Ayer tres personajes veracruzanos irrumpieron en el escenario político del país, bueno dos, porque una de ellas es zacatecana. Por la mañana la legisladora federal, Mary José Gamboa, tomó la tribuna de la patria y acusó al viejito director de Pemex, que esa empresa la tienen en ruinas y “se ha convertido en un monumento a la corrupción”, por aquello de que el director tiene a media familia chambeando allí. El otro que apareció fue el rock-star, al que el Cui no conoce, el presidente de la Cámara de Diputados federal, Sergio Gutiérrez. Posó en una foto con el director de Pemex en su oficina parlamentaria y anunció obras para Veracruz, como si fuera gobernador, que muchos dicen ya lo es, el gobernador en el campo, itinerante porque el Cui no visita nada y este hombre, que apenas visitó Orizaba y platicó con empresarios, me dijeron que anda activo y es listo. Eso enfurece al Cui y a Erick Patrocinio. Ya entrada la noche, Rocío Nahle, secretaria de Energía., entró al panel de los picudos de Tercer Grado, el programa de Televisa. Con Sergio Sarmiento, Denise Maerker, Raymundo Riva Palacio, Leo Zuckerman, fue sometida a un programa de casi una hora, que vi completo.
LA ENTREVISTA
Rocío se defiende. Tiene tablas, tiene conocimiento de la Reforma Eléctrica; como su jefe, AMLO, donde no se puede defender evade el asunto casi expresando ‘yo tengo otros datos’. Expuso los beneficios de esa reforma, la dejaron hablar por minutos y luego la sometieron a fuego lento, que no amigo. Leo Zuckerman le dijo que el presidente AMLO se había comprometido a no expropiar ni privatizar nada, y aquí faltaba a su palabra. La Nahle se defendía, señalaba que los empresarios que han sido beneficiados con los contratos, de los cuales solo eran 239, seguirían allí, pero bajo otras condiciones, no tan desiguales para la empresa CFE. De Bartlett, ni lo mencionaron, el exsecretario de Gobernación de Salinas le echó más sal a la herida que él mismo carga en su conciencia, cuando se le cayó el sistema, en aquel 1988, presente lo tengo yo, y ahora culpó a un arreglo del PAN con Carlos Salinas, en lo oscurito, lo que hizo que el jefe Diego le revirara. No se sabe a ciencia cierta qué ocurrirá con la reforma eléctrica, si pasa o no pasa en la Cámara de Diputados y en el Senado, Morena y el presidente no tienen los votos necesarios, y esperan un ‘chaquetero’, un Judas que entregue los votos. Mientras, el periplo de Rocío Nahle por los medios de comunicación está a la orden del día. No le fue mal, conoce de sus números y conoce del trabajo que le dieron, ingeniera química de profesión sabe del tema, y muchos de quienes pensaban en Veracruz que era una fuerte candidata a relevar a Cuitláhuac, cuando se venza el tiempo, aunque sea zacatecana, que para eso hay mayoría para modificar las constituciones locales, a ella ya se le mueve su corazoncito para meterse a la lista de las candidatas presidenciables, al lado de la Sheinbaum y Ebrard y Monreal y hasta el secretario de Gobernación, el tabasqueño Adán Augusto, que busca a su Eva, que no es otra que la presidencia de la República.
Falta que a ese programa inviten ahora a la otra cara de la moneda, a los empresarios que van a ser afectados y tienen el control del 46% del sistema eléctrico mexicano, a aquellos que ahora la cuatroté maldice como beneficiarios de la energía: Bimbo, Oxxo, Femsa y amigos que les acompañan. Que pagan precios baratísimos. A que ellos den su punto de vista empresarial, porque nada bueno se vislumbra en esta reforma cuando andan sufriendo por aprobarla y donde, en este país así se estila, cada sexenio llega y compone el país a su manera, apenas en el pasado, con peña Nieto se hizo una Reforma Energética, y ahora viene Morena a derrumbar ese castillo de naipes, será que la próxima administración venga a derrumbarlos también. Vaya usted a saber.
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