De Veracruz al mundo
DE INTERÉS PÚBLICO
Emilio Cárdenas Escobosa
2018-01-22 / 09:48:59
La contraproducente guerra sucia
El próximo 1 de julio tendrá lugar la elección presidencial más competida de la historia. Hasta hoy, objetivamente, no es fácil anticipar un ganador, por más que se intente predecirlo a partir de las encuestas y estudios de opinión, convertidas en muchos casos, para demerito de la estadística y de los estudios prospectivos, en meros instrumentos de propaganda de las fuerzas políticas contendientes. Vivimos la incertidumbre democrática en su máxima expresión.







Aunque las tendencias de intención del voto publicadas por empresas demoscópicas serias apuntan al triunfo de Andrés Manuel López Obrador en su tercer intento por convertirse en Presidente de México, lo cierto es que falta un buen trecho para la jornada electoral.







No obstante, la distancia que separa hoy al tabasqueño de sus contendientes José Antonio Meade y Ricardo Anaya, quienes no acaban de despertar el entusiasmo de los electores, ha encendido las alarmas en Los Pinos y entre lo más granado del establishment.







Los opinadores favoritos del régimen, los dueños de medios beneficiados con miles de millones de pesos del erario público, una legión de cibernautas conservadores, y los conocidos adversarios políticos del líder de Morena, han unido fuerzas y espantados ante un eventual triunfo de López Obrador empezaron la ya conocida, y muy sobada, estrategia de guerra sucia.







Si en el 2006 y 2012 la campaña tuvo relativo éxito en espantar a la gente con la presunta peligrosidad que representaba un triunfo de AMLO, que traería consigo una gran crisis económica y social, el empobrecimiento de las mayorías, y un futuro apocalíptico para el país, la repetición hoy de tales malos augurios está resultando claramente contraproducente.







Es evidente que tales males llegaron o se profundizaron en nuestro país, destacadamente la corrupción, la inseguridad y la violencia criminal, no de la mano del señor López, como nos advertían, sino precisamente de gobiernos panistas y priistas, los de Calderón y Peña Nieto.







Ahí es donde se desfonda el alegato central de esta estrategia, y por ello, pese a la repetición y al esfuerzo por frenar al tabasqueño, mucha, muchísima gente, está convencida de que le llegó su oportunidad.







Por eso ahora que vemos que en el catálogo de males por venir se ha sacado del baúl del anticomunismo más trasnochado y rancio la presunta intromisión de Rusia y de Venezuela en las elecciones mexicanas y su apoyo a López Obrador, el asunto ya se torna hilarante. Estas amenazas lejos de atemorizar al respetable lo han movido a la chunga y al desmadre, burlándose de los supuestos peligros que se ciernen sobre el país. Ahí están la serie de memes y sátiras que circulan profusamente en redes sociales, que lejos de afectar al tabasqueño, quien se mofa autonombrándose Andrés Manuelovich, siguen propulsándolo en las preferencias del electorado. No cabe duda, como dijo Marx, que la historia se repite dos veces, una como tragedia y otra como farsa. Mal y de malas los estrategas del PRI y aliados.







No obstante, lo que sin duda es preocupante y debe movernos a la reflexión es el tono agresivo e infamante que va teniendo la competencia electoral, y eso que aún no arrancan oficialmente las campañas, y que llega a extremos de intolerancia e histeria que ubican al adversario como un enemigo al que prácticamente se debe exterminar.







Invocar los miedos colectivos, o alentar el enfrentamiento o desprecio por los seguidores de uno u otro bando, los pejezombies vs los peñabots, como se hace profusamente en redes sociales o, peor, como lo hacen articulistas o columnistas que creíamos más ecuánimes, para intentar allegarse simpatías o lectores, es atizar la hoguera de los enconos y de los afanes de revancha.







Sugerir, otra vez, la peligrosidad de López Obrador para el país o mostrar a Meade o a Anaya como aliados de la mafia del poder y de los ricos y explotadores lleva, sin duda, a exacerbar la polarización de nuestra sociedad, de por sí marcada por una desigualdad apabullante.







México no se acaba ni renacerá el 1 de julio. Eso debemos tenerlo claro todos, por más que nos quieran calentar la cabeza y arrastrar a la descarnada y procaz lucha por el poder que protagonizan los precandidatos, sus partidos y seguidores en redes sociales.







