El INE está aferrado en que sean cinco mujeres las que contiendan por las 9 gubernaturas que se avecinan. Como a nosotros nos interesa Veracruz, al menos como prioridad, si la Alianza decide que sea el PAN quien contienda, pues en la pasada decisión al PRI le tocó la candidatura del Edomex, los nombres y las barajas se achican. Aunque un politólogo me dice que el INE no tiene atribuciones. En Veracruz, si son mujeres, por el PAN se fortalece la alcaldesa Patricia Lobeira de Yunes y por el PRI, Anilú Ingram, que ya levantó la mano diciendo aquí estoy. Queda poco tiempo para que la decisión veracruzana sea adoptada. Por el lado de Morena no hay ningún indicio de que la marea cambie, las fichas y los astros se le han alineado a Rocío Nahle, más aun después que el presidente la nombró buena mujer y excelente funcionaria.
EL PRESIDENTE Y EL PETROLEO CUBANO
El presidente AMLO ha sufrido una embestida y unas críticas en redes sociales y con algunos columnistas, por haber enviado petróleo a Cuba, unos dicen que de ‘gorrita’, o sea, de gratis. El gobierno dice que no, que lo pagarán. Desde la mañanera el presidente defiende esta posición. Y uno recuerda que las relaciones entre México y la dictadura cubana, siempre han sido de apoyos, haigan sido los presidentes que haigan sido. Yo mero recuerdo a José López Portillo, cuando el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, pidió que si Fidel Castro asistía a una Cumbre en Cancún, él no vendría. Y esa Cumbre Norte-Sur sin el poderoso presidente americano no serviría de nada. Una mañana, Castro llegó a Cancún, casi a nado. El boicot presidencial no imposibilitaba que llegara. Allí José López Portillo le explicó las causas y el barbón las entendió. No vendría. Pero se sellaba la amistad México-Cuba y no había tantos aspavientos, ahora los hay porque la política de AMLO es muy de apoyar a dictaduras como Venezuela y Nicaragua y la misma Cuba. Desde tiempos memorables con Lázaro Cárdenas, que amaba al pueblo cubano, pasando por Carlos Salinas de Gortari, que una vez le llamó el presidente Bill Clinton para que mediara con el barbón, por el asunto de los balseros y, poco tiempo después, cuando ya no era presidente, Carlos Salinas medió por un asunto personal de una estadounidense. Y cuando llegó 1995, y Zedillo lo asediaba, Salinas se refugió en Cuba, llegó y se alojó en la casa de Fidel, la que ponía a los visitantes distinguidos. Echeverría también tuvo buenas relaciones con Fidel. Esa dictadura sobreviviría. Como lo escribió otro amigo de ellos, el Premio Nobel García Márquez: “No se equivoquen más: Fidel Castro no va a caer, no le van a dar un golpe militar, no habrá insurrección popular, y tampoco va a renunciar ni se va a morir”. Si se murió, al tiempo, porque inmortal no era. La relación de afecto de Gabriel García Márquez le sirvió para romper intelectualmente con su amigo Mario Vargas Llosa, por esa política. Lo del descontón a la Canelo Álvarez vino tiempo después. José Saramago, otro Nobel, rompió también con Fidel; “Hasta aquí he llegado. Desde ahora en adelante Cuba seguirá su camino, yo me quedo”, le escribió en su célebre Hasta aquí he llegado.
LLEGO EL DESAIRE
Un desaire bueno fue aquel de Vicente Fox. Sucede que George Bush venía a otra Cumbre en Monterrey, y pedía, como pedían todos los presidentes americanos, no tener a Fidel Castro, porque les daba urticaria. Fidel, muy mañoso, grabó y filtró la conversación del presidente Fox cuando aquel famoso “Comes y te vas”. Fox a Fidel: “Que puedas venir el jueves y que participes en la sesión y hagas tu presentación, como está reservado el espacio para Cuba a la una. Después tenemos un almuerzo, un almuerzo que ofrece el gobernador del estado a los jefes de Estado; inclusive te ofrezco y te invito a que estuvieras en ese almuerzo, inclusive que te sientes a mi lado, y que terminado el evento y la participación, digamos, ya te regresarás”, y así nació aquel ‘Comes y te vas’. López Obrador: “En todo lo que nosotros podamos ayudar al pueblo de Cuba lo vamos a hacer, para que no les quede ya ninguna duda, incluido petróleo. Si nos dicen, 'véndannos petróleo porque no tenemos cómo adquirirlo', claro que sí", subrayó López Obrador.
Según estadísticas de Banxico, el banco central mexicano, de enero a julio de este año México ha exportado petróleo a Cuba por 20,6 millones de dólares.
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