Cuando el 3 de julio se reunieron por primera vez Andrés Manuel y el Presidente Peña Nieto se reunieron acordaron que la transición iniciaría una vez que el tribunal electoral lo declarara formalmente Presidente Electo, en esa ocasión López Obrador reconoció que en la reunión trataron temas como la construcción del nuevo aeropuerto (NAIM), la Reforma Energética, el presupuesto, la seguridad y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Después del encuentro también fue enfático al manifestarse sobre la autonomía del Banco de México.
Lo declarado por ambos Presidentes es, tal vez, lo menos importante, lo verdaderamente importante es lo que no se hizo público y es precisamente las cosas que acordaron. Es claro que lo que dieron a conocer del primer encuentro, era para generar certidumbre a los mercados y dar tranquilidad a las inversiones, por supuesto que en la Reforma Energética tendrán sus variantes en lo hecho y lo que pretenderán corregir, pero siempre en el marco de lo que ya está establecido; cierto es que José Antonio Meade es una pieza clave en el entramado de la economía nacional y por ello se habló de respeto a la autonomía del Banco de México, para posteriormente lograr su incorporación sin contratiempos, para ello también serviría la reunión posterior con el electo.
Sobre el TLCAN no tuvieron diferencias de fondo puesto que todo lo que se decida pasa por el tamiz de los países que lo integran, si acaso comentarios de uno y recomendaciones del otro. Sobre el nuevo aeropuerto los expertos de cada administración tendrían que hacer una evaluación, el enredo que tenía Obrador había sido su promesa de detener su construcción, la consulta será su salida puesto que sólo bastará una recomendación disfrazada de su parte y asunto arreglado.
El Presidente Peña encarceló a Elba Esther Gordillo, quien históricamente ha chantajeado a los presidentes a cambio del apoyo de su gremio y que, enterada de la pretendida Reforma Educativa ya preparaba su estrategia para obtener cargos, más poder y dinero, ahí están en el anecdotario algunos ejemplos, Yunes Linares, Campa Cifrián e inclusive su yerno Fernando González quien fue subsecretario de Educación Básica en el sexenio de Felipe Calderón, entre otros. Por supuesto que su encarcelamiento fue político, derivado del enfrentamiento y el chantaje, el pretexto fue el uso del dinero del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que según la denuncia presentada era utilizado para que la maestra se diera la gran vida, viajes, cirugías, compras en tiendas de lujo, viajes en avión, propiedades inmobiliarias y cuentas en paraísos fiscales, que dicho sea de paso los agremiados no denunciaron siendo ellos a quienes correspondía tal acción.
No hubo errores en las denuncias presentadas, el sistema no falla, fue un escarmiento a la eterna negociadora simple y llano así fue, ahora eso, el uso de las instituciones con fines políticos, que debería ser importante castigar, pasa a segundo plano, al viejo estilo del régimen, nada cambia y al parecer nada cambiará.
Lo que no hicieron público pero que por supuesto si abordaron, fue la Reforma Educativa, donde existen posiciones políticas verdaderamente encontradas, pero que finalmente, al respecto, Peña Nieto actuó como quiso y López Obrador también hará su santa voluntad, sin importar las consecuencias en los educandos, los padres de familia y en general la educación, en ese punto la batalla es política, de poder y control de un gremio numeroso.
La millonaria profesora, heredera de la fortuna de una maestra rural, fue tema de conversación central, López Obrador, cuya familia de Gordillo Morales y sus operadores tuvo a su servicio durante la campaña, eso es evidente, pidió su excarcelación a Peña Nieto para no cargar con el costo político que pudiera significarle, así ocurrió y para que no quedará duda de que así fue, el mismo día en que declaraba Elba Esther Gordillo su regreso al plano político, eufórica, también presumía que con su salida la Reforma Educativa también caería, mientras en los Pinos, el Presidente electo, López Obrador, avalaba esas declaraciones al manifestarle de frente al Presidente Enrique Peña Nieto que en efecto esta quedaría cancelada.
Ni coincidencias, ni casualidades, acuerdos entre aliados aunque México entero este en desacuerdo.
JORGE MARIN BARRAGAN Orizaba, Ver. A 21 de agosto de 2017. |
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