Pepe Valencia
En esencia todos los políticos son parecidos. Les irrita la crítica de la prensa. No reconocen sus errores. Se sienten superiores al resto de los mortales. Su palabra es ley. Nada ha cambiado con los del PAN y el PRI y ahora con los de MORENA.
No hay diferencias sustanciales entre el primer informe de Cuitláhuac García y los de gobernadores anteriores. Aporta datos y más datos e insiste en que vamos bien, que lo malo es culpa del pasado. Por fortuna el tiempo ubica a cada quien en el lugar que merece en la historia.
¿Qué informó Cuitláhuac? Es lo de menos. ¿Qué perciben los veracruzanos? ¿Cómo califican a su gobernador? En política esto es lo importante. En cuanto a lo demás, pueden decir misa sus detractores y también sus simpatizantes.
Si en algún pueblito escondido en lo más apartado del estado hubo una pequeña obra, los beneficiados lo agradecerán y aplaudirán. Lo mismo en cualquier ciudad grande o mediana. Los demás acaso se muestren indiferentes o dirán que este gobernador nada positivo ha hecho por los veracruzanos.
Es imposible satisfacer o agradar a todos. Quien lo pretenda, termina por no quedar bien con nadie.
He escuchado a servidores públicos que denostan a opositores y críticos del gobierno. Estos funcionarios elogian a su vez al gobernador y lo defienden de lo que ellos consideran ataques infundados.
En redes sociales igualmente llueven furibundas críticas y también melosas lisonjas hacia Cuitláhuac. Entre unos y otros intercambian insultos en vez de debates civilizados e ideas.
Cada quien habla de la fiesta según le va en ella. Los beneficiarios de programas sociales, empleos o por otras vías, júrenlo que expresarán maravillas de la 4T. Los otros lanzarán pestes contra el gobierno de MORENA.
¿Qué opinarían si estuvieran en la nómina oficial?
Llevemos a cabo un balance sereno, sin apasionamientos. ¿Realmente vamos bien? ¿Mejor o peor que antes? ¿De verdad se han reducido la inseguridad, la pobreza, la corrupción? De ser así, felicidades. De lo contrario, hay que decirlo y denunciarlo.
Un año no es suficiente para corregir lo que por décadas ha marchado mal. Aun así los ciudadanos desean que se empiece a notar el cambio, poco a poco.
Leamos con cuidado y analicemos el informe de Cuitláhuac para saber qué hizo durante el primer año de su administración y en qué sería distinto al PRI y al PAN. |
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