Tras la tempestad, sea de la dimensión que sea, habrá relevo del Poder Ejecutivo y, les guste o no, el camino que debe seguirse es el de los acuerdos, el de los pactos, el de la convivencia cercana e incluso estrecha entre las distintas fuerzas políticas. Porque esa es la esencia de todo régimen democrático.







La sociedad está cansada de enfrentamientos y estridencias. Si bien el escándalo es la materia prima por excelencia de los informativos y es lo que vende, y las redes sociales son la arena perfecta para injuriar y desinformar bajo el manto protector del anonimato, no podemos continuar adentrándonos en un terreno minado que tarde o temprano puede reventar.







Los pendientes en la agenda política y de desarrollo nacional, la gravísima inseguridad, la crisis económica, la falta de empleo e ingreso, la cancelación de oportunidades y los problemas cotidianos de la gente, están a la espera de que la clase política se baje del ring. Y más vale que lo haga a tiempo, antes de que el ciudadano decida prescindir de las vías institucionales para la resolución de los conflictos.







Falta muy poco para que constatemos hasta dónde nuestra clase política ocupada en un enfrentamiento desbocado con los rivales es capaz de estar a la altura de las expectativas de la mayoría de la sociedad que hoy no se reconoce en esos rijosos que libran la madre de todas las batallas.







La intolerancia y los extremismos son, esos sí, los verdaderos peligros para México, porque de la violencia verbal a la violencia física solo hay un paso.







