Brenda Caballero
Cuando José Guadalupe se despidió aquel día, Tava nunca pensó que ya no lo volvería a ver. Corría el año 2011, cuando fue secuestrado en el restaurante de su madre.
A pesar del pago del rescate, José Guadalupe Olguín Nava jamás regresó con ella y sus hijos. Él era funcionario municipal del PRI, por lo que en su desaparición se rumoró tintes políticos.
Entonces, la vida de Octavia Ortega Arteaga cambió. Se convirtió en madre y padre.
La incursión de Tava en la política fue desde muy joven... le apasionó tanto el servicio a los demás ya fuera desde las aulas, como maestra en la escuela de Bachilleres Oficial de Pánuco (por 15 años) o como Presidenta del Comité Municipal del PRI por dos periodos consecutivos.
Tava también conoce las entrañas de la administración municipal... fue Síndica del Ayuntamiento de Pánuco cuando Zita Pazzi Maza era alcaldesa. A la salida de Zita, Ortega Arteaga es designada Presidenta Municipal de su natal Pánuco de 2012 al 2013.
A pesar del breve lapso que estuvo al frente de Pánuco, se dio a la tarea de impulsar microempresas de mujeres.
Tanto por su trabajo como Síndica como Alcaldesa, todo parecía estar dado para que buscara la diputación local, por lo que en 2013 pide licencia para separarse del cargo.
Ante sus aspiraciones y lo que representaba el que ella ganara el distrito, vino la intimidación y arrojan una bomba molotov en su casa, precisamente con dos de sus hijos dentro. Ante tal hecho, tiene que cambiar a sus hijos de residencia para resguardar su seguridad... pero Tava no se raja y sigue con sus aspiraciones políticas, ganando el distrito I integrándose a la LXIII Legislatura como Presidenta de la Comisión de Educación. Posteriormente es designada Presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado de Veracruz.
Ser mujer y estar en la política no es fácil y Tava lo sabe. Desde el Congreso, ella mostró el respaldo del Poder Legislativo a varias alcaldesas que recurrieron a ella. “Fui alcaldesa y tengan la seguridad de que se les apoyará en todo lo posible”.
Decía que ser mujer y participar en asuntos políticos es inequitativo, aunque se diga que tenemos paridad garantizada por ley... y Tava lo vivió en carne propia, cuando en 2018, pretendió la candidatura por la curul local por el Partido Verde Ecologista y el PRI (Por un Veracruz Mejor)... afuera de su domicilio, ubicado en pleno centro de Pánuco, le pusieron una cartulina verde fluorescente amenazando su vida. A pesar de ello, Tava siguió con su campaña electoral, aunque realmente en condiciones de desigualdad en el proceso electoral... ¿A qué otro candidato que participó en el mismo proceso que ella, fue amenzado? Ninguno! Ni Rodrigo García Escalante ni Baltazar Avendaño. Solamente ella.
Por supuesto que presentó
denuncia ante las instancias competentes por violencia política. La resolución de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que “...mermaron la participación de la entonces candidata Octavia Ortega Artega en el proceso electoral para la diputación del 01 distrito electoral local, con cabecera en Pánuco Veracruz, en el que contendió y a su vez afectó la equidad en la contienda, al recibir amenazas e intimidación…”
De la resolución a los hechos ¿qué pasó? Nada, absolutamente nada, pues a pesar de ser violentada, Tava no tuvo la oportunidad de que se le resarciera el daño con nuevas elecciones.
Hoy, Tava busca esa oportunidad que amenazas pasadas, grupos políticos y la violencia política le negaron. Hoy, Tava busca ser diputada federal por el Distrito I. En este momento, si hay una mujer que tenga presencia, trabajo y temple para competir por este distrito tan secuestrado por los intereses de grupos, sin duda es ella... ¿Le dará la oportunidad el Verde?
Si alguien conoce la violencia por razón de género es Tava, Y aún así…¡no se raja!
@NumerosRojos_BC
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