El 7 de enero de este año pronostiqué:
--Se va el fiscal Jorge Winckler.
Ahora digo:
--Se fue. Lo destituyó el Congreso del Estado. Está prófugo de la justicia.
También anticipé:
--Los altos índices de delitos violentos, en primer lugar los asesinatos, extorsiones, asaltos a mano armada, etcétera, no se reducirán en el estado, sino todo lo contrario, aumentarán.
Ahora digo:
--No se han dado a conocer los datos de todo el año, y ocupamos ya a nivel nacional como estado los primeros lugares en feminicidios y secuestros.
También escribí:
--Al tren ligero recién anunciado por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez para ir de Rafael Lucio a Coatepec, pasando por Banderilla y Xalapa, no le veremos ni las luces. O sea, no se construirá.
Ahoga digo:
--Esta obra continúa en anuncio. No hay dinero ni proyecto. No le hemos visto las luces todavía.
Finalmente comenté:
--Y, váyanse de espaldas, el exgobernador Javier Duarte de Ochoa será puesto en libertad… aunque ustedes no lo crean, para Ripley.
Ahora digo:
--Duarte ha ganado todos los amparos promovidos, uno tras otro, y está con un pie dentro y otro fuera del Reclusorio Norte. Cualquier día de estos va a salir, mucho antes de cumplir la sentencia de 9 años.
Y siguiendo en el presente, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha insistido en la disminución de la incidencia de delitos, sobre todo de los homicidios dolosos.
Pedí la opinión de infinidad de personas en relación a esta declaración y no le creen. De acuerdo a la percepción de los veracruzanos, la violencia en general ha aumentado en el estado.
El problema de los políticos es de falta de credibilidad. Aunque expresen la verdad, los ciudadanos dudan de su palabra o de plano los consideran mentirosos.
Acaso es cierto lo expuesto por el gobernador, quizás ha habido menos homicidios este año, con una curiosa diferencia, a lo largo de 2018 muchos de los abatidos eran delincuentes caídos en enfrentamientos con militares, marinos o policías.
Desde el inicio de la 4T rara vez nos hemos enterado de maleantes ejecutados por la fuerza pública.
O sea, los muertos son mujeres y hombres pacíficos e inocentes asesinados por la delincuencia.
Para utilizar palabras de moda, “ahora no es como antes”, no mueren los malosos ni van a la cárcel. Éstos matan a los buenos porque nadie los protege.
¡FELICIDADES! |
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