jecesco@hotmail.com



www.deinterespublico.com



Nos interesa tu opinión

>
   Más entradas
ver todas las entradas
• La reforma judicial o la politización de la justicia 2023-05-16
• La mayoría parlamentaria no puede estar por encima de la Constitución 2023-05-09
• Ódiame más 2023-04-27
• Militares empoderados 2023-04-19
• La prisión preventiva oficiosa debe terminar en México 2023-04-12
• Todos somos migrantes 2023-03-30
• Enemigo al acecho: el periodismo incómodo 2023-03-15
• 8 de marzo, día de lucha y concientización 2023-03-07
• ¿Ciudadanía informada? 2023-02-24
• La corrupción, nuestro eterno retorno 2023-02-09
• El alarmante diagnóstico del INE sobre el Plan B 2023-01-27
• Los reacomodos del morenismo veracruzano 2023-01-12
• Sí se tocó al INE 2022-12-07
• Se acabó el sueño mundialista 2022-12-01
• Se acabó el sueño mundialista 2022-12-01
• La reforma electoral va, pese a marchas y marchantes 2022-11-15
• El fin del TEJAV, el acoso al ORFIS y la simulación del combate a la corrupción 2022-10-25
• Tras el lopezobradorismo, ¿Podrán los civiles domar a las fuerzas armadas? 2022-10-05
• Ayotzinapa: crimen y encubrimiento 2022-09-26
• Adiós a la prisión preventiva oficiosa 2022-08-30
• El negro panorama económico 2022-08-12
• La Morena se echó a perder 2022-08-03
• Las prácticas políticas de Morena 2022-07-28
• Políticos ricos y pueblo pobre: los ofensivos salarios 2022-07-20
• ¿En verdad irán tras Peña Nieto? 2022-07-07
• Justicia a la carta 2022-06-21
• La nueva disputa por la Nación 2022-05-24
• La crisis de la procuración de justicia en Veracruz 2022-05-18
• Adiós al Acuario de Veracruz 2022-05-18
• La necesaria reforma electoral (II) 2022-05-10
• Negociar, la clave para la reforma electoral (I) 2022-05-06
• México, territorio feminicida 2022-04-25
• ¿Se pudo haber evitado el rechazo a la reforma eléctrica? 2022-04-18
• El informe de la ONU sobre desaparecidos en México 2022-04-13
• La consulta para la revocación de mandato se pervirtió 2022-04-06
• ¿Se puede alcanzar la transformación del país al margen de la ley? 2022-03-31
• El costo de la guerra 2022-03-23
• El mal fario del Sistema Anticorrupción 2022-03-15
• La lucha de las mujeres 2022-03-07
• El principio de autoridad ¿por encima del estado de derecho? 2022-02-28
• La reforma electoral que viene 2022-02-22
• La Casa Gris y su daño al discurso presidencial 2022-02-16
• El movimiento por la justicia alimentado por la cerrazón gubernamental 2022-02-08
• ¿Y las víctimas del delito de ultrajes a la autoridad? 2022-01-31
• El periodismo: la profesión más peligrosa 2022-01-26
• 2022, un año que nos pondrá a prueba 2022-01-11
• Al Tribunal Electoral de Veracruz nadie lo vigila 2021-12-14
• El enojo presidencial y el papel de los medios 2021-11-29
• La Cuarta Transformación después de AMLO 2021-11-21
• Gutiérrez Luna y el enojo de Cuitláhuac 2021-10-26
• ¡Viva la impunidad! 2021-10-12
• Sin redes sociales no hay vida 2021-10-07
• El gobierno de la 4T contra la ciencia 2021-09-23
• Lo que el viento nos dejó 2021-08-26
• La consulta amañada 2021-08-02
• El país se pinta de guinda 2021-06-09
• Garantizar la legalidad o dar gusto al presidente, el reto de los tribunales electorales 2021-05-28
• La transformación de la esperanza por la que millones votaron 2021-05-06
• La polémica de los libros de texto gratuito 2021-04-26
• Morena pone al presidente de la SCJN en el ojo del huracán 2021-04-18
• Campañas ¿Entre la indiferencia o el rechazo ciudadanos? 2021-04-04
• Para que funcione el Acuerdo por la Democracia se necesitan demócratas 2021-03-23
• Protesta social y libertades bajo amenaza 2021-03-17
• Feminismo en tiempos de la 4T 2021-03-04
• La fiscalización fallida y la opacidad en el uso de los recursos públicos 2021-02-25
• Elegir a ciegas 2021-02-03
• La violencia criminal no cesa en Veracruz 2021-01-20
• Las lecciones del escándalo americano 2021-01-07
• El reto electoral no será fácil 2020-12-16
• Combate selectivo a la corrupción 2020-12-09
• La terca memoria: el crimen de Regina Martínez 2020-12-07
• La pandemia interminable 2020-11-30
• ¿Habrá consecuencias en Veracruz tras el fallo de la Corte que invalida la reforma electoral? 2020-11-23
• A dos años del gobierno de la 4T en Veracruz 2020-11-15
• ¿En verdad de acabó la corrupción en Veracruz? 2019-11-19
• La interminable curva de aprendizaje 2019-10-21
• Información ciudadana y debate público 2019-08-06
• La sujeción de los órganos autónomos 2019-07-09
• La corrupción, el origen de nuestros males 2019-06-16
• ¿Debemos acostumbrarnos a convivir con la violencia criminal? 2019-03-18
• El nepotismo y la captura de los puestos públicos en Veracruz 2019-03-05
• Llegó la hora de la verdad para Cuitláhuac García 2018-11-30
• El final se acerca ya 2018-09-17
• El cambio de gobierno y el combate a la corrupción 2018-07-29
• El fin del régimen y la madurez democrática 2018-07-06
• Esa loca pasión por el fútbol 2018-06-19
• Este arroz ya está a punto 2018-06-12
• La libertad de expresión es de quien la trabaja 2018-06-07
• ¿Tendrá impacto electoral el caso Karime? 2018-05-28
• Las campañas de odio 2018-05-16
• Jóvenes víctimas y victimarios: la tragedia que no se quiere ver 2018-04-27
• El clavo ardiente de los debates 2018-04-20
• No más tolerancia social a los corruptos 2018-04-17
• Sergio Pitol domó a la divina garza 2018-04-13
• El derroche electoral 2018-04-09
• El ensayo para la elección de gobernador en Veracruz 2018-03-20
• La subordinación de los órganos autónomos 2018-03-12
• El empoderamiento de las mujeres 2018-03-08
• Anaya y la estrategia fallida del PRI 2018-03-01
• El fin de las ideologías y la crisis de los partidos políticos 2018-02-25
• La guerra electoral 2018-02-11
• El poder muestra al hombre 2018-01-29
• El Veracruz que merecemos 2018-01-07
> Directorio     > Quiénes somos
® Gobernantes.com Derechos Reservados 2010