LAS ÚLTIMAS DEL AÑO
El año se va y pronto cantaremos esa rola de ‘Yo no olvido el año viejo’. Año de incertidumbres y año difícil para la política y para el gobierno y para las cifras de desaparecidos y muertos y de impunidad que genera este país. Apenas ayer se cumplieron 6 meses del atentado y muerte de los jesuitas y el guía de turistas, la impunidad es la bandera. Es imposible que toda la fuerza del Estado, que todas las policías: Guardia Nacional, Ejército, Marina, Cisen y demás sabuesos de Bakersville, no hayan podido encontrar en la sierra al hombre que liquidó a estas tres personas. Por eso la gente se anima a matar. Porque saben que nada pasará.
EL DESPLEGADO DE PERIODISTAS
Ayer tarde, en lo que estaba convaleciendo de una tos perrona, una gente del periodismo me llamó y me envió un desplegado a mi WhatsApp, que se iba a publicar en todos los medios nacionales, los digitales y los que se pudieran, y que si me sumaba con mi nombre. Con gusto, le dije, es un honor formar parte de la lista de periodistas que no cesan en llamar al gobierno a que haga su trabajo y no opere bajo el manto de la impunidad. Y que defienda la Libertad de Expresión, a la que está obligado, en un país donde la vida no vale nada para el periodismo. Creo que fuimos unos 179 en el país, según números de Notiver, el diario de los veracruzanos. He aquí el texto:
A LA CIUDADANÍA:
“El jueves por la noche el destacado colega Ciro Gómez Leyva sufrió una emboscada y fue atacado a balazos, para matarlo. Nuestra solidaridad con Ciro es total, y nuestra indignación por el hecho nos lleva a exigirle al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que cese el hostigamiento que ejerce contra periodistas críticos. Prácticamente todas las emanaciones de odio hacia los periodistas se incuban, nacen y se esparcen en Palacio Nacional. La difamación, que sustituye al debate de ideas, es una convocatoria a la violencia física contra los periodistas estigmatizados por el presidente. Los asesinatos de periodistas marcan un récord en este sexenio, y la impunidad es alarmante. Exigimos al gobierno que esclarezca el atentado, castigue a los culpables materiales e intelectuales, y que el presidente López Obrador asuma su responsabilidad política en este intento de asesinato. De no autocontrolarse el presidente López Obrador en sus impulsos de ira hacia periodistas críticos, el país entrará en una etapa aún más sangrienta que ya han experimentado otros países latinoamericanos: asesinar periodistas para desestabilizar al gobierno, o matar en pago de favores al gobierno.
El presidente tiene la palabra”
(179 firmas)
CUANDO MEXICO BRILLABA EN EL MUNDO.
Han sido años inciertos en el tema de las relaciones internacionales, y Marcelo Ebrard aprieta aquellito cada que el patrón (AMLO) le cambia las señales sobre la marcha, cuando se da un pisa y corre, por ir a términos beisboleros. Hace nada Ebrard con el Canciller español fumaban la pipa de la paz y quedaban de irse por un vinillo a la calle de Alcalá, y que todo lo nebuloso había quedado atrás. Mas tardó Marcelo en anunciarlo, que AMLO desmentirlo, le dijo nones, aquí todo sigue igual. El español dijo: este presidente no es serio. Y se fue a tomar el vinillo solo. Otra, antier expulsaron al embajador mexicano en el Perú, y lo declararon Persona Non Grata, porque su jefe (AMLO) anda de metiche en política exterior y no aplica la Doctrina Estrada, que mexicana es, de No intervención y autodeterminación de los pueblos. Pues ese embajador hizo sus maletas y se marchó y a su barco le llamó libertad. Atrás quedaron los días cuando México brillaba en el planeta, y hasta existió un mexicano, Alfonso García Robles (1911-1991) que, por su trabajo en la cancillería ante el mundo, ganó el Premio Nobel de la paz (1982), ahora los corren como apestados. Pobre país. |
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