Brenda Caballero
Bastante interesante es el rumbo que ha tomado la investigación
del Niño de Torreón, quien el pasado 10 de agosto, llevó al Colegio Cervantes dos armas de fuego con las que mató a su maestra, hirió a sus compañeros y posteriormente se suicidó. Pues de un tema de valores familiares derivó a un asunto de narcotráfico y hasta
de lavado de dinero, ya que el papá de José Ángel es un conocido narco apodado “El Pollo Ramos”, que estuvo preso en Estados Unidos por dos años y medio por delitos contra la salud y hasta tiene su propio narco-corrido.
Ello se derivó de una investigación del llamado Batman de
la 4T, Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el mismo que ha sacado a la luz todos los asuntos de corrupción con la venia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y mire que Santiago tiene todo el apoyo presidencial, pues
el mismo López Obrador declaró en sus mañaneras que Nieto Castillo no hace nada si él no se lo indica. El comentario fue por las declaraciones del Fiscal General Alejandro Gertz Manero, que sin señalar a Nieto, declaró que ellos sí respetan la presunción de
inocencia, no así otras unidades del gobierno federal. Dijeran por allí: ¡Tómala!
Pero regresemos a la historia de narcotráfico de anfetaminas
supuestamente cometido por El Pollo, quien hace dos meses recuperó su libertad y actualmente se encuentra desaparecido, aunque eso sí, con las cuentas bancarias congeladas por la presunta comisión de los delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal, al
igual que las de sus padres, pues detectaron 121 millones de flujo en efectivo y compras de 6 vehículos de lujo en tan solo dos años.
Entonces… ¿Tuvo que pasar la tragedia del Colegio Cervantes
para que las autoridades se dieran cuenta de movimientos millonarios en las cuentas bancarias de la familia? Todo indica que sí. Que fue necesario investigar la procedencia de las armas; de allí, a quién estaba registrada una, pues la otra era de uso exclusivo
del ejército; y que la UIF actuara intercambiando información con su equivalente en Estados Unidos para proceder de inmediato.
¡Ojo! Porque este caso se puede convertir en un parteaguas
para que la UIF entre en acción en cualquier caso que se encuentre en investigación ministerial.
Pero, ¿se imagina usted si Veracruz tuviera su propia Unidad
de Inteligencia Financiera Estatal? He de comentarle que otros estados como Tamaulipas (pionera) y el Estado de México ya cuentan con una oficina con personal capacitado por la Embajada de Estados Unidos en México en el marco de la iniciativa Mérida.
Piense cuántos casos de enriquecimiento ilícito, evasión
de impuestos, lavado de dinero y recursos de procedencia ilícita se conocerían en el estado de Veracruz.
Definitivamente suena bastante tentador, si de acabar con
la corrupción se trata, pues en Veracruz hay demasiada.
@NumerosRojos_BC
caballero_brenda@hotmail.com
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