Pepe Valencia
Por sólo mencionar los casos más recientes: Primero detienen a Viridiana Bretón Feito, periodista y expresidenta municipal de Ixhuatlán del Café. Luego encarcelan a la jueza Angélica Sánchez Hernández, la liberan y vuelven a capturarla. Puede permanecer en prisión por lo menos un año.
Lo anterior, aquí en Veracruz. Allá en México mantuvieron encerrada a Rosario Robles por más de tres años y no pudieron comprobarle ningún delito, por ser inocente o por ineptitud del gobierno acusador o abusador.
Y frente a las instalaciones del Poder Judicial Federal, simpatizantes de Morena encabezados por el gobernador de Veracruz, exhibieron hace unos días un ataúd con el nombre de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, vayan ustedes a saber por o para qué.
Viridiana y Angélica no son las únicas encarceladas injustamente. Hay muchas mujeres humildes e inocentes en prisión y no lo sabemos.
Este fin de semana trascendió la especie de que se pretende enjuiciar a la periodista Claudia Guerrero Martínez. ¿De qué la acusan? Es lo de menos, le inventan cualquier delito y va para dentro. Igual que Viridiana, Angélica, Rosario y cientos o miles de mujeres hoy encarceladas.
No podemos permitir que el odio de servidores públicos de alto nivel continúe causando más daño. Levantemos la voz y exijamos alto a la injusticia.
La venganza no es justicia.
Acabo de entrevistar a Claudia Guerrero en NV, Periodismo de Investigación, y advirtió sobre los riesgos del ejercicio de la libertad de expresión.
En la misma plataforma platiqué con Viridiana Bretón Feito, reconoció su legítima aspiración a una diputación y días después fue detenida. ¿Qué pasa?
Nadie está exento de persecución. Mujeres y hombres que parezcan adversarios o enemigos del presidente Andrés Manuel López Obrador o del gobernador Cuitláhuac García, cuídense. La guillotina está muy bien afilada como en la época de Robespierre en Francia.
A Hitler no lo frenaron a tiempo y miren lo que ocurrió. |
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