Brenda Caballero
Atrás quedaron los tiempos en los que el Secretario de Gobernación tenía el control de todo, tanto en el ámbito económico, político y social. En ese entonces, todo lo sabía el Secretario de Gobernación, incluso si recordamos a Victoriano Huerta, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Lázaro Cárdenas del Río, Miguel Alemán Valdez, Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, fueron hombres que solamente cambiaron la oficina donde despachaban... de la Secretaría de Gobernación pasaron a la Presidencia de la República.
Otros no tuvieron tanta suerte de ser presidenciables, pero en su momento extendieron su control en todo el país como Mario Moya Palencia, Jesús Reyes Heroles, Manuel Bartlett Díaz, Emilio Chuayffet Chemor, Miguel Ángel Osorio Chong, Santiago Creel Miranda y hasta Don Fernando Gutiérrez Barrios. ¡Cómo olvidar ese control de medios y las historias oscuras que los envolvían!
Pero los tiempos cambian, y con la 4T más. Hoy el poder que tiene la secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero no se iguala con ninguno de los arriba mencionados y nada tiene que ver su género como algunos suponen, Sánchez Cordero tiene amplia experiencia en materia de leyes, incluso mayor que sus antecesores en el puesto. El asunto va más allá.
Ya en este espacio alguna vez escribía que la Secretaría de Hacienda tenía más poder que la misma Secretaria de Gobernación, pues toda la tecnología implementada en la reforma estructural de Peña Nieto le había dado tanta información fiscal y financiera de cualquier contribuyente del país que hasta miedo daba caer en las garras del SAT, considerado el instrumento ejecutor de Hacienda.
Pero las cosas siguen cambiando y ahora el hombre clave de la Cuarta Transformación es Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, área que se ha convertido en clave para los golpes contra la corrupción que quiere dar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues dijeran por allí, “está tirando a toda la mafia del poder”.
Y no es para menos, Nieto Castillo está en un lugar clave, ya que por los convenios de colaboración que México mantiene con otros países, las Unidades de Inteligencia Financiera de los mismos le proporcionan información valiosísima a la cual puede accesar, cruzar y dar su golpe final. Ahhh y súmele que cuenta con el apoyo del Grupo de Acción Financiera sobre el Blanqueo de Capitales (GAFI). Luego entonces, ¡el señor está imparable! Ya por algo lo llaman el Santo Inquisidor o el Batman de la 4T.
A él se le relaciona el presunto lavado de dinero de Libertad Servicios Financieros, empresa vinculada al abogado Juan Collado; el caso de Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex y familia, por la presunta vinculación con la empresa brasileña Odebrecht y Altos Hornos de México, así como los presuntos desvíos de Rosario Robles en Sedesol, el caso del ministro Eduardo Medina Mora y por si fuera poco, la renuncia de Carlos Romero Deschamps después de estar más de 26 años frente al Sindicato Petrolero... Pero hay más, al finalizar el día de ayer, Santiago anunció el congelamiento de cuentas bancarias relacionadas con el huachicol por 900 millones de pesos en el estado de Puebla a dos funcionarios morenogalistas.
¿Seguirá en Veracruz? ¿Habrá también congelamiento de cuentas para funcionarios de gobiernos anteriores? ¿Yunes?
Ahora sí, como dice el cuento: “No le pierda la vista a Santiago Nieto”
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