Casos como el de Luz Raquel, madre de un niño autista, que fue quemada en un parque de Jalisco, confirman lo que sabemos actualmente: denunciar ante las Fiscalías ya no es suficiente. Las dependencias están “tan ocupadas” en tantas cosas que han dejado de largo las denuncias de la población y la procuración de justicia.
Así lo comprueba uno de los tweets de Luz que el 17 de mayo de este año escribiera: “@MeCuidanGDL ayuda mi agresor me atacó con cloro industrial y mi seno izquierdo está mal y las #amenazasdemuerte son a diario porque es mi vecino #miagresor. Ya levanté mi denuncia pero no hacen nada para protegerme, tengo miedo por mi vida y la de mi familia”.
Luz fue a denunciar, como se nos dice siempre: ¡Denuncia! ¡Denuncia! ¡Denuncia!
El mismo día posteó unas fotos en twitter con amenazas pintadas en la pared de su condominio: “Te vas a morir Lus”, “Te voy a quemar viva”, a las que agregó: “Hasta cuando voy a tener que vivir con miedo, de que me pueda pasar algo a mí y a mi familia y mi agresor sigue campante por la ciudad con el peligro de seguir haciendo daño”. Acto seguido etiquetó a la Fiscalía, al Gobierno, al Centro de Justicia para las Mujeres, todos de Jalisco. Ese día Luz trató de viralizar su publicación con los hashtag #justicia #nomasviolencia #noquieromorir #auxilio.
De nada sirvieron sus tweets. Hoy Luz Raquel está muerta después de que le rociaron alcohol y le prendieron fuego.
II
Dana Ponce tuvo que usar su cuenta de instagram para denunciar el abuso sexual que sufriera en una supuesta entrevista de trabajo por el productor de Videocine, “Coco” Levy. Con toda la pena pero con más coraje, la actriz hizo una transmisión en vivo donde narró cómo la besó y le tocó los senos sin su consentimiento. Derivado de ello, otras mujeres denunciaron acciones similares: Patricia Meneses, Regina Kaller, Liz Cervantes, María Bobadilla y Romina Sacre.
Tuvo que salir un desplegado de actrices y actores levantando la voz para que 17 días después, la empresa donde trabajaba Coco Levy lo despidiera.
III
El caso de Debanhi, desaparecida en Nuevo León, se viralizó con una imagen: una chica abandonada en una carretera. Posteriormente, después de una larga búsqueda, fue localizada en una cisterna abandonada de un hotel. Hace unos días el cuerpo de Debanhi Escobar fue sometido a una tercera autopsia después de 17 días de la exhumación de su cuerpo. El resultado: Debanhi fue asesinada por asfixia. Tuvo que viralizarse para que todo el país volteara a uno de los casos que actualmente se encuentra sin resolver y no cuenta con ningún detenido; peor aún, los funcionarios que entorpecieron la investigación siguen en su cargo.
IV
Estos son algunos de los casos que muestran el grado de violencia que vivimos las mujeres en el país; algunas presentaron denuncia ante las Fiscalías como Luz, que a pesar de “reforzar” su denuncia en redes sociales no fue suficiente, pues “no se viralizó” y hoy apenas tiene un presunto detenido el cual aún no se contempla si se juzgará como feminicida. Dana “sí lo viralizó”, pero aún no le llega la justicia, pues el presunto violentador sigue en la calle como si nada hubiera pasado. ¿Y el caso Debanhi? Sin presuntos y en medio de una politización que entorpece el proceso en lugar de garantizar la justicia.
Estos casos muestran que la denuncia en las Fiscalías ya no es suficiente si no va acompañada de una publicación en redes sociales, pero sobre todo de la viralización.
|
|