El Covid 19 ha hecho que nos olvidemos de otras enfermedades que están presentes y latentes con altos riesgos de mortalidad, una de ellas es el cáncer de mama. Nos hemos mantenido en casa atendiendo posibles síntomas de fiebre, tos, dolor de garganta, diarrea, etcétera, usando cubrebocas y manteniendo sana distancia que ni recordamos la autoexploración de nuestros senos.
Inició octubre y con él, la campaña rosa, a pesar de la controversia a nivel mundial de algunas mujeres de que no debería asignársele ese color, en virtud de que la enfermedad no es color de rosa, sino todo lo contrario. En la cultura occidental, el color rosa representa a la salud y el bienestar; es brillante, vibrante y hasta se asocia a la mujer.
Pero el color rosa tiene su historia y fue la Fundación Susan G. Komen la que lo usó por primera vez al regalar viseras rosadas a sobrevivientes de cáncer de mama que corrieron en el Maratón Por la Cura en 1990. Dos años después, Charlotte Hayley inició una campaña de concientización de la enfermedad. Distribuyó lazos color melocotón para recaudar fondos y de allí para acá se convirtió en símbolo internacional. Esa es la razón por la que en este mes usamos un listón color rosa cada vez que acudimos a algún evento del cáncer de mama como símbolo para concientizarnos y recordar que es de vital importancia la autoexploración para prevenir y salvar millones de vidas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, una de cada 8 mujeres corremos el riesgo de padecer cáncer de mama y por desgracia gran parte de los casos se detectan en etapa avanzada.
Por esta razón, es recomendable que las mujeres a partir de los 40 años, revisemos nuestro cuerpo al menos una vez al mes, acudamos a realizarnos una mastrografía y nos mantengamos alertas a las señales que nuestro cuerpo mande; por eso, es de suma importancia la autoexploración, ya que el 80 por ciento de los casos de cáncer de mama detectados en etapa temprana puede lograr una sobrevida de 5 años.
No debemos olvidar que hay factores que pueden desarrollar el cáncer de mama, como son el consumo de alcohol y tabaco, la obesidad, el uso prolongado de anticonceptivos orales, tener antecedentes de familiares con cáncer o tener un hijo después de los 30 años.
En Veracruz, algunos Ayuntamientos ya se han pintado de rosa con la iluminación de sus fachadas y hasta han llamado a la población a usar prendas o accesorios rosas, para recordarnos este mes; sin embargo, es indispensable que ellos lleven a cabo acciones prioritarias y políticas públicas para atender la enfermedad, como mastografías gratuitas, apoyo con quimioterapias, ayuda psicológica y hasta prótesis para las mujeres a las que se les ha realizado mastectomías. La concientización es importante, pero las acciones más.
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