Lejos, muy lejos, casi en el olvido, quedaron los días gloriosos y de valentía de luchadores y
luchadoras sociales, que espantaban de valientes a las autoridades que enfrentaban con decoro y
gallardía, con férrea actitud y valor construyeron una imagen que les permitió obtener
reconocimiento popular, después de sendas batallas contra gobiernos represores y corruptos se
aglutinaron en un partido político y accedieron al anhelado poder para, según el discurso político,
velar por los intereses de los ciudadanos desprotegidos y lastimados por el poder corruptor de los
cuestionados gobiernos del PRIAN. Con esa esperanza, los ciudadanos les entregaron su confianza
acudiendo a las urnas para votar en su favor, creyendo en todo lo que prometían. Ahora que son
parte del gobierno, el gobierno a quien tanto exigieron y contra quien protestaron con justa razón,
la sociedad los ha perdido, han faltado a la palabra que empeñaron en campaña y traicionado el
juramento que hicieron al asumir el cargo, de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que
de ella emanan.
Veracruz es escenario de flagrantes violaciones a los derechos humanos y al debido proceso, por lo
menos 100 casos han documentado los Senadores de la República, en donde son evidentes practicas
despreciables que en el pasado señalaron con índice de fuego, esos luchadores sociales que ahora
son legisladores, como la tortura, sembrar evidencia, robo, abuso de poder y prisión a inocentes,
por el solo hecho de protestar, defender sus derechos y patrimonio o apoyar a otras fuerzas
políticas.
De grandes luchadores sociales han pasado a ser parte de la defensoría de oficio de la impunidad,
como en los tiempos más rancios del régimen represor al que enfrentaron. Lejos de apoyar una
investigación ardua y puntual en favor de las víctimas, han preferido estar de parte de sus verdugos,
paradójicamente están haciendo a los ciudadanos exactamente lo que ellos padecieron: abuso de
poder e impunidad vergonzosa.
¿Dónde está Nestora Salgado, aquella valiente que en Guerrero se jugó la vida y conoció la injusticia
en carne propia?, ¿Dónde se encuentra Gloria Sánchez, aquella aguerrida líder social que enfrentó
algún día al sistema al lado del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, cuando les robaron la presidencia?,
¿Dónde está Malu Micher, feminista y luchadora en favor de los derechos humanos, acaso no pensó
nunca en escuchar a las madres de las víctimas en Veracruz?.
Cuando la 4ª transformación gano el poder, la sociedad perdió hombres y mujeres valientes, quizás
se cansaron de luchar y representar a los desprotegidos a cambio de las delicias del poder, esas
delicias que provocan ambición sin límite y les obliga a la genuflexión ante gobernantes autoritarios
y corruptos, tuvieron tanta obsesión con sus verdugos que terminaron siendo una copia fiel de su
barbarie.
JORGE MARÍN BARRAGÁN
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