poder los embrutece del cerebro -sí ya sé que no puede embrutecer al hígado, pero el pleonasmo matiza-. Regresemos...
El asegurar que el Tren Maya estará funcionando en diciembre; cuando hay amparos definitivos para suspender la obra en determinados tramos, no nada más el 5, habla de un tirano que se pasa las Leyes por el arco del triunfo...
Solo recordar el “No me salgan con que la Ley es la Ley”. Palabras, que, en boca de cualquier otro mandatario, habrían sido suficientes para pedirle su renuncia o para sacarlo a patadas de su país. Solo los dictadores son los que así actúan...
Pero el ciudadano Presidente todavía dijo más...
Haciendo gala de un cinismo que podría ser insultante si no fuera tan obvio, tan tartufo, agregó: dicen que el INE no se toca. Pero lo que en el fondo dicen es que no se toca la corrupción...
Y lo mejor de todo, es que las estadísticas le siguen poniendo arriba de las preferencias. Sin soslayar que no se sabe de ningún otro mandatario que ¡insulte! a su pueblo, como lo hace López Obrador...
No será la primera vez, que a la mera hora las encuestas que finalmente son poco discretas promotoras del voto, se equivocan. Y lo pueden hacer deliberadamente, o no. Las encuestadoras venden sus productos -las encuestas-; y las encuestas se hacen a modo. Si no convienen a los intereses, pues no las publican. Pero les da una idea de donde enfocar más baterías...
No se pone en duda, que para la marcha que tiene programada el Señor Presidente para el domingo 19 de marzo; y que se publicitará por todos los medios a un costo bastante respetable...
Pero por tratarse de la expropiación petrolera invitará a medio mundo, con grupos de música, va hacer una fiesta del pueblo, para ver si así van -pues para eso sí hay dinero, para medicinas no-...
Podrá tener hasta una mayor asistencia que la del pasado domingo -lo que yo dudo- pero, aunque todos sepan que serán acarreados los que lleven, le servirá al Presidente para llevar agua a su molino y burlarse de todos los conservadores...
Pero si no lo llena, será muy interesante ver con qué va a salir; y a quien le va a echar la culpa. Aunque culpar a los demás de lo que a cada cual le sucede, es un síntoma de que la persona no ha madurado...
En el entendido de que la madurez no llega con los años, hay quien nace y muere sin más trámite, sin haber aceptado la responsabilidad de su propia vida; de lo que le pasa. Bueno, hay quien con el famoso karma -que no es otra cosa que la Ley del Acto-reacto de los romanos- culpa a sus pasadas reencarnaciones de sus desgracias. Algo debo de haber hecho en otra vida; se dicen así mismos.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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