Brenda Caballero
Hay noticias que corren más rápido que reguero de pólvora, y la de ayer en la tarde fue una de ellas: “¿Ya supieron que asaltaron a una persona dentro de Bancomer?” Se empezó a escuchar en repetidas ocasiones. La información hubiera sido intrascendente si no hubiera sido por el importe de la cantidad robada ¡un millón de pesos! y ¡en efectivo!
Pero ¿A quién se le ocurre retirar del banco tal cantidad? Según la información circulada, la victima del atraco fue un habitante de Chavarrillo, comunidad de Emiliano Zapata, municipio vecino de la capital Xalapa.
Sin duda el suceso causa extrañeza, pues hoy en día esos grandes movimientos se hacen a través de transferencias entre cuentas bancarias o de perdido, cheque, pero no en efectivo.
Apenas el 16 de enero de 2020, el Inegi dio a conocer las cifras de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada en la primera quincena de diciembre de 2019, donde 69 de cada 100 encuestados, se siente inseguros en el Banco.
Entonces ¿Por qué ir y retirar un millón de pesos en efectivo? ¿para qué los quería? ¿Por qué no recurrir al acompañamiento policial que ofrece Seguridad Pública?
Al respecto, la victima dijo que sí lo había solicitado, aunque posteriormente Seguridad Pública desmintió tal afirmación.
Hace apenas un par de semanas en Veracruz, se suscitó un acontecimiento similar, donde a un cuentahabiente le robaron lo que había retirado, pero él le echó la culpa a la cajera del banco en estar en contubernio con los asaltantes, a través de un video en redes. Posteriormente se descartó que la joven cajera (ya muy quemada para ese momento) tuviera algo que ver al respecto.
En el caso del cuentahabiente del millón, habrá que esperar las investigaciones, ver las cámaras internas de la institución financiera y determinar el móvil y la forma de operar de los delincuentes, aunque puede pasar lo que pasa en estos momentos, nos preguntamos más por la víctima que por los victimarios. Al rato, en lugar de buscar a los ladrones y sus cómplices, no nos vayan a salir con una investigación sobre el origen y destino del dinero.
Aunque los bancos son organismos privados, y se piensa que ellos deben invertir en su seguridad, bien valdría la pena que nuestras autoridades de seguridad pública hicieran rondines o pusieran vigilancia en los bancos y sus cajeros electrónicos, pues deben pensar en la seguridad de los ciudadanos ya que éstos a través de la encuesta del Inegi ENSU están diciendo que 81 de cada 100 personas se sienten inseguras en los bancos ubicados en la vía pública y 69 de cada 100 en la institución bancaria.
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