Cuando hace 8 años Javier Duarte de Ochoa prometió reducir a la mitad la pobreza en el estado, escribí en este espacio que si lo cumplía con esto bastaba y sobraba para insertarse en grande en la historia de Veracruz.
Ya vemos dónde se encuentra y por qué, y cómo estamos los veracruzanos.
Hace 2 años Miguel Ángel Yunes Linares ofreció disminuir los índices de inseguridad en un 50 por ciento. También comenté entonces en esta columna que si lo lograba, se convertiría en el mejor gobernador. La violencia sigue igual o peor.
Hoy tal vez sólo la amnistía y “el amor y paz” de Andrés Manuel López Obrador podrán salvarlo de la cárcel al igual que a algunos de sus colaboradores.
A 33 días de que Cuitláhuac García Jiménez asuma la gubernatura, son altas las expectativas de los veracruzanos en él y sólo unos cuantos agoreros del infortunio desean que por su inexperiencia en la administración pública, cometa errores garrafales o haga un pésimo gobierno, para poder decir: --“Se los dije”.
La sociedad demanda que por fin se terminen los moches, se combata en serio la corrupción y la impunidad, y retorne la seguridad.
Hartos de gobiernos corruptos y desordenados, irresponsables y represivos dedicados a venganzas personales, los ciudadanos decidieron conferir el poder a un partido distinto, de ideas renovadoras y reputación de honestidad, encarnadas en Cuitláhuac García Jiménez.
Cada seis años los ciudadanos renovamos la esperanza de que esta vez sí nos vaya bien con los candidatos elegidos y que no se repita la triste historia de equivocarnos y volver a apostar.
Apenas había ascendido Duarte de Ochoa al poder cuando hubo quienes empezaron a extrañar a Fidel Herrera Beltrán. Recién llegado Yunes, también se escucharon voces añorando a Javier. Quizás lo decían en broma o acaso en serio pero si el río suena es porque algo podrido ven y huelen en Veracruz.
Estaremos atentos y vigilantes de la actuación de Cuitláhuac García Jiménez en el estado y de Andrés Manuel López Obrador a nivel nacional, a quienes el primero de julio pasado el electorado otorgó de manera masiva y contundente el voto de confianza para llevar a buen puerto las naves llamadas Veracruz y México.
Ojalá dentro de 6 años no estemos lamentándonos una vez más de que nos equivocamos, que nos fallaron y tengamos que volver a empezar en un círculo vicioso sexenal. |
|