Tomo prestado de Félix Rubén García (Rubén Darío), insigne poeta nicaragüense, el título de su hermoso poema “Los motivos del Lobo”, porque evoca la necesidad del animal de presa que mata para vivir obedeciendo un instinto de sobrevivencia como lo establece la cadena alimenticia, contra la naturaleza violenta del hombre, que hasta por placer mata. Aparentemente la evocación nada que ver con el tema del presente artículo, pero cuando hablamos de Poder nos referimos a la Política como el medio idóneo para conseguirlo, yy demuestra que sería imposible la vida en sociedad sin la mediación política, la más noble de las actividades del hombre, sin su concurso viviríamos en guerra permanente.
Transitamos por una experiencia electoral y ´poco a poco aumenta la efervescencia política en México, y la entidad veracruzana no es la excepción ahora que las tres fuerzas político electorales han definido sus candidaturas al gobierno del Estado, un escenario en donde no hubo sorpresa alguna pues los abanderados estuvieron en el imaginario colectivo desde antes de su postulación: PRI, José Yunes Zorrilla, PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez y Morena, Cuitláhuac García, abrigados por respectivas coaliciones partidistas en un concepto electoral sin precedente en Veracruz.
La forma en cómo habrán de abordar sus campañas, el perfil de sus discursos guarda estrecha relación con la personalidad de cada candidato: Cuitláhuac García ya ha adelantado un formato parecido al de Andrés Manuel López Obrador, habrá que ver los resultados porque las copias no son buenas y lo que al Peje le sale de manera natural, en Cuitláhuac se torna emulación forzada, lo cual podría resultar contraproducente. De cualquier manera “Cui” ya declaró una imaginaria delantera respecto de sus adversarios, aun cuando esto está en sus inicios; pero se vale, más aún cuando basa su diagnóstico en la delantera de Andrés Manuel López Obrador.
Por parte de la Coalición PAN-PRD-MC el candidato es Miguel Ángel Yunes Márquez, a quien su condición de hijo del gobernador en funciones lo obliga a poner énfasis en su autonomía de criterio, en
asegurar que no “habrá monarquía” y lo reconoce como un tema de campaña que será utilizado en su contra, como lo ha hecho ya el candidato de Morena. Es el candidato “oficial” porque su partido hace gobierno en Veracruz, y por esto la Fepade recibirá las denuncias o requerimientos de sus adversarios, porque no escapa a la perspicacia pública la inexcusable identificación familiar con quien gobierna la entidad, pero esa condición no le impide o inhabilita para aspirar al gobierno estatal.
También sangre nueva es José Yunes Zorrilla, a quien el PRI ha postulado a cargos de elección popular, desde alcalde, diputado local, diputado federal y senador de la república y ha sido su dirigente estatal. La pésima administración de Duarte de Ochoa flagela al PRI, pero esas son culpas del tiempo porque difícilmente habrá quien impute y compruebe al ahora candidato priista una conducta deshonesta o de irresponsable desapego a sus responsabilidades. A Yunes Zorrilla lo acompaña una trayectoria impecable en el servicio público lo que sin duda es el mejor respaldo para su campaña, no todo está podrido en este solar veracruzano.
Tres aspirantes a gobernarnos, cada cual con una visión propia, diferentes entre sí, mientras que a la ciudadanía importa la correlación entre discurso y realidad, que no se ofrezca lo irrealizable es exigida premisa de respeto al votante.
Ahora que la congruencia ideológica no es uno de los valores que enriquecen la política en el México de hoy, somos testigos del pragmatismo más crudo del que se tenga memoria en Veracruz, caracterizado por la total ausencia de escrúpulos en no pocos actores políticos. Haca solo algunos meses el exdirigente estatal panista, Alejandro Vázquez Cuevas, ya incorporado a las siglas del PES buscaba el gobierno de Veracruz abanderando estas siglas, ahora, en indecoroso viraje, acompaña al candidato de Morena, Cuitláhuac García, en su reintento por ser gobernador de la entidad; este deprimente espectáculo, al que acompañan otros de igual pelaje, como el de la diputada ex morenista Miriam González, ahora en el Panal, es reflejo del subdesarrollo y perversión política que padecemos, hoy por hoy convertido en semillero de politicastros en cuyos propósitos no figura el interés por mejorar Veracruz.
Esa es la realidad y así se convive políticamente. En la competencia se revelan personalidades y formas de hacer política, lo tipifica bien Cuitláhuac García, quien se presupone ya 5 puntos arriba de Miguel Ángel Yunes Márquez (A Yunes Zorrilla lo relega al tercer lugar), según su parecer va viento en popa porque ahora “es más conocido”, “Aquí el candidato a vencer es un servidor y ellos verán qué hacen”. Nada que ofenda, es campaña política, todo fuera como eso y ojala se caminara por ese carril, lejos de las lamentables inmundicias para descalificar al adversario, no porque ruboricen a la gente, pero no abonan nuestra evolución política.
Dante Delgado es un político que forma parte del escenario veracruzano hace ya varias décadas, y en esta ocasión tuvo que ofrecer tardías explicaciones sobre las verdaderas causas de su arresto y encarcelamiento para desvanecer la especulación reinante sobre quién lo condujo a Pacho Viejo, y hasta de bocón calificó a Miguel Ángel Yunes, así preparaba el terreno para adherirse al proyecto panista en Veracruz. Ese esfuerzo anímico se corresponde con su necesidad de salvar la organización que fundó hace cuatro lustros, ya veremos si le alcanza, y si resiste la presión, porque en abril 29 de 2016, pleno de intolerancia ante las preguntas de reporteros de Poza Rica, para suspender las interrogantes se declaró “peor que los priistas”. Y esto apenas empieza. alfredobielmav@hotmail.com
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